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Unicef aboga por el regreso de las clases presenciales

Foto ilustrativa de un aula de clases casi vacía
Foto ilustrativa de un aula de clases casi vacía / AFP
Urania Cecilia Molina - (Corresponsal Digital)
28 de enero 2021 - 06:10

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) publicó el documento Educación en Persona y Transmisión de la Covid-19: Revisión de la Evidencia en el cual destacó que aunque se reportaron “casos esporádicos” de infecciones de la Covid-19 en entornos escolares, se demostró que las escuelas son el lugar con menos riesgo de contagio dentro de una comunidad.

El informe está basado en una revisión de 20 publicaciones relacionadas con estudios de vigilancia nacional de escuelas reabiertas, estudios ecológicos, estudios de simulación de modelos de transmisión y estudios de rastreo; tenía la intención de responder las siguientes preguntas: “¿existe una conexión entre la educación presencial y el aumento de las tasas de transmisión de COVID-19 en la comunidad?, ¿existe un mayor riesgo de infección para los estudiantes en la escuela?,¿existe un mayor riesgo de infección para el personal de la escuela?”.

Las conclusiones preliminares que arrojó el estudio de la Unicef sugieren que la educación presencial, “especialmente cuando va acompañada de medidas preventivas y de control”, presentaba tasas de transmisión de la covid-19 más bajas si se compara con otros entornos de propagación del virus.

El oficial de Educación de Unicef en Panamá, Francisco Trejos, explicó que hasta la fecha hay estudiantes con más de 15 meses de no asistir a la escuela y es muy probable que muchos no regresen.

De hecho, Trejos estimó que en el mundo, unos 24 millones de niños y niñas sufrirán exclusión educativa, una situación de la cual no escapa Panamá con 46 mil estudiantes que el Ministerio de Educación no logró localizar durante el periodo escolar que acaba de pasar, lo que aumenta el problema de exclusión educativa que existe en el país. Una situación que de acuerdo a lo que comentó Trejos se reflejaba en que cuatro de cada diez niños o niñas no tenía acceso a la educación preescolar, mientras tres de cada diez no llegaba a la Premedia y cinco de cada diez no lograba entrar a la media académica.

Esta realidad causa mucha inquietud en Unicef, tal como lo expresó en un comunicado la directora ejecutiva de este organismo Henrieta Fore, explicó Trejos. Además reforzó su argumento basado en que ocho de cada diez niños que acceden a la educación a distancia, solo seis de cada diez lo hacen a través de plataformas virtuales, mientras que en los niveles socioeconómicos más altos, sólo dos de cada diez acceden a la educación a través de WhatsApp. La cifra aumenta a seis de cada diez en los hogares con menos ingresos, lo que significa que “es evidente que no todos están recibiendo la misma calidad de educación y hay un gran porcentaje que no tiene ni siquiera esta posibilidad”.

En ese sentido, Trejos indicó que se debe dar una respuesta a los niños y niñas que no tienen los medios para acceder a la educación a distancia o acceden con poca calidad, por lo que reiteró que el análisis de las publicaciones recopiladas por la Unicef dieron cuenta de que la educación presencial, especialmente cuando va acompañada de medidas preventivas y de control, presentaba tasas de transmisión de la enfermedad más bajas en comparación con otros entornos y esta apertura no parece haber contribuido significativamente a los riesgos de transmisión a la comunidad en general.

Agregó que existen "diferentes estrategias en educación como las tutorías, visitas domiciliarias, educación presencial o semipresencial que implican un contacto directo entre docente y estudiante, por lo tanto, se espera mejores resultados de aprendizaje”.

Trejos indicó que desde Unicef promueven un retorno a la escuela seguro, gradual y flexible, enfocado en las poblaciones infantiles en condición de pobreza y en la evaluación constante del contexto epidemiológico para la implementación de diferentes estrategias educativas.

En otro aspecto, el oficial de Educación de la Unicef, expresó que a pesar de que todavía no cuentan con suficientes pruebas para medir el efecto del cierre de las escuelas sobre el riesgo de transmisión de la enfermedad, las consecuencias adversas para la seguridad, el bienestar y el aprendizaje de los niños y niñas están bien documentadas.

En ese sentido, expresó que la interrupción de clases tiene consecuencias graves a largo plazo para las economías y las sociedades como, por ejemplo, el aumento de las desigualdades, peores resultados en materia de salud y menor cohesión social. “Los niños y niñas de las familias más pobres ya tienen casi cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuela primaria que los niños de las familias más pudientes”.

Añadió que, en muchas regiones del país, sobre todo en las comarcas, las escuelas brindan quizás la única oportunidad de tener acceso a una buena alimentación durante el día. Además la falta de clases presenciales provoca el deterioro paulatino de las habilidades de comprensión de asignaturas como lectura (español) y matemáticas.

Los reportes regionales, expresó Trejos, hasta diciembre 2020 indicaron que 13 países de la región de América Latina y el Caribe tenían escuelas completamente cerradas y a su vez 123 millones de niños y niñas no recibían clases presenciales en la región debido a los cierres.

