El "fondo" de privatizaciones exigido a Grecia: ¿irrealista o ambicioso?
La creación de un fondo de 50.000 millones de euros vía las privatizaciones en Grecia, es uno de los puntos más confusos y difíciles del acuerdo entre Atenas y sus acreedores, y corre el riesgo de revelarse irrealista en sus objetivos.
Atenas se compromete a transferir a un "fondo independiente" sus activos "de valor". Este fondo debe luego "monetizar" estos activos, vendiéndolos o explotándolos de la forma más rentable.
El objetivo es recolectar 50.000 millones de euros durante toda la duración del tercer plan de ayuda que recibirá Grecia si las negociaciones llegan a buen término.
De estos hipotéticos 50.000 millones --que representan entre 20 y 25% del PIB griego-- 25.000 millones se destinarán a la recapitalización de los bancos, 12.500 millones al desendeudamiento y 12.500 millones a inversiones.
Aunque el fondo estará basado en Grecia --y no en Luxemburgo, como se pensó inicialmente, algo percibido como humillante por Atenas--, quedará bajo supervisión de las instituciones europeas.
Pero varios interrogantes subsisten en torno a este proyecto. ¿Que pasará con la agencia de privatización ya existente en Grecia? ¿Cuánto tiempo tendrá Grecia para hallar esos famosos 50.000 millones?
Lo que sí es seguro es que este importe es extremadamente ambicioso
Los acreedores de Grecia, país bajo asistencia financiera desde 2010, reclaman desde el principio privatizaciones de activos públicos, aunque a menor escala. Según el precedente plan de ayuda, las ventas por las privatizaciones debían aportar 23.000 millones de euros entre 2014 y 2022, es decir entre 2.000 y 3.000 millones de euros por año.
Un siglo para hallar esa suma
La agencia encargada de las privatizaciones, Taiped, ha vendido desde 2011 activos por valor de 7.700 millones (de los que de momento ha cobrado poco más de 3.000 millones).
El pasado 26 de junio, en un análisis sobre la deuda griega, el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) descartó que se pudiera obtener mucho de las privatizaciones.
El FMI, uno de los acreedores de Grecia, subrayaba en especial que unos 10.000 millones de euros debían supuestamente proceder de la venta de activos públicos bancarios. Pero es improbable que los inversores se abalancen a comprar bancos griegos, cada vez más exangües y hundidos bajo el peso de créditos dudosos.
El FMI consideraba en este documento que los ingresos por privatizaciones en los próximos años en Grecia no superarían los 500 millones de euros por año. A este paso, harían falta 100 años para lograr el objetivo de esos 50.000 millones de euros.
"Este objetivo de privatización es demasiado ambicioso para una economía que sigue sumida en la peor recesión de su historia reciente",afirma Diego Iscaro, analista de IHS.
"Se van a malvender los activos griegos", asegura Philippe Waechter, jefe economista de Natixis Asset Management, "es una forma de decirle a los griegos +vendan las joyas de la familia+".
Además, para Charles Wyplosz, profesor de Instituto de Altos Estudios Internacionales en Ginebra, la implementación de este fondo es "extraordinariamente intrusiva"!,
"¿Qué van a hacer? ¿Privatizar los monumentos históricos?" ironiza.
Grecia ya ha realizado las privatizaciones menos controvertidas, por ejemplo la lotería nacional, las apuestas deportivas o el gas; pero otras se anuncian mucho más polémicas, como las de los puertos y aeropuertos, o parte del parque inmobiliario público.
El gobierno de izquierda radical Syriza ya ha bloqueado temporalmente la privatización del puerto del Pireo, antes de reactivar el proceso, pero reduciendo a 51% la parte que será vendida por el Estado.
La propia Alemania, pese a ser muy favorable al establecimiento de este fondo, ya ha experimentado las dificultades que generan estos programas masivos de ventas de bienes públicos. La sociedad creada para vender a marchas forzadas los activos de la ex-RDA, la "Treuhand", dejó tras de sí una montaña de deudas, y un fuerte resentimiento en los "laender" del este del país.