El puente de las Américas: Crónica de una inauguración controvertida

Historia de Panamá

El puente de las Américas se inauguró el 12 de octubre de 1962 en medio de polémicas y de tensiones entre Panamá y Estados Unidos.

Construccion del puente de las Américas en 1959. / Panama Canal Review ACP Biblioteca Roberto F. Chiari

El puente de las Américas es uno de los símbolos más icónicos de Panamá y tiene una historia fascinante ligada tanto al desarrollo del país como al papel crucial que juega en el comercio global. Este imponente puente conecta las dos Américas, uniendo físicamente el continente norteamericano con el suramericano; cruza el famoso Canal de Panamá, que es en sí mismo una de las mayores obras de ingeniería del mundo.

El viernes 12 de octubre de 1962, las autoridades panameñas y zoneítas recibían a los invitados especiales en lo que sería un hito en las relaciones de ambos países: la inauguración del puente de Las Américas, una aspiración largamente esperada por los panameños que volvería a conectar a las provincias de Panamá y Colón con el resto del país.

La construcción inició oficialmente el 23 de diciembre de 1958, en una ceremonia en la que participó el entonces presidente de Panamá Ernesto De La Guardia y el exgobernador de la Zona del Canal W. E. Potter, además de otros funcionarios panameños.

La estructura formaba parte de los acuerdos del tratado Remón-Eisenhower, firmado en 1955. El Congreso estadounidense aprobó en 1956 la asignación de $20 millones para el diseño y construcción del puente que reemplazaría el servicio del Thatcher Ferry que se utilizó durante casi 30 años.

Puente de las América iluminado en 1962. / Panama Canal Review ACP Biblioteca Roberto F. Chiari

 

El día de la inauguración

De acuerdo con la invitación, el programa iniciaba a las 9 de la mañana con las bandas musicales de la Guardia Nacional y de la Policía de la Zona del Canal. Después de varios discursos de autoridades nacionales y estadounidenses, la ceremonia terminaría con el corte de cinta y un espectáculo aéreo, así como disparos de cañón y el sonido de las sirenas de los barcos que cruzaban el Canal.

Luego, los invitados especiales cruzarían por primera vez el puente antes de ser abierto al público en general y a partir de ese momento, los automóviles empezarían a circular libremente.

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En la primera fila se encontraban, además del presidente Roberto F. Chiari, su esposa y sus dos vicepresidentes, el gobernador de la zona del Canal Robert Fleming y Maurice Thatcher de 92 años, quien haría el corte de cinta. Seguían los expresidentes panameños Enrique A. Jiménez, Arnulfo Arias, Ernesto de la Guardia, Ricardo Adolfo de la Guardia, Ricardo Arias Espinosa, así como el presidente de la Asamblea Jorge Rubén Rosas y otras personas destacadas.

Por parte de las autoridades de Estados Unidos, la numerosa delegación incluía a dignatarios oficiales como George W. Ball, subsecretario de Estado acompañado de su esposa, Maurice Thatcher, miembros de la familia de John F. Stevens, varios exgobernadores de la Zona del Canal, así como el presidente de la Junta de directores del Canal de Panamá.

Entre el cuerpo diplomático y los invitados especiales del gobierno panameño había incomodidad porque las invitaciones no fueron enviadas por el gobierno panameño, así como por el tema de acceso al lugar, ya que los mismos tenían que transportarse en buses, mientras que los invitados estadounidenses podían hacerlo en sus propios vehículos.

De acuerdo con la prensa, solo cinco embajadores aceptaron la invitación: España, Alemania Occidental, Gran Bretaña, Italia y China Nacionalista.

 

Primera palada en diciembre de 1958, en el centro el presidente panameño Ernesto de la Guardia, jr., Roberto Lopez Fabrega, ministro de Obras Públicas y el gobernador W. H. Potter de la Zona del Canal. / Panama Canal Review

Disturbios interrumpen la ceremonia 

Pero es que desde el día de la primera palada, el puente fue objeto de tensiones entre panameños y zoneítas.

