Detrás de la carrera por miles de millones, el objetivo es una economía verde
Más allá de conseguir 100.000 millones de dólares para la conferencia de Paris sobre el clima, el objetivo de la movilización internacional por dinero para el ambiente es el de llegar a una "economía verde".
"El desafío de las negociaciones, a la larga, es el de crear un contexto que incite a la inversión privada a participar de la lucha contra el recalentamiento del clima", dijo en Lima a la AFP Josué Tanaka, director encargado del cambio climático del Banco Europeo de Reconstrucción y Fomento.
La búsqueda de miles de millones de dólares para ayudar a los países pobres debe también servir para convencer a los financistas privados a contribuir a "descarbonizar" la economía mundial a fin de conseguir bajar en 2 grados centígrados la temperatura del planeta hacia el año 2100.
"El papel del sector financiero es crucial. Si los gobiernos dan una señal clara sobre la dirección y la velocidad de la transición, como calcular la reducción de las emisiones, el sector financiero encontrará cómo ganar a largo plazo en la economía verde", dijo a la AFP Rachel Kyte, responsable del área de clima del Banco Mundial.
Si el precio del carbono es fijado en un nivel alto, una inversión "verde" destinada a limitar las emisiones será en consecuencia más rentable y apetecible.
"La gran pregunta es: ¿después de la cumbre de París comenzará una tendencia clara que muestre cómo esos precios pueden evolucionar?", cree Tanaka.
"Los fondos de los países desarrollados son esenciales para confiar en que los países en desarrollo serán apoyados y asumirán compromisos fuertes en Paris, pero necesitamos miles de millones de dólares", explicó a AFP Joe Thwaites analista de recursos del World Resources Institute.
"Un desplazamiento"
El estudio del aspecto financiero está en curso tanto en la ONU como en el Consejo de Estabilidad Fianciera que reúne a bancos centrales y expertos en regulación financiera. Y parecería que el mundo de las finanzas está mirando el tema con interés.
"Estamos a las puertas de un cambio, de un nuevo sistema económico bajo en carbono que empieza y se ve que el sector privado va en esa dirección; incluso más lejos que los gobiernos", aseguró Janos Pasztor, conocido como el "Míster Clima" del secretario general de la ONU Ban Ki-moon.
"Observamos un desplazamiento de los mercados hacia una emergente finanza verde", dice por su lado Achim Steiner, director del programa de la ONU para el ambiente (Pnue).
Pasztor observa varias señales de ese cambio: el compromiso de instituciones financieras para apoyar inversiones bajas en carbono, el desarrollo de "obligaciones verdes" (títulos para financiar proyectos ambientales), más inversores interesados en incluir el mercado del carbono en sus carteras y el aumento de los seguros contra desastres climáticos.
Empero esa transformación debe hacerse cautelosamente para evitar turbulencias.
Si los inversores deben reevaluar brutalmente sus proyectos para adaptarse a los nuevos tiempos "potencialmente se podrían desestabilizar los mercados", estimó a fines de setiembre Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra.
"No hay información adecuada para manejar esa transición en el mercado", añadió el jueves en Lima.