Tratado de Promoción Comercial: Un reto que deberá enfrentar el nuevo gobierno

Ciudad de Panamá/El sector agrícola de Panamá juega un rol crucial en la economía del país y en la seguridad alimentaria de la población. Además, contribuye al PIB y genera empleo a una parte importante de la población rural e indígenas. A nivel de comercio, existe una serie de acuerdos y convenios para la comercialización de productos de diversos sectores, entre ellos, productos de distintos rubros del sector primario.

Uno de estos es el Tratado de Promoción Comercial (TPC), firmado con los Estados Unidos, en donde se estableció un artículo para revisar la implementación y operación, con todo lo relacionado al comercio de mercancías agrícolas. Dicha revisión, según lo acordado, debe realizarse en el año 14 después de la entrada en vigor —que fue el 31 de octubre de 2012—.

El sector agrícola panameño ha expresado que se debería hacer la revisión y, posteriormente, continuar con la renegociación del tratado con miras a promover nuevas condiciones de comercio para una serie de rubros sensitivos, que no afecten la producción agrícola nacional.

Sin embargo, también reconocen que habrá dificultades para que los Estados Unidos acepte renegociar un acuerdo que ya a ellos les genera un beneficio.

Yo dificulto, honradamente, que los Estados Unidos esté dispuesto a renegociar algo que le ha sido beneficioso”, expresó Augusto Jiménez, productor de Tierras Altas.

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Desde su punto de vista, hubo una “cortina de humo” al establecer el término “revisión” y no “renegociación”, porque hay situaciones irregulares con las normas de calidad que se dan en la importación de productos, que suceden por la “falta de reglamento técnico”, como, por ejemplo, “la comercialización de carne congelada de quién sabe cuánto tiempo”.

No obstante, dijo que, a nivel de la Organización Mundial de Comercio (OMC) Panamá cumple con un reglamento técnico, pero solo de dos rubros: papa y cebolla. Faltando todos los demás rubros sensitivos.

Yo no le temería al alcance del TPC, siempre y cuando tuviéramos esa herramienta aquí, que no son negociables, no se negociaron al TPC”, indicó Jiménez.

De acuerdo con el abogado, dichos reglamentos técnicos quedaron establecidos en la Ley 53 de diciembre de 2007, y estaban por encima de los acuerdos comerciales de ambos países, pero, aún Panamá no se ha podido apalancar de esa herramienta.  

Los seis rubros sensitivos que refiere son: el arroz, carne de res, pollo y cerdo, maíz y leche.

La solución, para Jiménez, será el apalancamiento de las normativas establecidas en los convenios internaciones, sin embargo, agrega que se debe realizar un trabajo interno de adecuación institucional.

Aquí no se puede importar una libra de cebolla con más de 75 días de cosecha, y eso ha permitido que el consumir tenga productos de calidad. Antes nos importaban productos de un año, y eso está pasando en los otros rubros”, explicó.

Jiménez, quien también es asesor en la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Chiriquí (Cciap), reconoce que las importaciones son necesarias como complemento, más no como sustituto y lo que se debe hacer es cumplir con las normativas para que haya un orden en el tema. 

A su juicio, se deben implementar y ejecutar políticas públicas que vayan de acorde con la realidad agrícola del país, con el objetivo de brindar una seguridad alimentaria y establecer los mecanismos para respaldar al sector primario.

Intentos de renegociación

En 2022, la Cancillería envió notas formales dirigidas a Thomas Vilsack, secretario de Agricultura de los Estados Unidos y a Katherine Tai, representante comercial, en donde se expresaba la "intención del Gobierno Nacional de invocar los mecanismos para realizar ajustes previstos en el Tratado", en referencia a rubros de especial interés social o sensitivos, como el arroz, la leche y sus derivados, y la carne de pollo y puerco.

También, en 2023 en ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, y el presidente Laurentino Cortizo, encabezaron distintas reuniones con funcionarios de los Estados Unidos para abordar la situación, sin embargo, hasta el momento los Estados Unidos aún no da luces de aprobar una "renegociación".

Lo cierto es que, en 2026 se cumplirá el tiempo oportuno para hacer las revisiones, las cuales estarán a cargo de una Comisión de Revisión Agrícola, según lo establecido en el artículo 3.19 del TPC, misma que deberá elaborar un informe y presentarlo ante las autoridades designadas para el tema en cada país.

En ese mismo año, se prevé que la desgravación arancelaria a 0% se manifieste en la carne de res deshuesada, maíz, la carne de cerdo, de la leche y del concentrado de tomate, dejando sin rpotección ante la importación.

Otros retos

Antes de ser electo, en la primera semana de abril, el presidente electo, José Raúl Mulino, acudió a una reunión con los organizadores del debate agropecuario para conocer sus preocupaciones y firmar un compromiso, es decir, una hoja de ruta a seguir para la sostenibilidad y desarrollo de este.

Jiménez detalló que, al ser pública la cercanía de Mulino, con el expresidente Ricardo Martinelli, el gremio expresó su preocupación, recordando las decisiones “lesivas” que tomó en su administración, las cuales “casi hicieron desaparecer el sector primario”.

Él solicitó sumarse a la hoja de ruta, al compromiso, del sector agropecuario nacional. Para nosotros es una preocupación, toda vez que en la administración Martinelli, para el sector agropecuario fue lesiva y nefasta”.

Entre los principales retos que plantea el sector agrícola, de acuerdo con Jiménez, será la modernización de las instituciones dedicadas a trabajar los temas con el sector agropecuario, cumplir con lo acuerdos de importaciones, dar continuidad al Consejo de Cumplimiento y seguimiento de la Política Agroalimentaria de Estado (PADE), priorizar las inversiones del presupuesto asignado en el MIDA, respetar los temas legales que se ya se han planteado, estrategias de vanguardia, entre otros.

Será la colaboración entre el sector público y privado, así como las normativas internacionales, serán esenciales para abordar de manera integral los retos del sector.