Directivo del mercado financiero presidirá el Banco Central de Brasil
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, lanzó hoy un nuevo guiño a los mercados con la elección del economista del Itaú Unibanco, Ilan Goldfajn, como nuevo titular del Banco Central.
El nombramiento fue anunciado hoy por el nuevo ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, también exbanquero, que fue jefe del emisor brasileño durante el mandato del expresidente de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Goldfajn, de 50 años, será el encargado de coordinar la política monetaria y cambiaria del país, en un momento en el que Brasil se encuentra sumergido en su peor recesión desde 1930 y enfrenta una elevada inflación, que en 2015 se ubicó en 10,67 %.
El nuevo presidente del Banco Central ha sido crítico de las políticas de elevados intereses aplicadas en los últimos años para controlar el alza de los precios, uno de los principales quebraderos de cabeza de su antecesor, Alexandre Tombini, quien continuará en la administración brasileña.
Tras el anuncio, Tombini elogió en un comunicado a su sucesor, de quien dijo que es un "profesional reconocido, con larga experiencia en el sector financiero brasileño" y "amplia visión de la economía nacional e internacional".
Goldfajn se desempeñaba hasta ahora como economista jefe del Itaú Unibanco, la mayor entidad privada del país, pero conoce las entrañas del Banco Central ya que fue director de Política Económica entre 2000 y 2003.
En su condición de presidente del Banco Central, el economista tendrá "autonomía en sus decisiones", lo que, según explicó Meirelles, será formalizado en la Constitución, pero perderá el estatus de ministro que mantuvo ese cargo en los últimos diez años.
"La autonomía estará garantizada por la Constitución. Va a ganar la formalización de lo que hoy es un acuerdo verbal", señaló Meirelles en una rueda de prensa en la que presentó a una parte de su equipo económico.
Meirelles también reveló que el economista Marcelo Caetano será el nuevo secretario del área de jubilaciones y pensiones, para la que el Gobierno de Temer planea una profunda reforma que será debatida en los próximos 30 días con los sindicatos, que ya han adelantado su resistencia.
A pesar de la presión del mercado financiero, el ministro de Hacienda evitó anunciar medidas concretas hasta conocer el verdadero estado de las debilitadas cuentas públicas.
"Cualquier decisión que se tome es prematura antes de analizar los números", recalcó Meirelles al ser cuestionado sobre una eventual subida de tributos.
El ministro de Hacienda insistió en que el principal objetivo del Gobierno es el de recuperar la "confianza de los inversores" lo que, en su opinión, ya avanzó con el "cambio de Gobierno" y la reducción de la "incertidumbre".
Meirelles asumió el cargo de ministro el pasado jueves, después de que Temer tomara las riendas de la presidencia interina de Brasil en sustitución de la mandataria Dilma Rousseff, separada de su cargo por el Congreso para enfrentar un juicio político con fines destituyentes.
Temer confió a Meirelles la deteriorada economía de Brasil, a la que pretende darle un giro conservador con el fin de reequilibrar las maltrechas cuentas del país, que en 2015 tuvieron un déficit fiscal primario de 111.249 millones de reales (unos 31.785 millones de dólares).
Para ello está dispuesto a aplicar un severo ajuste fiscal, el mismo que la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, intentó llevar sin éxito hasta el Congreso, que fue hostil con las medidas presentadas por la mandataria a lo largo de su segundo mandato.