Las secuelas de la Covid-19 de larga duración

Ciudad de Panamá, Panamá/Unas 200 secuelas en la población adulta que padeció Covid-19 identificó la comunidad científica de Cleveland Clinic de Estados Unidos, un centro médico académico sin fines de lucro que integra la atención clínica y hospitalaria con la investigación y la educación.

Y es que la presencia de personas que manifestaban síntomas sin causa aparente de mucha debilidad, dolor severo en las articulaciones, falta de concentración o se le olvidaban las cosas prendieron las alertas de los sistemas sanitarios en el mundo.

Ahora se conoce que la fatiga, el dolor de cabeza, los desórdenes de atención, la caída del cabello, disnea, pérdida total del olfato (anosmia), dolor en las articulaciones y tos, malestares y dolor en el pecho, pérdida de memoria y náuseas se cuentan entre las secuelas más significativas de las que a mediano y largo plazo provoca la Covid-19 en personas que la padecieron.

Estos padecimientos pueden extenderse por semanas y meses.

Sin embargo, no son las únicas porque el hallazgo de estos científicos muestra un listado de 200 síntomas que afectan los diferentes sistemas y órganos del cuerpo como son el respiratorio, neurológico (cambios en sabor, olor), cardiovascular (tromboembolias, palpitaciones), digestivo, músculo- esquelético, reproductivo (alteración de los ciclos menstruales) y los riñones, entre otros.

Los científicos, además documentaron que el 80% de los pacientes que padecieron la Covid-19 presentaron al menos uno de los síntomas descritos anteriormente después de su recuperación y los aspectos psicológicos también se contaron entre las secuelas; la ansiedad y el trastorno por estrés post traumático, así como síntomas neuro -cognitivos (pérdida parcial de la memoria y confusión).

La información sobre estos hallazgos de síntomas de largo plazo de la Covid-19 los compartió con médicos del hospital Paitilla, la especialista en Medicina Familiar de Cleveland Clinic, Dalia McCoy, durante su exposición “Efectos secundarios a largo plazo de Covid – 19 en adultos”.

McCoy también explicó que las personas más propensas a desarrollar síntomas de largo plazo por la enfermedad son las que mostraron un cuadro severo, en especial aquellos que requirieron de hospitalización o cuidados intensivos, además de pacientes con condiciones de salud crónicas o subyacentes previas a infectarse con la enfermedad, los no vacunados y quienes experimentaron el síndrome de inflamación multisistémica durante o después del coronavirus.

Mientras, en Panamá, hasta el pasado 14 de agosto las autoridades sanitarias reportaron 960, 300 casos confirmados de la Covid-19 de los cuales 8, 434 fallecieron.

Al igual que ocurre en los otros países, muchos de los que superaron la Covid-19 comenzaron a desarrollar síntomas que los llevaron de regreso a las instalaciones sanitarias, una situación que obligó a entidades como la Caja de Seguro Social (CSS) a abrir clínicas para la atención post Covid-19.

Actualmente, estas clínicas funcionan en las policlínicas de la provincia de Panamá Manuel Ferrer Valdés (Calidonia, calle 25) y Joaquín José Vallarino, además en la Santiago Barraza (Panamá Oeste), Hugo Spadafora Franco (Colón), Manuel de Jesús Rojas (Aguadulce, Coclé), Roberto Ramírez de Diego (Chitré, Herrera), Miguel Cárdenas Barahona (Las Tablas, Los Santos), Horacio Díaz Gómez (Santiago), así como en los hospitales Raúl Dávila Mena (Changuinola) y Regional Rafael Hernández (David).

Los síntomas, según reporta un boletín de la entidad, que mostraban los pacientes son los mismos referidos por la especialista en Medicina Familiar de Cleveland Clinic, Mc Coy, como fatiga, dolor de cabeza, desconcentración, falta del gusto u olfato, falta de aire o dificultad para respirar, dolores en los músculos y articulaciones, tos, ansiedad, problemas de la memoria, palpitaciones, náuseas y vómitos e insomnio

El mismo informe reveló que existen criterios para recibir una atención en estas clínicas como son ser un paciente recuperado de la Covid-19 con problemas de salud que no tenía antes de infectarse del virus, poseer la certificación de que mantuvo la enfermedad, entre otros.