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Entre agricultura y emprendimiento: los panameños que enfrentan la pandemia fuera de la ciudad

La Contraloría General de la República no maneja cifras sobre la migración interna en Panamá

Muchos panameños que migraron a la capital en busca de mejores días se vieron obligados a regresar debido a la crisis económica generada por la pandemia

Fredy Núñez es técnico en audio para conciertos, ahora hace muebles a base de palets
Fredy Núñez es técnico en audio para conciertos, ahora hace muebles a base de palets / Cortesía

El 9 de marzo del 2020, las autoridades del Ministerio de Salud convocaban a una conferencia de prensa. Se había registrado el primer contagio por COVID-19. Situación que cambiaría los planes de miles de panameños que tendrían que encontrar fuera de la ciudad un refugio de resistencia para sobrevivir a la crisis económica desatada por la pandemia.

Muchas actividades económicas se tuvieron que paralizar de inmediato, pues su desarrollo pondría en riesgo la salud colectiva de quienes participaban de las mismas, con esto cientos de panameños quedaron suspendidos de sus labores, obligados a quedarse en casa con la esperanza de que la situación sanitaria mejorara pronto para volver a generar ingreso.

Con nueve meses de pandemia, algunos han tenido la suerte de poder volver a sus empleos ya sea bajo la figura de jornada laboral reducida o con tiempo completo, sin embargo, a la fecha el Ministerio de Trabajo (Mitradel) mantiene una cifra de más de 100 mil contratos suspendidos.

Muchos guardan la esperanza, contra todo pronóstico por el aumento de casos, de que su posición mejore con la llegada del 2021, pero hay otros que tienen que esperar la llegada de la vacuna y la inmunización de la población para poder volver al ruedo con todas las consecuencias que el parón económico ha significado, hablamos de la industria musical.

Fredy Núñez, un joven 29 años es uno de ellos, quien es técnico en la instalación de audios para conciertos, trabajo que venía realizando hacía más de 5 años, ahora lo encontramos en su casa en El Roble de Aguadulce, "haciendo de todo un poco para poder sobrellevar la situación".

Núñez contó a TVN-2.com, que está suspendido desde el 15 de marzo, luego de que se anunciaran los primeros casos y las medidas mitigación, inmediatamente se regresó a su casa donde vive con su esposa y dos hijos. Por ser una persona que ha aprendido muchos oficios, como él nos cuenta, ha podido generar uno que otros ingresos.

Recordó que los primeros 4 meses la empresa les entregó un bono a sus empleados, luego de eso construyó un huerto en su casa donde sembró pepinos, pimentones, maíz, tomates y todo lo que podía para sobrellevar tanto el estrés de la cuarentena, como para generar sus propios alimentos. Posteriormente inició un emprendimiento de muebles rústicos a base de palets de madera.

Manifestó que con este emprendimiento genera lo suficiente para suplir sus necesidades básicas, pero no es suficiente para cumplir con todas sus obligaciones. “Por ahora para llevar la situación en casa me ayuda, aunque no para cubrir todos los gastos como las deudas de la casa, pero sí para lo más primordial”, sostuvo.

Señaló que no tiene expectativas para el 2021 debido a que “estamos sujetos a que llegue la vacuna al país y se pueda inyectar a la mayoría de la población para poder volver a lo que teníamos antes de la pandemia, pero ahora mismo nadie habla sobre la apertura del bloque seis”, por lo que sus expectativas son pocas.

En igual situación, aunque un poco más marcada está el acordeonista Manuel Quintero, del conjunto ‘La Dinastía Quintero’, quien recuerda con tristeza que su último toque fue 11 de marzo en Yaviza de Darién. Todos los toques que tenían programados para el año se vieron malogrados, y a diferencia de otros afectados, asegura que no han recibido ningún tipo de ayuda por parte del gobierno.

Manuel Quintero, acordeonero de 'La Dinastía Quintero'.
Manuel Quintero, acordeonero de 'La Dinastía Quintero'. / Cortesía

Con la paralización de las actividades bailables, él y los miembros de su conjunto tuvieron que regresar a casa y sobrevivir con los pocos ahorros que tenían, y que ya se han agotado. Actualmente se dedica a trabajar la tierra en su natal Darién, donde cosecha yuca, ñame y otros rubros que luego vende para poder sobrevivir mientras dure la pandemia.

Quintero envió un mensaje al gobierno para que se pronuncien sobre el futuro de esta actividad: “miren hacia nosotros, nadie se ha pronunciado, será que piensan que todos somos de una buena economía, no es así, la situación está muy difícil y estamos olvidados”, lamentó diciendo que esto ha sido un declive inesperado.

Lo que más extraña el músico es precisamente generar sus propios ingresos sin tener que depender del gobierno, además de poder tocar en las diferentes fiestas siendo auto sostenible.

Dijo que no solo están perdiendo meses donde generaban grandes ganancias como noviembre y diciembre, sino que también perderán los carnavales que no se realizarán. Para él no hay esperanza de que esto mejore en el 2021.

“Esto es muy triste, sin esperanzas ni siquiera de los carnavales porque no habrá. Siendo sincero pienso que todavía para el 2021 no habrá bailes”, aseveró Quintero.

Por su parte Núñez, aunque es consciente de que el futuro para la industria musical y de entretenimiento es completamente incierto y sombrío, guarda la esperanza de que mejore en cuanto avance el año 2021, mientras tanto continuará con su pequeño emprendimiento, además de hacer fuentes para el jardín de la casa y potes de tronco.

“Gracias a Dios me han salido clientes y estoy dándole, de poco a poco y comprando herramientas que también son necesarias para poder continuar haciendo muebles”, indicó.

Núñez comentó que antes de la pandemia tenía un ingreso de mil dólares, sumado al salario de su esposa lo que les daba estabilidad, pero con la reducción de ingresos su estilo de vida ha tenido que cambiar para solventar los gastos que son prioridad.

Aunque suene trillado, hizo el llamado a las personas a “no bajar la guardia, continuar con las medidas de bioseguridad, no hacer reuniones que aglomeren personas y a cuidar a su higiene por el bien, no solo de los que están suspendidos o sin trabajo, sino de todo el país, ya que hasta los que están trabajando lo hacen con salario recortado”.

A medida que los meses avanzaban y las empresas resentían los efectos de la pandemia, en redes sociales y medios de comunicación veíamos el gran movimiento de personas desde la capital hacia el interior del país, algunos entrevistados comentaban que habían quedado sin trabajo y recursos para mantenerse en la ciudad por lo que preferían regresar a sus pueblos.

Consultamos con la Contraloría General de la República para conocer si manejaban datos sobre la migración hacia el interior del país y puntos fuera de la ciudad capital, pero por el momento no cuentan con estas estadísticas.

Mientras que el Mitradel extendió de manera progresiva y por actividad económica, la suspensión de contratos hasta junio del año entrante, el gobierno sigue pidiendo préstamos millonarios y anuncia modificaciones en la entrega del vale digital. Muchas familias siguen luchando por sobrevivir a la pandemia, pero esta situación podría empeorar si se da un nuevo cierre por el repunte de casos, lo que muchos expertos han calificado de catastrófico para la economía nacional.

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