Los riesgos de la automedicación

La medicina es quizás la ciencia que ha tenido mayor impacto sobre la humanidad a lo largo de la historia, gracias al desarrollo de fármacos, vacunas, procedimientos y tratamientos que han permitido que la esperanza de vida de la población mundial sea cada vez más larga, incluso en casos de múltiples enfermedades crónicas.

Hoy contamos con una oferta de medicamentos tan amplia que van desde analgésicos, hasta antibióticos, ansiolíticos y psicotrópicos que se venden sin prescripción médica.

Sin embargo, esto también ha ocasionado que personas recurran a la automedicación para aliviar dolores y malestares sin tener conocimientos médicos, y peor aún, sugiriendo remedios a familiares o amigos contra toda clase de dolencias sin tener en cuenta las consecuencias que pueden ocasionar.

¿Qué es la automedicación?

Por definición, se refiere al uso de medicamentos por iniciativa propia, sin que exista ningún tipo de intervención por parte del médico en el diagnóstico, en la prescripción ni en la supervisión del tratamiento. En este contexto también incluye medicamentos para una afección crónica o recurrente por parte del paciente, luego de ser diagnosticado y recetado por un médico, inicialmente.

En contraparte, la automedicación responsable puede ser conveniente si se utiliza para tratar síntomas menores como el dolor, la fiebre, la gripe, etc. durante un tiempo limitado. En este sentido, existen fármacos que no necesitan receta médica y se pueden adquirir en la farmacia.

"El problema radica cuando se administran más dosis de las requeridas, se mezclan medicamentos, o ingieren alimentos o bebidas alcohólicas sin tener en cuenta las características del medicamento, lo que puede provocar que la persona empeore si tiene otras enfermedades de fondo y no tiene la orientación apropiada de qué no debe tomar. Muchos de estos medicamentos son de venta libre y muy accesibles en los establecimientos farmacéuticos", afirmó Ivonne Torres Atencio, Doctora en Farmacología y docente de la facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.

Aunque no hay estadísticas oficiales, la doctora Torres Atencio estima que es posible que la automedicación haya aumentado durante la pandemia debido en parte al desconocimiento de un tratamiento probado frente a un nuevo virus, y a que los síntomas causados por la COVID-19 guardan cierta similitud con procesos gripales.

"Es posible, sobre todo porque en cierto momento las personas tenían miedo de acercarse a un hospital y preferían ir a las farmacias y adquirir cuanto pudieran para manejarse en casa".

Sin control médico o farmacéutico los riesgos son altos

Las reacciones adversas o interacciones entre medicamentos pueden ser frecuentes en los casos de automedicación. Esto significa que algunos fármacos pueden inactivar o aumentar los efectos de otros, lo que puede ser peligroso y condicionar intolerancias, intoxicaciones, la no respuesta al tratamiento o nuevos riesgos para la salud.

Los efectos secundarios van desde presentaciones leves como urticaria, inflamación de un tejido, hasta más graves como cierre de las vías respiratorias y el llamado shock anafiláctico. Algunas veces depende de la dosis, y otras de la combinación de medicamentos, alimentos y estado de salud. Y claro que puede llevar a la muerte.

¿Qué lleva a las personas a automedicarse?

Como señalan desde la Caja del Seguro Social, existen diversos factores que impulsan la práctica de la automedicación, como la falta de acceso a servicios de salud, contar con medicamentos en casa o la recomendación de allegados. Para la doctora Torres Atencio, la falta de educación institucionalizada y el uso de las redes sociales como fuente de información supuestamente confiable también propicia este comportamiento.

Hoy día la población en general maneja con confianza y credulidad hasta lo que sale en una cadena de whatsapp. Confían más en lo que le diga el amigo del amigo doctor y en las consultas por redes sociales.

El mal uso y el abuso de los antibióticos

En 2019 un estudio del Instituto Conmemorativo Gorgas demostró que más del 60% de la población desconoce el uso de los antibióticos, mientras que en el 2018 la Caja del Seguro Social se dio a la tarea de realizar una masiva campaña sobre el uso racional de estos fármacos a causa del abuso indiscriminado.

Debido a la multiresistencia de las infecciones nosocomiales a los antibióticos, los sistemas de salud se han visto obligados a adquirir fármacos más fuertes y costosos para poder salvar la vida de los pacientes que no respondían, ya que estas bacterias al ser resistentes no retroceden en su evolución y quedan como la dominante, como lo señala la doctora Atencio.

"llegamos a un punto en que el paciente que requería un tratamiento para curarse de una infección tratable, quedó en una situación en la que no había combinación apropiada de fármacos que hicieran efecto, y hubo casos como la KPC y otras infecciones que fueron una crisis de salud real, consecuencia del uso indiscriminado de antibióticos", destacó la especialista.

La información profesional adecuada y oportuna sobre los medicamentos permite hacer un uso correcto de ellos, pero también la concientización de la población acerca de los peligros del mal uso y abuso de los fármacos, sobretodo de aquellos que se venden sin prescripción médica.

"En caso que tengan que recurrir a la automedicación de padecimientos comunes como dolores localizados o malestares leves, consulte con el farmacéutico, y si el padecimiento no mejora, acuda a un médico y espere recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado”, concluye la doctora Atencio.

Para saber

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad de los medicamentos a nivel mundial se prescriben, dispensan o venden de manera inapropiada y el 50% de los pacientes no toma sus medicamentos correctamente.