Macri: 'Nuestro desafío más grande es sacar a argentinos de la pobreza'
El presidente argentino, Mauricio Macri, encabezó hoy en el Congreso la segunda apertura de sesiones legislativas de su mandato, una de las citas políticas más señaladas del año en la que defendió que el país se está "poniendo de pie" y que se han mejorado las relaciones con el resto del mundo.
"Superamos lo más difícil de esta transición y el país está cambiando, Argentina se está poniendo de pie", recalcó el mandatario, en un discurso de tono optimista.
Ante diputados y senadores, miembros del Gobierno y referentes sociales, Macri reconoció que fue un año difícil, con uno de cada tres argentinos en la pobreza, pero aseguró que 2017 será el año de la vuelta al crecimiento económico y que 2018 y 2019 serán mejores porque las bases que se han puesto son "sólidas", con "menos relato y más verdad".
El presidente repasó los avances en obras públicas, ya no asociados a la "corrupción", la reducción de la inflación hasta el 8,9% en el último semestre de 2016 o la mejora de las relaciones internacionales y el impulso al Mercosur, "mucho más que una plataforma comercial".
Establecimos relaciones maduras y pragmáticas con el resto del mundo: nos visitaron una gran cantidad de jefes de Estado o de Gobierno, incluyendo a 5 de los países del G7", destacó.
Para el mandatario, gracias al cambio de tono en las relaciones exteriores, el país austral "empieza a ser conocido por sus aciertos, por sus virtudes, y no por sus defectos".
El camino del diálogo es también, dijo, la vía para avanzar en el reclamo histórico por la soberanía de las islas Malvinas, bajo dominio británico.
Respecto a las metas para 2017, año de elecciones legislativas en Argentina, Macri mencionó la necesidad de hacer una reforma política y fiscal, y de mejorar en áreas como educación e infraestructuras.
Además, pidió que se esclarezca la muerte del fiscal Alberto Nisman, ocurrida en enero de 2015, y que se investigue la denuncia que presentó días antes de morir contra la entonces presidenta, Cristina Fernández (2007-2015), por presunto encubrimiento de terroristas iraníes.
Especial relevancia tuvo también el anuncio de la firma de dos decretos para evitar "conflictos de intereses" en las relaciones entre el sector privado y Estado, y el impulso de un proyecto de ley sobre responsabilidad empresarial.
Este se produjo tras semanas de problemas para el mandatario por las intervenciones de la Justicia contra acuerdos firmados entre la administración pública y compañías relacionadas con su padre, el empresario Franco Macri.
Es el caso de un polémico pacto para saldar una deuda millonaria que mantenía con el Estado una empresa del grupo Macri que tuvo la concesión de los servicios de correo nacionales o de la adjudicación de rutas aéreas a Avianca poco después de que esa compañía colombiana compró una aerolínea del conglomerado del padre del jefe de Estado.
El Gobierno argentino tampoco se ha visto excluido del escándalo de sobornos del conglomerado brasileño Odebrecht, que mantiene bajo la lupa de la Justicia principalmente a funcionarios kirchneristas pero también a un primo de Macri, el empresario Angelo Calcaterra, y al actual jefe de los servicios de Inteligencia, Gustavo Arribas.
"La ética y la transparencia no es solo obligación pública, compromete al sector privado", sentenció hoy el Macri.
El mandatario defendió también que los avances logrados se produjeron "sin caer en el populismo irresponsable" y sufrió abucheos y pancartas en contra sobre temas como la proliferación de los despidos, desplegadas por legisladores opositores.
A las afueras del Congreso, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, organizaciones sociales y sindicales -con especial protagonismo de los gremios de profesores- realizaron protestas, en un momento de creciente conflictividad social por el inicio de las negociaciones paritarias de actualización salarial para 2017.
Frente a ello, Macri llamó a empresarios y trabajadores a confiar en que se van a cumplir las metas de inflación para el próximo año (entre 12 y 17%).
Incluso los investigadores organizaron una "clase popular" en las inmediaciones para protestar contra los recortes presupuestarios a la ciencia.
Desde la oposición, distintos referentes criticaron el contenido del discurso por considerarlo vacío.
"Para unir a los argentinos hay que tener acá un discurso mucho más autocrítico, mucho más moderado y no un discurso de 'autoelogio' permanente, provocador, porque eso no une a los argentinos", opinó a la salida el diputado peronista Felipe Solá.