Los primeros bancos en Panamá: el motor financiero del Istmo
Historia de Panamá
El Banco Nacional de Panamá conmemora este 2024, 120 años de servicio.
Ya entrado el siglo XIX, el Istmo de Panamá vivía una transformación sin precedentes. La finalización del ferrocarril transístmico en 1855 convirtió a esta estrecha franja de tierra en un puente vital entre los océanos Atlántico y Pacífico, acelerando el comercio global y el tránsito de riquezas.
Sin embargo, con este auge surgió una pregunta apremiante: ¿cómo manejar los flujos de dinero, bienes y transacciones internacionales que atravesaban la región? La respuesta fue la fundación de los primeros bancos en Panamá, que no solo canalizaron las riquezas que cruzaban el Istmo, sino que también sembraron las bases del sistema financiero nacional.
Panamá, un eje comercial estratégico
Desde la época colonial, Panamá había sido una ruta estratégica para el comercio internacional. Durante el siglo XIX, esta importancia se vio reforzada por el tránsito de oro californiano y mercancías europeas y estadounidenses. La fiebre del oro en California y el creciente intercambio de bienes manufacturados impulsaron el flujo de riquezas por el Istmo, estableciendo a Panamá como un punto de conexión indispensable.
En este contexto, los comerciantes y empresarios enfrentaban desafíos para manejar grandes sumas de dinero y garantizar la seguridad de las transacciones. Surgió entonces la necesidad de instituciones financieras que facilitaran las operaciones comerciales, otorgaran crédito y ofrecieran servicios de cambio de divisas.
Los primeros bancos en Panamá
Aunque las primeras instituciones bancarias nacionales surgirían más adelante, los antecedentes se encuentran en bancos fundados por capital extranjero. Entre estos destaca a inicios de la década de 1860 el establecimiento de la primera agencia del West Fargo Bank fuera de Estados Unidos que al mismo tiempo fue el primer banco extranjero en Colombia.
Según el historiador Jorge Conte Porras en su obra Colección Numismática Panameña publicada en 1982, la instalación de instituciones financieras se dio como resultados de la actividad económica de esa época de gran prosperidad.
Durante toda esa década se registra el establecimiento del Banco de circulación y descuentos Pérez y Planas, que emitía papel moneda impreso por el American Bank Note Company. El banco de Pérez y Planas cancela su patente en 1867 y se establece en 1869 como un nuevo banco llamado Banco de Panamá.
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Otro banco que aparece en ese momento es el Exchange Bank of Colón, también encargado de emitir billetes, pero cierra en 1873 por incumpliemiento de contrato. Al mismo tiempo abren operaciones en 1865 y 1867 respectivamente el Banco del Estado Soberano de Panamá (también emisor y de carácter público) y el Banco Ehrman, que era privado y se fundó con capital panameño para custodiar valores y también para la compra de moneda extranjera y que siguió funcionando años después de la separación de Panamá de Colombia.
Aquí quiero introducir una anécdota que no viene al caso y es que la oficina de este banco (Ehrman) estaba ubicado debajo de la casa de Manuel Amador Guerrero y María Ossa de Amador en la Plaza Catedral. Cuando ella confeccionó las dos banderas para la nueva nación, pidió al encargado de la oficina guardar las banderas en su bóveda para que no fueran encontradas si revisaban su casa. Sin embargo, el encargado no se atrevió a guardarlas por temor, así que María Ossa tuvo que esconderlas como pudo en su casa.
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Volviendo al tema, de acuerdo con la Estrella de Panamá del 7 de enero de 1868 el primer banco que funcionó en la ciudad de Colón fue N. Brandon & Cia. Fundado el 20 de julio de 1867 y en 1885 abre sus puerta en Colón el Saving Bank, pero desaparece luego que sus oficinas fueron consumidas por el incendio que acabó con la ciudad en ese año.
En el año de 1880 se funda en la ciudad de Panamá, el Banco del Estado de Panamá, con un capital mixto, y en el cual el Estado Departamental (departamento de Panamá) coloca $50.000.00 (cincuenta mil pesos).
El Banco del Estado de Panamá, también conocido como Banco de Labarriere, tenía el compromiso de recibir las recaudaciones del Estado y las fianzas judiciales. Sin embargo, esta institución no parece haber prestado servicios en una fecha posterior a 1888.
En la era republicana
Vamos a saltar a 1904, pero considerando que Panamá había pasado por tres años de una guerra que había arruinado al entonces departamento y que había generado un levantamiento popular cuyo desenlace fue la separación de Colombia el 3 de noviembre de 1903.
El presidente designado Manuel Amador Guerrero y la Junta de Gobierno trataban de ordenar la nueva nación redactando una constitución que incluyera el sistema financiero que regiría en el país.
El Banco Nacional de Panamá inicia operaciones el 12 de octubre de 1904, por lo que conmemora en este 2024, sus 120 años de servicio. Primero lo hizo como Banco Hipotecario y Prendario de la República, que fue su primer nombre y su primer gerente fue Albino Hermógenes Arosemana. Tenía el propósito de estimular las actividades económicas especialmente las agrícolas y ganaderas. Abrió sus puertas al público con un capital inicial de 500 pesos oro.
“Sus primeros directivos, asesores y clientes fueron algunos de los más respetables y prestigiosos próceres de la independencia. Más allá de sus deberes hipotecarios iniciales, el banco realizaba operaciones de descuento y recibía depósitos de finqueros, ganaderos e industriales, y era muy estricto con el requisito de otorgamiento de garantías de sus clientes. Ofreció préstamos que constituyeron el capital semilla del entonces incipiente desarrollo nacional”, según Wikipedia.
Su primera casa matriz funcionó en calle Quinta, Catedral, a un costado del palacio presidencial, antigua calle del Comercio, hasta 1938 cuando se traslada a la avenida Séptima Central, donde aún mantiene una importante sucursal.
El edificio de la avenida séptima central diseñado por el arquitecto Gustavo Shay, es de estilo Art Deco y Streamline. Se inspira en la “era de las máquinas” ya que asemeja a un barco con su fachada curvilínea. En la pared del asta de la bandera se ubicó un relieve artístico y decorativo característico de este estilo. Este edificio está entre los más hermosos, incluso en su interior de los que quedan en la Central.
En enero de 1911, bajo la administración de Rodolfo Chiari, el Banco Hipotecario y Prendario cambió su nombre al de Banco Nacional de Panamá. En 1956 la casa matriz se tralada a una nueva sede en la Plaza Porras y en 1978 al edificio que hoy ocupa en vía España.
Un legado financiero en construcción
La fundación de los primeros bancos en Panamá no solo respondió a las demandas inmediatas de un comercio floreciente, sino que también sentó las bases para el desarrollo económico del país. Estas instituciones introdujeron sistemas modernos de crédito, fomentaron la estabilidad financiera y conectaron al Istmo con las redes comerciales internacionales.
Con el tiempo, el modelo bancario evolucionaría, especialmente tras la construcción del Canal de Panamá en el siglo XX. Pero la semilla de este progreso se plantó en la dinámica comercial y financiera de 1860, cuando Panamá se convirtió en un actor clave en la economía global.
Hoy, recordar la historia de los primeros bancos en el Istmo no es solo un ejercicio académico; es reconocer cómo la visión financiera de esa época transformó a Panamá en el centro económico que conocemos. Los bancos, entonces, fueron más que instituciones: fueron la columna vertebral del progreso en una nación que nacía al compás del comercio mundial.
Conocer la historia nos hace conocer nuestro presente.