¿Por qué el 1 de enero celebramos el primer día del año?

La noche del 31 de diciembre se celebra la noche vieja o el fin de año, lo que da paso a los grandes festejos de año nuevo, celebrado el 1 de enero. Con el pasar del tiempo, en todo el mundo se comenzaron a crear cultos y tradiciones alrededor de esta festividad.

La celebración del primer día del año el 1 de enero, fue establecida por el papa Gregorio XIII en 1582 y desde entonces se conoce como el calendario gregoriano, a la manera en que casi todos los países del mundo occidental organizan oficialmente su año.

Sus orígenes se remontan a la antigua Roma. En ese entonces el año empezaba el 1 de marzo, sin embargo era en enero cuando los cónsules asumían el gobierno, por lo que Julio César, en el año 47 a.C. modificó el sistema, siguiendo consejos de astrónomos y matemáticos para que tuviera sincronía con el sol.

El calendario juliano —como se conoció este sistema— empezaba en enero, en honor a Jano, dios romano “de las entrada y los comienzos”. El mes de enero, januarius, recibió el nombre en honor a este dios “que tenía dos cara, una que miraba hacia adelante y la otra hacia atrás”, lo que le permitía mirar el pasado y el futuro. La celebración era una fiesta caracterizada por el intercambio de regalos y las decoraciones festivas en las casas.

Este primer sistema se basaba en el egipcio que fue el primer calendario solar conocido y que estableció la duración del año en 365,25 días.

Pero resultó que tenía demasiados años bisiestos, por lo que en 1500 el primer día de primavera llegó con 10 días de antelación. Esta fue una de las razones por las que se buscó una forma más conveniente para organizar los días del año.

El calendario gregoriano se desarrolló a partir de dos estudios realizados en 1515 y 1578 por científicos de la Universidad de Salamanca y que fueron remitidos a la Santa Sede.

Fue adoptado casi inmediatamente por los estados católicos europeos, sobre todo por los territorios gobernados por el rey Felipe II, quien fue un auténtico impulsor de este calendario, por lo que fue en España y sus posesiones: los principados italianos y Portugal donde primeramente se implantó. Mientras en Francia, Enrique III decretó el ajuste de los días en diciembre.

Por otra parte, el Reino de Gran Bretaña y los países protestantes adoptaron en nuevo calendario en el siglo XVIII prefiriendo según el astrónomo Johannes Kepler, "estar en desacuerdo con el sol a estar en consonancia con el papa".

()

Los países de tradición ortodoxa solamente lo adoptaron en el inicio del siglo XX. En Rusia, después de la Revolución de octubre de 1917, que según el calendario gregoriano ocurrió en noviembre, mientras que el resto de las repúblicas soviéticas lo asumieron en 1918. Países como Rumanía y Yugoslavia, con poblaciones musulmanas y católicas, lo implementan en 1919 y otros como Grecia en 1923 y Turquía en 1926.

Sin duda alguna, ese calendario marcó un antes y un después en la organización errante de los días del año respecto a las estaciones del año.

Otros nuevos años

Con la expansión de la cultura occidental al resto del mundo, el 1 de enero se convirtió en una fecha de carácter universal. Sin embargo exisen algunas culturas que aunque utilizan el calendario gregoriano de una manera práctica, ya que es utilizado de frma casi universal, celebran el año nuevo en otras fechas.

El antecedente de esta celebración es el Akitu, un festival babilónico que se realizaba ya hace más de cuatro mil años, es el registro más antiguo de la celebración del Año Nuevo. Desde entonces, todas las culturas celebran el comienzo de un nuevo año.

Pero en la Edad Media, los líderes cristianos consideraron esta fiesta como una manifestación pagana y volvieron a cambiar la fecha por las celebraciones del 25 de diciembre por el nacimiento de Jesús y 25 de marzo, por la anunciación. Esto fue así hasta el 1582 cuando se oficializa la adopción del calendario gregoiano.

En algunos países como Afganistán, Etiopía, Irán, Nepal y Arabia Saudita el 1 de enero no es año nuevo, porque se basan en sus propios calendarios.

Además, cada religión celebra su propio año nuevo, como el calendario judío, que lo celebra entre septiembre y octubre por ser un calendario lunar; o el calendario islámico, un calendario lunar también que se suele desviar bastante más que el judío.

También existe el Año Nuevo Chino, que sigue un calendario lunar, y que celebra su año nuevo entre el 21 de enero y 20 de febrero.

Sin embargo, la República de china adoptó oficialmente el calendario gregoriano en 1912, pero por causa de ciertas costumbres populares y la ocupación del norte del país por los señores de la guerra, no fue hasta el 1 de enero de 1929 que se aplicó en todo el país.