Contrario a esta estadística 12 países, entre estos Nicaragua y Uruguay tenían las escuelas abiertas, mientras otros 11 (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Cuba, Ecuador, Paraguay, Perú, por mencionar algunos) funcionaban parcialmente de manera presencial. Trejos también mencionó que el 62% de los países de América Latina y el Caribe ya fijaron fecha para la reapertura de las escuelas para los meses de febrero y marzo.

Trejos además expresó que en los infantes, especialmente entre 0 a 5 años de edad, las interacciones con adultos y otros niños son claves para el desarrollo socio emocional, las habilidades en el lenguaje y otras. Además, las interacciones de niños y niñas de 0 a 3 años de edad con sus padres y madres son más importantes que otras. La falta de contacto con otros niños dadas las medidas de distanciamiento o cuarentenas durante la pandemia por Covid-19, podrían tener consecuencias negativas en su desarrollo.

“En edades tempranas, los padres pueden compensar esta falta de interacción con una crianza cariñosa y sensible, a través de la estimulación temprana o fomentando la comunicación con otras dinámicas. Por ejemplo, las pláticas constantes en el hogar, la lectura de cuentos, o el uso de tarjetas de animales u objetos para aprender sobre las onomatopeyas o sonidos”.

Por otro lado, los niños a partir de los 4 años deben comenzar a asistir a la educación preescolar y este es un entorno que a través del juego, el canto, el baile y otras dinámicas ayuda a potenciar las habilidades motoras, comunicativas, de pensamiento lógico y de desarrollo socio emocional, indicó Trejos, quien agregó que los niños aprenden con la ayuda de sus maestras o maestros, con sus compañeros y por supuesto con el apoyo desde casa.

La analista en Educación, Nivia Rossana Castrellón, explicó que la evidencia científica demuestra que a efectos de lograr los cuatro saberes de la educación, aprender a ser, a hacer, a aprender y a convivir, se hace imprescindible que haya espacios de interacción presencial.

Castrellón, en este contexto, sostuvo que la escuela juega un papel clave en los procesos de socialización y de construcción de la identidad del estudiante, porque hay etapas críticas que requieren que los niños, niñas y jóvenes tengan la oportunidad de asistir presencialmente y convivir en un ambiente apropiado para construir habilidades blandas como el trabajo en equipo y la autorregulación.

La modalidad presencial de la educación ofrece el espacio propicio para la formación de habilidades cognitivas, físicas y sociales de los niños, niñas y jóvenes, pero no solo eso, porque también favorece la nutrición y la salud a través de las medidas de talla y peso y los programas nutricionales. En la práctica, la escuela funcional debe disminuir las brechas, indicó Castrellón.

Con relación a la equiparación de oportunidades, la especialista señaló que la escuela es una plataforma que favorece la interacción con parámetros de mayor equidad. “La escuela funcional tiene el deber de crear oportunidades y de equilibrar las desigualdades sociales. La escuela funcional trasciende la instrucción y promueve la socialización y la gestión apropiada de los conflictos”, indicó.

Con relación a regresar a las aulas de clases, Castrellón, aseguró que la evidencia demuestra que es factible volver siempre que se cumplan con los protocolos de bioseguridad y haya acceso a agua en los planteles escolares. De hecho, señaló que con la posibilidad de la vacuna de los educadores en el Grupo 2, se hace mucho más factible que ello ocurra y recordó que en países como Uruguay donde tienen el Plan Ceibal (sistema educativo alterno,100% virtual), comenzaron el retorno presencial de manera paulatina a clases.

El dirigente magisterial, Humberto Montero, expresó que ante la situación sanitaria que vive el país como consecuencia de la Covid-19 las clases deben mantenerse a distancia, porque el Ministerio de Educación no garantiza que los centros escolares tendrán las condiciones de bioseguridad para proteger a los educadores, educandos y el personal administrativo si en el 2021 las clases se den de forma presencial o semipresencial.

Montero indicó que las autoridades de Educación conocen que los gremios magisteriales apoyan al 90% de los padres de familia, los cuales no están de acuerdo con el regreso a clases de manera presencial o semipresencial hasta que la situación de la pandemia mejore. Incluso añadió que aún con la vacuna no avalan que los estudiantes regresen a clases, porque solo garantiza inmunidad para los educadores. Otro aspecto que destacó Montero es que las escuelas carecen de un protocolo de bioseguridad, así como de los insumos necesarios para proteger a la población educativa.

Por su lado, Guillermo Chávez, presidente de la Asociación de Padres de Familia de la escuela Guillermo Endara Galimany, expresó que el regreso a clases tiene que ver con la salud y la vida de los estudiantes, los educadores y las familias.

En este aspecto, Chávez expresó que seguramente dada la juventud de los estudiantes la mayoría puedan superar sin problema la infección de la Covid-19, pero deben pensar en la minoría que se puedan agravar, porque sería una “irresponsabilidad” exponerlos a un desenlace fatal.

Además expresó que independientemente de los resultados del informe de la Unicef, en Panamá se deben tomar en cuenta situaciones como que los estudiantes no viven cerca de las escuelas en las que estudian y que actualmente muchos padres de familia se encuentran en malas situaciones económicas, algunos sin trabajo y otros con contratos suspendidos.

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