El MEF y el desafío de obtener $3,000 millones adicionales: ¿Es sostenible el presupuesto 2025?

Panamá/Luego de que el Consejo de Gabinete aprobara los ajustes solicitados por la Asamblea Nacional, el desafío para el gobierno se vuelve aún más complejo.

La decisión de respaldar la Resolución No. 84 de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, que elevó  el presupuesto para 2025 a $30,111,987,375, surgen preguntas críticas sobre la capacidad del país para asumir este incremento sin que ello represente un riesgo para la sostenibilidad financiera de Panamá.

El ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman advirtió que las modificaciones propuestas en el sector educativo, que incluyen apoyo a universidades, así como a gobiernos locales, representan un considerable incremento en el gasto público.

A pesar de ello, el Consejo aprobó este viernes la Resolución de Gabinete N° 99, que detalla los gastos e inversiones ajustados en varias entidades.

¿De dónde provienen los fondos para el aumento?

El aumento de más de $2,000 millones en el presupuesto proyectado se financiará a través de dos fuentes principales:

• Ingresos adicionales, que incluyen un incremento en los ingresos corrientes del gobierno central y los ingresos propios de la Caja de Seguro Social, con un aporte total de $2,001,680,532.
• Aumento de financiamiento, que supone una entrada adicional de $1,274,565,525.

En conjunto, estos ajustes suman $3,276,746,057, lo cual lleva el presupuesto total a $30,111,987,375 para el próximo año.

Comparado con el presupuesto actual de 2024, que fue de $30,690,395,220, la diferencia es de solo $578,407,845 menos, lo que implica un aumento considerable en un contexto donde se esperaba que el presupuesto sea “conservador”.

Puede leer: Presupuesto 2025 se eleva a más de $30 mil 111 millones, ministro Chapman presentó modificaciones

Reacciones en la Asamblea y preocupaciones económicas

La decisión del Ejecutivo de acoger las recomendaciones ha sido percibida como un retorno del control del presupuesto a la Asamblea.

El diputado perredista Raúl Pineda expresó: “Nuestra preocupación y nuestro interés nunca fue rechazarle el presupuesto o dejarlo mal, sino hacer la labor de esta Asamblea, que es fiscalización (…) sé que hay un mayor compromiso del gobierno, ahora dónde sacamos esos tres mil y pico de millones, lo podemos entender, pero también había una necesidad y unas fallas que no podíamos pasar por alto (…)”.

La fuente de estos ingresos adicionales sigue siendo un punto crítico. Cabe recordar que los ingresos corrientes en los que se apoya el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) corresponden a los tributos que recauda la Dirección General de Ingresos (DGI). Sin embargo, existen dudas sobre si la recaudación será suficiente para cubrir la totalidad de los aumentos.

Para el economista Raúl Moreira, esta estrategia genera presión en el MEF: “se está generando una presión importante para que el MEF recaude la mayor parte de esos 2 mil millones adicionales, pese a que no se espera que aún con la mejor gestión de cobro por el Seguro Social se recaude de forma adicional la mayor parte de ese incremento”.

“Ojalá que ese mejoramiento de las recaudaciones se dé a través del cobro de impuestos de los que no se estén pagando, pero, sobre todo, persiguiendo legalmente a los defraudadores fiscales (de más de 300 mil balboas) y que de ninguna manera se recurra al incremento de impuestos a los contribuyentes que actualmente si los están pagando y premiando nuevamente a los evasores”, planteó.  

Moreira también advirtió sobre el riesgo de que este nivel de endeudamiento se eleve aún más. “Al final este monto de endeudamiento será mayor, si es así, deberá existir el compromiso primero, que vaya disminuyendo gradualmente esta necesidad y, segundo, que los recursos obtenidos no se utilicen para financiar objetivos políticos”.

Esto plantea el escenario de una posible contención del gasto y de una reforma tributaria, lo que podría afectar aún más la economía.

La ruta hacia la aprobación final del presupuesto

Con la acogida de las recomendaciones de la Asamblea, el presupuesto podría ser aprobado antes del 31 de octubre, cuando culmina el período de sesiones ordinarias, de acuerdo a fuentes legislativas.

Y es que , con la aprobación de los ajustes, la Asamblea Nacional parece haber obtenido el control sobre la dirección final del presupuesto, pero las implicaciones financieras aún están lejos de resolverse.

A una semana de la votación definitiva, la incertidumbre se centra en cómo Panamá podrá costear este ambicioso presupuesto sin una reforma fiscal integral ni un aumento de la deuda pública.