La realidad del mercado laboral panameño vista desde un análisis de los salarios

Salarios en Panamá

La economía panameña depende fuertemente de activos claves que generan importantes valores económicos, entre ellos, el Canal de Panamá, las represas hidroeléctricas y la red eléctrica nacional, el Aeropuerto Internacional de Tocumen, el Metro de Panamá y —hasta reciente— la mina de cobre en Donoso.

Empleos en Panamá

Ciudad de Panamá, Panamá/En esta nota analizaremos la población trabajadora de Panamá, dividida por rangos salariales arbitrarios, para entender mejor la estructura de productividad del país y sus potenciales. Para hacer esto, tomamos en cuenta las posibles imprecisiones del censo de 2023, complementado por las distintas encuestas de mercado laboral. Además, calculamos el costo de una vida familiar de clase media y cuántos trabajadores pueden pagarla.

Datos borrosos

El censo nacional correspondiente a 2020 no fue efectuado sino hasta 2023. La demora obedeció, en parte, a los cierres causados por la pandemia del COVID-19, cuyos dos picos más severos en Panamá se registraron a finales del 2020 y a inicios del 2022.

El censo finalmente se efectuó entre enero y marzo de 2023.

Los resultados de este censo han sido cuestionados por analistas nacionales, no solo por su metodología, sino también por su nivel de cobertura, con múltiples personas reportando no haber sido incluidos en el mismo.

De hecho, un estudio presentado ese mismo año ante la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá concluyó que el conteo nacional registró una “considerable omisión censal del total de la población, comparado con el resto de la región y las estimaciones a partir del modelo demográfico de Naciones Unidas”.

Tal sub-conteo impacta el entendimiento de la condición nacional.

Por ejemplo, según el censo de 2023, en el primer trimestre de ese año había, en todo el país, cerca de 1,600,000 personas mayores de 10 años ocupadas, es decir, trabajando.

Tal registro choca con los números inducidos a través de las Encuestas de Mercado Laboral de abril de 2022 —en la que ya se registraban más de 1,800,000 personas mayores de 15 años ocupadas— y de agosto de 2023 —en la que se registraban más de 1,900,000.

Una diferencia de 200,000 personas ocupadas no es poca cosa, considerando que la Autoridad del Canal de Panamá emplea a nueve mil personas, la mina de cobre en Donoso contrataba de forma directa a 7,500 personas y se calcula que la construcción del tren entre Panamá y Chiriquí podría emplear alrededor de cinco mil personas.

Considerando que la población mayor de 10 años es un conjunto más grande que la población mayor de 15 años, y que según el consultor laboral René Quevedo la economía panameña produjo cerca de 20,000 empleos nuevos al mes en 2023, los números en conflicto sólo pueden ser reconciliados en una de tres posibilidades.

La primera es que la población laboral ocupada se contrajo por 200,000 empleos entre abril de 2022 y marzo de 2023 y luego se recuperó súbitamente por 300,000 empleos entre marzo y agosto, lo cual resulta improbable, por no decir imposible.

La segunda es que el censo, al ser más comprehensivo, se acercó más al número correcto de ocupados que las Encuestas de Mercado Laboral, las cuales estiman en función a su muestreo. De ser cierto, esto implicaría una crisis laboral posterior a la pandemia, con una tasa de desempleo cerca del 10%.

Y la tercera es que la Encuesta de Mercado Laboral estimó correctamente el total de ocupados, pero el sub-conteo del censo arrojó una cifra considerablemente menor.

La disparidad no es pequeña. Según el censo de 2023, la población económicamente activa mayor de 15 años es de 1,700,000. Según la Encuesta de Mercado Laboral, es de 2,000,000.

¿Cuál es la versión correcta? La cifra precisa debe estar alrededor de esas magnitudes, pero las deficiencias en el proceso del censo debilitan la certeza con la cual se pueden discutir tales números, invalidando no solo la solidez del panorama percibido —una tasa de desempleo del 7% no es lo mismo que una del 9%— sino el valor del retorno de la inversión en el censo, que terminó costando más de $50 millones.

Escala de salarios

No obstante, el Censo de 2023 es lo que tenemos. Hay que sacarle el jugo a esos más de $50 millones invertidos, así que aprovechemos sus resultados para visionar la situación nacional laboral.

En una entrega anterior de esta columna, consideramos una pareja ejemplar que gana de forma conjunta $18,000 anuales —$1,500 al mes— con una letra hipotecaria de $5,000 anuales —$415 al mes. Esto para tener un punto de referencia con el cual estudiar la situación de los hogares panameños.

Teniendo esto en mente, pasemos a revisar los números del censo.

Según tal conteo, para el primer trimestre del año pasado, había 1,564,000 personas ocupadas mayores de 15 años en todo el país. Como no podemos confiar plenamente en esta cifra, tan solo reflexionaremos aquí sobre las proporciones en las que se divide la estructura laboral según el nivel de remuneración, sin entrar en los números absolutos reportados por el censo.

Supongamos que el país solo tiene 100 personas ocupadas, o trabajadores.

De éstas, según el censo, 30 ganan menos de $400 mensuales.

Otras 30 ganan entre $400 y $800 al mes.

Luego, 20 ganan entre $800 y $1,500.

Otras 10 ganan entre $1,500 y $3,000.

Y cinco ganan más de $3,000 al mes.

La diferencia entre la suma de estas personas y las 100 totales es producto del redondeo y de un grupo de personas que participaron del censo pero no declararon sus ingresos mensuales. Y recordemos que estos números no incluyen a las personas en edad laboral, más no ocupadas.

