El dulce sabor de la sandía golpeado por los altos precios para la producción y la exportación
Agricultura en Panamá
Ciudad de Panamá/El dulce sabor de la sandía panameña, que por su calidad refresca y endulza el paladar de europeos y estadounidenses, amenaza con quedarse en tierra debido a que el precio de los suministros e insumos para la siembra, así como el flete del transporte marítimo, apuntan a un alza desenfrenada que está cultivando el desasosiego entre los agroexportadores.
Para la siembra de esta cucurbitácea, que en el país se realiza durante el mes de diciembre, la cobertura plástica y las mangueras de riego ya muestran un incremento en sus precios de 20%, mientras que el alza en los fertilizantes oscila entre 30% a 35%, entre otros insumos.
La situación se agrava cuando se pronostica un aumento de 40% en el flete de los barcos que van hacia Europa, a donde va a parar el 80% de la exportación de la sandía panameña, mientras que el restante 20% tiene como nicho el mercado de Estados Unidos.
Actualmente la escasez de contenedores, y por ende de espacio para las mercaderías, en lo que los expertos han llamado “la crisis de los contenedores”, ha provocado que un contenedor de China a Panamá, por ejemplo, tenga un precio de más de 18 mil dólares, cuando hace tan solo seis meses se cotizaba en un promedio de 5 mil dólares.
Por si fuera poco, en septiembre del año pasado un flete marítimo de Asia a Estados Unidos que tenía un precio promedio de 4 mil dólares, un año después cuesta más de 20 mil dólares, mientras que de China al norte de Europa pasó de más de 2 mil dólares a más de 14 mil dólares.
Alrededor del 80% de los productos que hoy día se consumen en el mundo se transporta por vía marítima, y los expertos en el tema indican que el incremento en los costos logísticos de importación de materias primas y de exportación de productos agrícolas se extenderá hasta finales del 2022.
Esto “es grave y amenaza el cierre de empresas”, manifiestan en un comunicado conjunto los agroexportadores de Panamá, Costa Rica, Guatemala y Honduras, quienes aducen que la sandía es un cultivo intensivo que requiere de mayor mano de obra que otros, además de que la producción es altamente costosa, debido a los rigurosos estándares y certificaciones requeridas para exportar.
Indican que durante el primer y segundo trimestre de este año en la región han experimentado alzas de un 40% a un 50% en el precio del papel Kraft, materia prima esencial para para la fabricación de cajas de cartón, además de un incremento de 30% a 35% en el precio de las bolsas de atmósfera controlada, de 15% a 20% en el precio del plástico para cobertura de suelo, de 20% a 25% en la cinta de riego por goteo, amén de un alza de 25% a 30% en el precio de los fertilizantes utilizados en la actividad, entre ellos la urea.
Afrontamos “el mayor incremento porcentual en el costo de los insumos y materias primas esenciales, como resultado de los efectos colaterales de la pandemia en las cadenas de producción, suministro y logísticas globales”, puntualizan los agroexportadores.
La producción de sandía y melón en Centroamérica beneficia a unas 60 mil familias de manera directa y alrededor de 200 mil de manera indirecta, en tanto que en Panamá en una hectárea laboran de manera indirecta ocho trabajadores.
“Necesitamos que el Gobierno nos apoye agilizando la Ley 105 de 21 de noviembre de 2013, que crea el programa para la promoción y modernización agropecuaria y agroindustrial, que establece el Certificado de Fomento Productivo”, señaló Ricardo García Salas, presidente del Grupo de Agroexportadores No Tradicionales de Panamá (Gantrap).
Detalló que este certificado es de gran ayuda, toda vez que es utilizado por los agroexportadores para el pago de los impuestos que tramitan con diferentes entidades estatales, entre ellos el de la renta, embalaje, empaque y flete interno.
Los agroexportadores se venían quejando desde hace algunos años de que para beneficiarse de este incentivo el proceso llegaba muchas veces a demorar hasta 2 años, aunque Ricardo García Salas dijo que ahora la espera es de 6 a 8 meses.
“Los costos directos e indirectos están haciendo insostenible la producción de esta cucurbitácea”, afirmó el presidente del Gantrap.
En Panamá la mayor producción de sandía se da en las provincias de Herrera, Coclé, Veraguas, Chiriquí y Los Santos, generando miles de empleo durante la temporada seca, conocida en el país como verano.
De enero a marzo de este año la exportación de esta cucurbitácea a los mercados europeos y estadounidenses registró un valor FOB, que incluye todos los gastos y fletes, de 8,548,136 dólares, mientras que durante todo el 2020 la cifra alcanzó los 10.257.406 dólares, de acuerdo con estadísticas de la Contraloría General de la República.