Alemania refuerza control de inversiones extranjeras con la mira puesta en China

Foto ilustrativa. En la imagen, una grúa que transporta un contenedor en el puerto de Hamburgo, Alemania. / EFE/Archivo
Afp
19 2018 - 12:16

El gobierno alemán reforzará este miércoles el control sobre las inversiones no europeas en los sectores estratégicos, una medida adoptada con la mirada puesta en China, que muestra un creciente apetito por las joyas económicas de la principal potencia europea.

Este proyecto de decreto, discutido en el consejo de ministros, rebajará a alrededor de 10% del capital, en lugar del actual 25%, el umbral a partir del cual Berlín puede bloquear una inversión extranjera en algunas empresas.

Esta medida, controvertida en un país basado en las exportaciones, pretende vigilar de cerca "las infraestructuras sensibles" para saber "quién las compra y qué consecuencias tiene", explicó este miércoles el ministro conservador de Economía, Peter Altmaier.

Los sectores afectados serán el de defensa, telecomunicaciones, gas, electricidad, agua corriente y los medios de comunicación, informó el dirigente.

Después de que lo apruebe el gobierno, este decreto podría ser derogado durante los cuatro meses de proceso legislativo, pero esta hipótesis resulta improbable.

Apetito chino

Alemania genera desde hace tiempo un gran interés entre los inversores extranjeros gracias a sus empresas punteras a nivel tecnológico y con una gran presencia internacional.

Berlín y otras capitales mostraron en los últimos años su preocupación ante el interés creciente de los grupos chinos para invertir en los aeropuertos, puertos o grupos tecnológicos europeos.

A finales de noviembre, la inquietud creció en Alemania tras el anuncio de la marcha del presidente del directorio del fabricante de robots alemán Kuka, Till Reuter, que abandonó el grupo solo dos años después de que este fuera adquirido por Midea, el gigante chino del sector electrodoméstico.

Berlín ya había reforzado a mediados de 2017 la reglamentación de las inversiones extranjeras, aumentando hasta 4 meses, en lugar de 2, el tiempo para tratar las ofertas y ampliando la capacidad de intervención de las autoridades en aquellas empresas que desarrollen programas utilizados en sectores estratégicos.

Sin embargo, Alemania no puso ninguna pega en febrero cuando el millonario chino Li Shufu se hizo con el 10% del fabricante automovilístico Daimler.

En cambio, Berlín sí que movió sus hilos en julio para hacerse con el 20% del capital de la compañía eléctrica 50Hertz a través del banco público alemán KfW, para evitar que un grupo chino invirtiera en la empresa.

"Gestionar intereses contradictorios"

Desde 2004, entre 80 a 100 inversores extracomunitarios fueron examinados por las autoridades alemanas "sin ser vetados" tras hacerse con más del 25% de una empresa alemana, indicó a la AFP el Ministerio de Economía.

"Esto muestra que aplicamos con precaución los instrumentos de nuestra legislación en el comercio exterior y que Alemania sigue siendo uno de los países más abiertos en el mundo para invertir", añadió la misma fuente.

"Esperamos que Alemania permitirá un acceso a un mercado justo y abierto para las empresas internacionales que invierten en Alemania, incluidas las chinas", aseguró este miércoles un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, quien lamentó que este tipo de medidas envía "un mensaje equivocado al mundo" en un momento en que "el proteccionismo y el unilateralismo se acentúan".

El actual proyecto del gobierno también genera reticencias significativas en la industria alemana.

Estos cambios se producen "en un contexto crítico con la política económica, en el que hay que gestionar intereses contradictorios" entre la voluntad de proteger la economía y ser un país abierto a nivel internacional, explicó a la AFP Volker Treier, director de negocios internacionales en la Asamblea alemana de las cámaras de comercio (DIHK).

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