El Juan Demóstenes Arosemena: Las súplicas de una gloria que fueron escuchadas por el gobierno

Vistas aéreas del estadio Juan Demóstenes Arosemena
Vistas aéreas del estadio Juan Demóstenes Arosemena

Tras varios reportajes realizados por TVN Noticias, donde se dejó al descubierto la decadencia en el que se encuentra el estadio Juan Demóstenes Arosemena, finalmente el presidente Laurentino Cortizo se comprometió a ponerle fecha de cumpleaños a la remodelación del estadio, luego de realizar un recorrido por sus instalaciones.

El estadio Juan Demóstenes Arosemena fue concebido como un escenario de primer mundo para el deporte nacional e internacional. Desde su inauguración en 1938, se convirtió en el epicentro de memorables eventos deportivos, como aquella vez que Ismael Laguna se coronó Campeón del Mundo de los pesos ligeros al destronar al puertorriqueño Carlos Ortiz en 1965. Un hecho que marcó a cada uno de los 15 mil fanáticos que abarrotaron el coloso de Cabo Verde.

Hablar del Juan Demóstenes Arosemena, es añorar la mejor época del béisbol nacional. Las décadas del 80 y 90 cuando Panamá Metro, Herrera, Los Santos y Chiriquí eran dueños absolutos de la pelota criolla. Equipos que hacían que los boletos se vendieran como pan caliente y que los fanáticos viajaran desde todas partes de la ciudad para conseguir un lugar dentro del estadio y disfrutar de un gran espectáculo.

Hay cosas muy emocionantes que pasaron en el Juan Demóstenes, por ejemplo, los famosos chupones de naranja. Todo el que haya venido a ver un partido de béisbol aquí, recordará como las barras rivales se tiraban chupones de naranja en medio del calor del juego.

Si bien, el Juan Demóstenes fue un polideportivo en el que se realizaban otras actividades distintas al béisbol, sin duda representaba la casa del equipo metropolitano, un estadio que vio formarse a futuros grandes ligas como Roberto Kelly y José Macías, así lo afirma Elpidio Pinto, histórico lanzador del equipo metropolitano con más de 20 años de carrera y figura indiscutible en la historia del béisbol nacional.

“Los boletos se acababan muy temprano. Las filas eran inmensas, la gente llegaba, se vendía frituras por todos lados, todo el mundo quería estar viendo el partido, especialmente esas finales Metro-Chiriquí, Metro-Herrera, Metro-Los Santos, fueron momento inolvidable”, recuerda Pinto.

Pero el tiempo no pasa en vano y con los años, el gran estadio que una vez recibió los mejores eventos deportivos se fue deteriorando ante la mirada desinteresada y la poca voluntad de los gobiernos de turno.

En 1991 por ley, el estadio y sus terrenos administrados por el Estado, fueron traspasados al INDE (hoy Pandeportes). A finales de los 90’ la estructura del estadio estaba seriamente comprometida, con paredes muy deterioradas, filtraciones que inundaban varios sectores por debajo de las gradas principales y el riesgo de desplomarse en cualquier momento.

“Cuando llovía las filtraciones de agua eran inmensas, uno se daba cuenta que el estadio se estaban cayendo a pedazos. Se convirtió en un riesgo muy grande para los atletas y los fanáticos. Por eso era importante cerrarlo, para evitar riesgos mayores”, aseguró el exbeisbolista.

Pero no es hasta 2003 que se llevó a cabo una primera remodelación de su estructura, desde su construcción en 1938. Sin embargo, con la inauguración del Estadio Rod Carew en 1999, el Juan Demóstenes entró en desuso y cayó en el olvido.

Un veto que pudo cambiar la historia

En 2004, se aprobó en tercer debate el proyecto de ley que declaraba al Juan Demóstenes Arosemena, Monumento Histórico Nacional, pero el veto de la entonces presidenta de la república, Mireya Moscoso impidió su ejecución por considerarlo 'inexequible e inconveniente'.

Trece años después, en diciembre de 2016 se dio la orden para su nueva remodelación a un costo de 14 millones de dólares. Las esperanzas de remodelar el estadio llenaron de ilusión a los fanáticos con una licitación que prometía abrir nuevamente las puertas del coliseo. La empresa constructora presentó la maqueta y parecía que los años de gloria volverían a Curundú.

Pero como casi siempre, la burocracia estatal hizo gala de su presencia y preso de la desidia, volvió a quedar en el abandono.

Las súplicas fueron escuchadas

Hoy, cinco años después y tras varios reportajes realizados por TVNNoticias, finalmente el presidente Laurentino Cortizo se comprometió a ponerle fecha de cumpleaños a la remodelación del estadio, luego de realizar un recorrido por sus instalaciones. Cortizo enfatizó que no se otorgarán adendas al contrato y que el compromiso de la empresa es que los trabajos culminen en diciembre de 2022, para que en 2023 se realicen allí los torneos del Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil y Mayor.

"Cuando se termine de construir, lo más importante es tener al personal que lo administre correctamente, porque hemos visto que Pandeportes hace enormes estadios y al par de años están inservibles nuevamente. La clave es el mantenimiento y respetar la inversión hecha, para que los fanáticos puedan disfrutar de un gran béisbol", finalizó Pinto.

Para saber

  • El coliseo de edificó en el área de Curundú sobre una superficie de 3.75 hectáreas para albergar unas 25 mil personas y su costo en aquel momento fue de 300 mil dólares.
  • Fue inaugurado para los IV Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados del 5 al 24 de febrero de 1938 y sus instalaciones se utilizaron para las competencias de béisbol, campo y pista.
  • Su nombre original era Estadio Olímpico Nacional, pero en 1956 se promulgó la ley que cambió su nombre a Juan Demóstenes Arosemena en honor al presidente fallecido en el cargo en diciembre de 1939.
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