Los secretos de las rutas coloniales que pronto verán la luz en Panamá
Historia de Panamá
La información recabada formará parte de la propuesta que Panamá presentará ante la Unesco para que la "Ruta Colonial Transístmica de Panamá" sea incluida en el inventario de patrimonio de la humanidad.
Los avances de las investigaciones sobre los antiguos caminos transístmicos de Panamá Camino Real y Camino de Cruces, en aras de elevar su nominación para ingresar a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, fueron presentados recientemente por el arqueólogo e investigador Tomás Mendizábal.
Apoyada en la documentación disponible como mapas, imágenes o crónicas, en reseñas históricas y en exploración de campo, la investigación busca robustecerse de cara a la presentación de la candidatura de los viejos caminos y otros puntos vinculados bajo el nombre "Ruta Colonial Transístmica de Panamá".
Y con la información recabada de momento, se puede sustentar que, por ejemplo, el Camino Real y de Cruces formaron parte del llamado "Camino Real Intercontinental", una ruta marina y terrestre que unía al mundo entero y que propició la primera globalización, en la que Panamá era punto de paso prácticamente obligado, explicó Mendizábal, durante un seminario virtual organizado por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).
Primero el Camino Real, enteramente por tierra, y luego el de Cruces, que combinada una ruta de tierra y agua, fueron los precursores del ferrocarril transístmico y el Canal Panamá, hace 500 años, y se mantuvieron en uso durante periodos históricos más recientes, como la Fiebre de Oro a mediados del siglo XIX.
Los datos consultados indican que el avance por el Camino de Cruces podía ser más lento debido a que dependía del estado del río, mientras que la ruta por el Camino Real tomaba solo unos cuatro días. El Real era un sendero más adecuado durante la estación seca panameña y el de cruces era preferible durante las lluvias. Y respecto a las mercancías que se transportaban a través de ellos, el Camino Real era para llevar los tesoros del rey y los esclavos que pasaban por Panamá, mientras que el Camino de Cruces era mayormente para mercancías y para el paso de viajeros.
Durante las exploraciones por los remanentes de los caminos, el equipo de investigadores han encontrado evidencias arqueológicas como cerámica y herramientas que datan de todos los periodos de la historia panameña, adelantó Mendizábal, también investigador asociado del STRI.
Uno de los aspectos por resolver, prosiguió el arqueólogo, es definir la conexión de los caminos Real y de Cruces con el sitio en Panamá Viejo. Son tramos del camino que se fueron perdiendo con el crecimiento de la ciudad y actualmente se trata de identificar la ruta original, apoyados con la cartografía histórica.
Documentos como las crónicas "Los bucaneros de América" de Alexander Exquemelin de 1671 y "An account of the late expedition against the Isthmus of Darien", del Dr. Weatherhead en 1819, el plano del ferrocarril de Thomas Harrison de 1857 y los libros "La ciudad en un cruce de caminos" (1992) de María del Carmen Mena García y "Nueva historia general de Panamá" (2019) de Alfredo Castillero Calvo, son algunas de las fuentes consultadas para la investigación que empezó en 2017 y aún queda "mucho por estudiar", apunta el especialista.
La nominación de la "Ruta Colonial Transístmica de Panamá" que se presentará en los próximos años incluirá el Casco Antiguo, el sitio Arqueológico de Panamá Viejo, Portobelo y San Lorenzo, además del Camino de Cruces y Camino Real. Instituciones como el Ministerio de Cultura, Ministerio de Ambiente, Patronato de Panamá Viejo, Patronato de Portobelo y San Lorenzo, el Centro de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Culturales AIP y la Universidad Tecnológica de Panamá, entre otras, participan en el proyecto.