El impacto económico del cuatrerismo en Panamá, ¿Qué tan grave es el problema?
Ganadería en Panamá
Ciudad de Panamá/En las provincias la radiografía del cuatrerismo presenta serias fracturas. El peor escenario se encuentra en Panamá Oeste, donde el hurto de reses es de una docena para arriba, mientras que en Coclé no hay ternero que pueda dejarse solo en las fincas de ordeño, en tanto que en Los Santos y Colón el delito se agudiza, y en Chiriquí los cuatreros no duermen.
En Panamá Oeste el hurto de reses es “al por mayor”, y el último registro que tienen los ganaderos da cuenta de 17 reses víctimas en una sola noche de los facinerosos que operan en esta región.
A lo largo y ancho del país solo en Darién el abigeato ha bajado, debido en parte a la presencia en esa provincia del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), señaló el secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), Euclides Díaz.
Recientemente, en Alanje, provincia de Chiriquí, a un ganadero de apellido Villamil le hurtaron 14 reses de registro, ganado que sin ningún tipo de control administrativo pasó por la garita de Guabalá y fue a parar a Santiago de Veraguas, donde se subastó.
Las reses llegaron a la subasta con un ferrete que los cuatreros le pusieron encima del de Villamil, por lo que los administradores de este establecimiento no vieron ningún impedimento para vender los animales.
Este ganado pasó todos los controles sanitarios y policivos que hay en la garita de Guabalá, y solo cuando un comprador informó que había adquirido dos de estas reses se inició una investigación que dio con el resto.
Pero, cuando vino el proceso judicial, el juez de garantía no ordenó la detención del responsable de este delito, decisión que fue apelada por la fiscalía, aunque a la fecha el señalado no ha sido capturado.
Pese a que el abigeato es un delito de vieja data, en los últimos años se ha agravado, toda vez que “antes nos hurtaban una res o la descuartizaban y se la llevaban”, pero hoy día incluso llenan “camiones”, sobre todo en La Chorrera, Chiriquí y Los Santos, sostuvo José Concepción Sánchez, presidente de la Anagan.
Dijo que el mayor problema que se le presenta a los ganaderos es que este es un delito que se comete prácticamente sin testigos, por lo que es difícil aprehender infraganti a los cuatreros, y por ello al ir a un proceso judicial en el Sistema Penal Acusatorio, el cual describió como muy garantista, el Ministerio Público debe tener las pruebas en mano.
“Muchas veces uno da los indicios al Ministerio Público y algunas autoridades dicen que esto no es suficiente, lo que llena al ganadero de frustración, por lo que muchas veces no lleva las denuncias” al ente investigador, afirmó Sánchez.
El presidente de la Anagan no duda en afirmar que en Panamá Oeste y Panamá Este existen bandas dedicadas a hurtar reses, sobre todo a pequeños productores.
Y es que a través de los años los cuatreros han ido mejorando sus técnicas y ahora la modalidad es sacrificar las reses en los potreros para llevarse la carne, atentando contra la salud de los panameños que posteriormente consuman un producto que no ha pasado por ninguna inspección de salubridad.
“Este es un tema que complica más las cosas”, agregó Díaz, quien añadió que las pérdidas anuales del cuatrerismo al patrimonio de los ganaderos se calcula en más del millón de dólares anuales, contando las reses que los ganaderos dicen que no perderán el tiempo poniendo denuncias.
La semana pasada los ganaderos se reunieron con el Procurador General de la Nación, con el Ministro de Desarrollo Agropecuario, con los jefes de la Policía y de la Dirección de Inteligencia Judicial y representantes de los ministerios de Gobierno y de Salud, quienes se comprometieron a tomar acciones para enfrentar este delito.
De igual manera, los ganaderos se mostraron dispuestos a colaborar colocando, entre otras acciones, sus agentes de cobros en los puntos que tienen los municipios para la extensión de las guías y de los pagos de degüello, “de manera que allí vamos a contribuir con el personal de los municipios en la revisión de los ferretes, que es una de las debilidades desde el punto de vista administrativo que hay en el sistema de control, seguimiento y judicialización del delito de abigeato”.
Conflicto por el lago Bayano
En otro aspecto, la Anagan dijo estar pendiente de la decisión que tome el presidente de la República, Laurentino Cortizo, respecto al proyecto de Ley 246 de 2022, que cede la propiedad del lago Bayano a la comarca Guna de Madugandí.
“Para nosotros es bien conocido que todos los cuerpos de agua naturales, así como los embalses que construye el Estado catalogados de interés nacional son, valga la redundancia, del Estado, es decir, de todos los que habitamos en la República de Panamá, por lo que el referido proyecto de ley nos despoja de ese bien”, afirmó.
En un comunicado, los ganaderos afirman que “conocedores de la conducta cada vez más segregacionista de los Gunas, entendida como el régimen impuesto por una minoría dominante contra la mayoría, no podemos menos que solicitarle al presidente Cortizo que vete el proyecto de Ley 246, ya que la cesión de la propiedad del lago Bayano a los kunas de Madugandí será un motivo más para las disputas entre los pueblos de la región, que ya han cobrado más de una vida de humildes panameños”.