¿Dónde están los sastres de Panamá?

Panamá/Un vestido o traje a la medida son piezas de arte para sus creadores, pero cada día es más difícil encontrar un sastre o modistas, con sus tijeras y máquinas de coser realizan verdaderas obras de arte. Las inertes telas cobran vida con cada puntada.

En Panamá hubo una época donde el buen vestir dependía de los sastres y modistas y eran sinónimo de estatus social.

Hoy la historia es otra, los cambios en los parámetros culturales, así como la importación de ropa ya lista han restado importancia a los patrones y cortes del buen vestir implementado por los sastres.

De hecho, en Panamá a finales de los años 90 había unos 30 mil operadores de máquinas en 90 fábricas de ropa en todo Panamá, esta bonanza quedó atrás con las importaciones y hoy unas 6 fábricas siguen operando… está mano de obra se vio obligada a cambiar de oficio.

La falta de opciones de formación de colegios como el Técnico Don Bosco, La Frago, Santa familia, El Artes y oficios, así como otras tantas no garantizaron un relevo generacional y hoy están condenado a la desaparición de talleres de costura.

Atrás quedaron los momentos cuando los sastres panameños se lucían con los campeones de boxeo, como el señor José Vásquez que tiene más de 50 años en el oficio y coció las batas del excampeón mundial Roberto “La Araña” Vásquez, hoy todo tiene un tono de nostalgia, pero en sus ojos el brillo por los recuerdos se mantiene. 

Otro del icono de la sastrería fue el señor José Abadi quien fue la inspiración para el libro The Taylor of Panama de Jon Le Carré que llegara al séptimo arte como la película “El Sastre de Panamá”.

Pocos son los que hoy se mantienen en el oficio y en su mayoría hoy en edad avanzada y son buscados para ocasiones especiales, más que vestidos de uso diario y es que mucha gente busca la economía más allá del entalle que representa la ropa hecha a la medida y esto es lo que ha llevado a los sastres a limitarse a hacer ajustes más que las piezas desde cero.

Pero no todo está perdido hay quienes en la educación privada y estatal buscan promover una nueva generación de artistas de la tela. Este es el caso del Sastre Gerardo Cárdenas quien ha fundado un instituto de alta costura en Las Cumbres al Norte de la ciudad Capital. 

De igual forma el INADEH desde el 2018 a este año han preparado al menos 15 personas en modistería básica. Ellos reconocen que para formar un sastre completo se toma al menos entre 3 y 5 años.

Pero no todo está perdido ya que hay una nueva generación que ve en las telas su futuro, una de ellas es Jennifer Archer estudiante modistería quien espera llegar a lo más alto junto a su máquina de coser y mientras ese momento llega del pedaleo a los motores hoy las máquinas de coser describen qué la sastrería y modistería tienen  en nuestro país gente que se resiste a que este oficio pase al olvido.