La actividad económica de Honduras cae un 9,5 % hasta septiembre por la covid-19
La actividad económica de Honduras se contrajo a un ritmo del 9,5 % entre enero y septiembre de 2020 por los efectos de la covid-19 y las medidas de restricción aplicadas por las autoridades para frenar la expansión del virus, informó este domingo el Banco Central.
La entidad publicó el informe del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) hasta septiembre, un indicador que mide los principales sectores de la actividad económica de un país y es utilizado para la toma de decisiones de inversión.
La economía hondureña en los primeros nueve meses registró una contracción del 9,5 % debido a las medidas preventivas aplicadas por las autoridades para evitar un mayor contagio y propagación de la enfermedad.
Honduras registra más de 2.900 fallecimientos y 107.513 contagios por coronavirus desde marzo, cuando se reportaron los primeros dos casos, según cifras oficiales.
La producción de bienes y servicios del país disminuyó en el primeros nueve meses debido a la "crisis sanitaria que enfrenta el país a partir de la segunda quincena de marzo, cuyo mayor impacto fue en los meses de abril y mayo", enfatizó el Banco Central.
El descenso en los primeros nueve meses incidió en una reducción interanual de 4,3 % en la producción nacional con respecto a la reportada en el mismo periodo de 2019 (8,9 %).
Las actividades que registraron mayor contracción entre enero y septiembre fueron hoteles y restaurantes (51,8 %), construcción privada (30,1 %), industria manufacturera (17,9 %), transporte y almacenamiento (17,8 %), comercio de bienes (13,8 %) e intermediación financiera (1,6 %).
El sector de telecomunicaciones registró un alza de 4,1 %, mientras la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca denotó una contracción de 3,1 %.
El producto interno bruto (PIB) del país centroamericano caerá este año entre un 7 % y un 8 % por el impacto del virus, según la última actualización del Programa Monetario 2020-2021.
El PIB, según el emisor, bajará por la contracción del consumo e inversión privada, así como en las exportaciones de bienes y servicios.
La disminución también obedece al "decrecimiento" en sectores como la industria manufacturera, el comercio, los hoteles y restaurantes, la agricultura, el transporte y almacenamiento, y la construcción.