En términos anuales, 30 personas ganan menos de $4,800 al año. Otras 30 ganan entre $4,800 y $9,600 al año. Luego, 20 ganan entre $9,600 y $18,000 al año. Otras 10 ganan entre $18,000 y $36,000 al año. Y cinco ganan más de $36,000 al año.

Ahora, este análisis es de los números del censo a nivel nacional. Esto incluye a las provincias con más población rural que urbana, como también a las comarcas. Además, cuenta a los jóvenes de 15 a 24 años que pueden estar ganando menos como parte de un programa de entrenamiento o para empezar su carrera.

Podemos repetir el análisis enfocados en el gran área metropolitana —Colón, Panamá, Panamá Oeste— y Chiriquí, y en la población laboral con más de 24 años, para entender mejor cómo se ve la distribución salarial en tal territorio seleccionado.

Según el censo, la población ocupada mayor a 24 años en esta área de interés es de 1,016,000 —65% del total anterior analizado. Reiteramos nuevamente que el número probablemente es mayor, considerando un posible sub-conteo.

De cada 100 personas de este grupo —mayores de 24 años ocupados trabajando en el gran área metropolitana o Chiriquí— 20 ganan menos de $400 al mes.

Otras 30 ganan entre $400 y $800 al mes.

Luego, 25 ganan entre $800 y $1,500.

Otras 12 ganan entre $1,500 y $3,000.

Y seis ganan más de $3,000 al mes.

Nuevamente, la diferencia entre la suma de estos y 100 viene del redondeo y de las personas que no declararon sus ingresos.

En términos anuales, en esta área seleccionada, 20 personas ganan menos de $4,800 al año. Otras 30 ganan entre $4,800 y $9,600 al año. Luego, 25 ganan entre $9,600 y $18,000 al año. Otras 12 ganan entre $18,000 y $36,000 al año. Y seis ganan más de $36,000 al año.

Nuevamente, para referencia, el costo anual de tener una casa familiar con dos ingresos y entre uno a dos dependientes —incluyendo la letra hipotecaria, el costo de transporte y las utilidades— está por encima de los $20,000 anuales, por lo que incluso en el gran área metropolitana y Chiriquí, menos de un tercio de la población trabajadora puede aspirar a esta condición de vida.

Productividad

Si dividimos el producto interno bruto (PIB) —la medida por excelencia de la productividad de un país, a pesar de todas las críticas válidas elevadas en su contra— entre la población panameña, el PIB per cápita de Panamá quedaría en cerca de $20,000 por persona.

Esta cifra a veces se entiende —erróneamente— como la riqueza nacional por persona, pero de hecho refleja la asignación promedio de la productividad nacional por persona. Y si dividimos el PIB no por la población total, sino por la cantidad de trabajadores ocupados —usemos 1,900,000 siguiendo la Encuesta de Mercado Laboral de Agosto de 2023— el PIB por trabajador queda en $46,000.

La economía panameña depende fuertemente de activos claves que generan importantes valores económicos, entre ellos, el Canal de Panamá, las represas hidroeléctricas y la red eléctrica nacional, el Aeropuerto Internacional de Tocumen, el Metro de Panamá y —hasta reciente— la mina de cobre en Donoso.

Estos activos —el resultado de fuertes inversiones— multiplican el valor de la productividad de la mano de obra nacional, por lo que no es sensible utilizar el PIB por trabajador como una medida del nivel de ingreso que debería ser percibido por tales trabajadores.

Pero que más del 70% de los trabajadores panameños generen, en ingresos anuales, menos de la mitad de su productividad asignada sugiere un enorme campo de potencial para el entrenamiento y la capacitación de tal mano de obra, lo cual valorizaría incluso más los activos ya existentes del país y ampliaría la lista de activos que se podrían desarrollar, empujando la curva de ingresos a la derecha.

Chen chen

Los recientes resultados electorales, analizados en conjunto a las concesiones logradas por grupos sociales durante las fuertes manifestaciones de junio de 2022 y octubre de 2023, parecen sugerir que la población está sintiendo un fuerte apretón financiero y que este tema estaría guiando, en parte, sus decisiones políticas.

Además, implicaría una relación entre el gasto público y la paz social.

Lo cierto del caso es que, si el costo de una vida familiar decente y tranquila de clase media cuesta al menos $20,000 anuales y solo tres de cada 10 personas mayores de 25 años que viven en el gran área metropolitana y Chiriquí pueden costear este estilo de vida, es razonable esperar un alto nivel de insatisfacción en la población.

Todos estos factores empujan a Panamá a tener que tomar decisiones macroeconómicas importantes, dentro de temas como la estructura financiera del Estado, el costo de la corrupción, las responsabilidades del Ministerio de Educación y el Ministerio de Desarrollo Social, el rol que deben jugar el Banco Nacional de Panamá y la Caja de Ahorros, entre otros.

Y una posible decisión sería la inversión a gran escala en el entrenamiento y capacitación de la mano de obra panameña, para cerrar la brecha entre la productividad actual y la posible, brecha que podría ser bastante amplia, considerando el desempeño de Panamá en evaluaciones internacionales educativas.

A la luz de las discrepancias en los datos y los desafíos económicos que enfrentamos, se puede decir que es imperativo que Panamá tome tales decisiones estratégicas, en parte, enfocándose en mejorar las habilidades de la fuerza laboral. Al hacerlo, la Nación podría alinear mejor los niveles de ingresos con la productividad, allanando el camino para un crecimiento económico sostenible y una mayor satisfacción social.

Temas relacionados

Si te lo perdiste
Lo último