El principal punto de conflicto fue el nombre. Las autoridades de Washington, que financiaban la obra, decidieron que se llamara Thatcher Ferry Bridge, en honor a Maurice Thatcher, quien era el único sobreviviente de la original “Comisión del Canal del Istmo” y cuyo nombre también llevaban las dos embarcaciones que durante tres décadas ofrecieron el servicio de transporte para cruzar la vía.

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Sin embargo, los panameños preferían el puente de las Américas. A pesar de las advertencias del embajador en Panamá, Joseph Farland, sobre esta situación, las autoridades estadounidenses ignoraron, una vez más, las manifestaciones nacionalistas y el sentimiento antiestadounidense y el propio presidente Kennedy aprobó el nombre Thatcher Ferry Bridge.

Fue así como días antes de la inauguración los ánimos se fueron caldeando. El 2 de octubre, la diputada Thelma King presentó ante la Asamblea Nacional una resolución para llamar a la vía oficialmente puente de las Américas y que fue aprobada por unanimidad y puesta en ejecución inmediatamente.

Por otra parte, varias organizaciones del movimiento estudiantil invitaron al público en general a una gran concentración que desde la Plaza 5 de Mayo caminaría con pancartas, banderas y consignas hacia la nueva estructura.

Maurice Thatcher cortó la cinta de la inauguración del Puente de las Américas, pero no pudo dar su discurso. / La Estrella de Panamá

La Estrella de Panamá del 12 de octubre de 1962 en su primera plana recoge lo que pasó en la ceremonia de la siguiente manera: 

 “Un grupo de estudiantes, enarbolando banderas y gritando “América sí, Thatcher no”, atravesaron una línea de policías e interrumpieron la ceremonia inaugural del puente de las Américas esta mañana".

Los manifestantes, que llevaban un inmenso cartelón que decía “Puente de Las Américas, símbolo de unidad”, llegaron cerca del palco de honor, construido de madera, donde se encontraban los invitados especiales protegidos por policías zoneítas y bomberos panameños.

Más y más banderas fueron surgiendo de entre la multitud que era contenida por un cordón de policías. La ceremonia inaugural fue suspendida por un momento, pero Maurice Thatcher, el invitado de honor, no pudo pronunciar su discurso anunciado.

Contusiones menores sufrieron varias mujeres y niños debido a la aglomeración.

 Detectives y policías, tanto de Panamá como de la Zona del Canal, reiteraban exhortaciones para mantener la calma entre los asistentes. Un capitán de la policía zoneíta apelaba por favor que se mantuviera la calma.

Policías y bomberos formaban una línea como de 50 yardas y tuvieron que rescatar a varias mujeres y niños directamente, que se encontraban entre el tumulto.

Manifestantes panameños en el Puente de las Américas el 12 de octubre de 1962. / ACP Biblioteca Roberto F. Chiari

Durante todo el acto de inauguración, el público gritó tanto que fue imposible escuchar los discursos pronunciados.

Cuando el gobernador de la Zona, Robert J. Fleming, acompañado del presidente de la República don Roberto F. Chiari y el embajador Joseph Harland, dejaron la tribuna de honor, y la multitud se apartó y los dejaron pasar sin ningún incidente y con muchos aplausos. 

El programa preparado no pudo realizarse totalmente. Apenas terminó su importante discurso el subsecretario de Estado George Ball, el señor Thatcher procedió a cortar la cinta simbólica, sin tener oportunidad de pronunciar su discurso.

El nuevo puente, construido a un costo de $20 millones, fue bautizado por monseñor José M. Carrizo, prelado doméstico de la arquidiócesis de Panamá.

