Berlín vincula la entrada del FMI en el rescate griego a reformas urgentes en Atenas
El Gobierno alemán vinculó hoy la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el tercer rescate a Grecia a la rápida implementación del primer paquete de ajustes y reformas por parte de Atenas, siguiendo lo pactado.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, aseguró en un encuentro rutinario con medios de comunicación que el FMI decidirá si se suma al nuevo programa heleno, de hasta 86.000 millones de euros, una vez que Atenas haya cerrado "con éxito" de la primera parte del tercer rescate.
Para entonces el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras tendría que haber implementado una serie de medidas, que Seibert no especificó pero que están detalladas en el nuevo memorando firmado entre Atenas y los acreedores, al que el Eurogrupo dio su visto bueno el viernes.
"Espero que haya un cierre exitoso de la primera revisión del programa para Grecia en octubre, para que el FMI pueda dar su visto bueno", argumentó Seibert.
La participación del organismo internacional que dirige Christine Lagarde se hablará entonces, dejando a entender que la voluntad reformista del Ejecutivo de Tsipras tendrá un papel notable en la decisión final del FMI.
Seibert indicó asimismo que el Gobierno alemán valora que ya no se hable de una quita de la deuda pública griega, un "haircut" en la jerga financiera, "como sucedió durante un tiempo", ya que esta medida "no es posible por razones legales".
El FMI ha señalado en varias ocasiones que sólo participará en un nuevo rescate a Grecia si considera que su deuda es sostenible y cree que el Estado heleno está capacitado para devolverla.
La institución multilateral se reunirá en otoño para volver a analizar la sostenibilidad de las arcas griegas tras los últimos acontecimientos.
Seibert destacó que, como señaló ayer la canciller Angela Merkel, la única solución para aligerar la deuda griega es una reestructuración, esto es, prolongar los plazos de devolución o reducir los tipos de interés pactados.
Ahí está, a juicio de Berlín, el único "margen de maniobra" para Atenas, al que Berlín estaría abierto, como ya ha apuntado la canciller en varias ocasiones.
El portavoz del Ministerio de Finanzas alemán, Jürg Weißgerber, puntualizó no obstante a este respecto que "no se puede hablar aún de un plan para aligerar la carga de la deuda".
Seibert destacó que otros miembros de la eurozona con problemas han aplicado las "recetas" propuestas por Alemania, "solidaridad a cambio de esfuerzos propios", y que han obtenido "resultados".