Las primeras personas en cruzar el nuevo puente fueron el obrero del puente inaugurado Anthony Poczatec, de 58 años residente en Florida, el agricultor panameño Germán Batista Jr. de 22 años vecino de La Chorrera, quien fue invitado especialmente por el comité conjunto que organizó la inauguración del puente, el capitán George Hudson, veterano práctico de Balboa, quien trabaja en la Zona del Canal desde 1939.

La ceremonia inaugural duró aproximadamente una hora.

Minutos después de concluido el acto, cientos de hombres y muchachos se subieron a la parte superior del puente en la nave central, enarbolando una bandera panameña. Miles de personas estaban observándolos y temían que se cayeran al agua desde una altura de 400 pies.

 

Manifestación popular interrumpe la ceremonia de inauguracion.

Un canal en busca de conexión

Antes de la construcción del puente de las Américas, el Canal de Panamá representaba una importante barrera física para el transporte por carretera entre las dos partes del país. Aunque el Canal se completó en 1914, durante años no existió una conexión vial permanente entre la ciudad de Panamá y el resto del país, particularmente con la región oeste.

Hasta ese momento, el cruce sobre el Canal se realizaba mediante ferris o por una estrecha carretera construida sobre las esclusas de Miraflores. Esto limitaba enormemente el transporte y la comunicación entre las dos partes del país, y se hacía evidente la necesidad de un cruce permanente y seguro que pudiera soportar el crecimiento del tráfico vehicular y de comercio.

En la década de 1950, Panamá y Estados Unidos comenzaron a considerar la posibilidad de construir un puente que conectara ambas orillas del canal. Dado que Estados Unidos todavía controlaba la Zona del Canal en ese momento, fue el gobierno estadounidense quien financió y supervisó la construcción del puente, aunque el proyecto era vital tanto para los intereses comerciales internacionales como para el desarrollo de Panamá.

Como cuenta Mónica Guardia en su artículo Los sesenta años del Puente de las Américas, “desde principios de 1962, ya se podía observar claramente el perfil del hermoso y característico diseño arqueado de la firma Sverdrup Parcel y Asociados, de San Luis, Missouri y construido por la compañía texana John F. Beasly & Company. El acero para su construcción fue traído de Alemania”.

Panameños colocaron una bandera en la parte alta del puente de las Américas el día de su inauguración. / ACP Biblioteca Roberto F. Chiari

El puente de las Américas es una estructura impresionante desde cualquier ángulo que se observe. Con una longitud total de 1.654 metros y un tramo principal de 344 metros, se eleva a unos 61 metros sobre el nivel del mar, permitiendo el paso de grandes barcos que transitan por el Canal de Panamá. Es un puente de arco de acero que en su momento fue considerado una obra de ingeniería monumental, con capacidad para soportar el creciente tráfico que se esperaba en las próximas décadas.

Ese 12 de octubre, después de su inauguración, “se vandalizaron las placas conmemorativas colocadas a la entrada de ambos lados que decían “Puente Thatcher Ferry, uniendo a las Américas”. Más de 30 mil carros cruzaron el puente ese fin de semana”.

 

Sellos conmemorativos de la inauguración del Puente de las Américas con las firmas de los expresidentes panameños que asistieron a la ceremonia. / Colección Niko Liakópulos

Un símbolo de identidad

El puente de las Américas no solo tiene importancia funcional, sino también simbólica. Durante muchos años, fue visto como un recordatorio de la presencia de Estados Unidos en Panamá, ya que fue construido durante la época en que la Zona del Canal estaba bajo control estadounidense. 

Sin embargo, con el paso del tiempo y especialmente después de la devolución del Canal a Panamá en 1999, el puente ha sido apropiado por los panameños como un símbolo de su independencia y de su capacidad para manejar esta crucial vía de tránsito mundial.

Hoy en día, es una de las imágenes más reconocibles de Panamá, frecuentemente utilizada en postales y materiales turísticos. 

El puente de las Américas no es solo una pieza esencial de la infraestructura de Panamá, sino también una parte importante de su historia y su identidad. Conecta no solo dos partes de un país, sino dos continentes.

 

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