Pitahaya, la fruta exótica con alto valor en el mercado que incrementa el interés por su cultivo en Panamá

Conocida como fruta de dragón, la pitahaya es un cactus nativo de América, que poco a poco ha ido ganando preferencia entre productores de varios sectores del país, especialmente en la provincia de Panamá Oeste.

Informes de la Dirección de Agronegocios del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), dan cuenta de al menos 17 productores que cultivan pitahaya en lugares como La Chorrera, Capira y Chame.

Aunque Panamá aún no exporta esta exótica fruta, el paulatino incremento de cultivos indica que, en el futuro, los productores apuntan a los mercados objetivos como son Europa, Estados Unidos y Asia.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la describe como una fruta rica en fibra, calcio, fósforo y vitamina C, con cualidades medicinales y de alivio para problemas estomacales comunes, como gastritis. Además, es muy recomendada para personas que padecen de diabetes y problemas endocrinos.

Omar Núñez, encargado de la asistencia técnica del Programa de Frutas Exóticas del MIDA en Panamá Oeste, dijo a TVN-2.com, que la pitahaya la produce un cactus y la planta no puede crecer sola, necesita de un tutor para sostenerse, tiene una especie de brazos donde florece y da frutos.

Entre las características del fruto se puede mencionar que es oblongo ovalado, mide entre 4 a 10 centímetros de largo e internamente es de color blanco, jugoso, dulce y con semillas negras comestibles.

Es muy adaptable al clima de Panamá, ya que es resistente a la sequía y requiere de una temperatura entre 18 a 26°C, sin embargo, tiene un umbral máximo de hasta 40°C.

“Para mí es una planta silvestre, no necesita muchos cuidados para producir, ella necesita mucho cuidado es para mantenerla, porque sufre de una bacteriosis que esa enfermedad en algún momento de su vida le va a dar, pero del cuidado que tenga el productor es que ella va a permanecer sana o no”, destacó.

Según Núñez, una vez se llegó a tener hasta 26 productores, pero ahora que la entidad está atendiendo este cultivo han contabilizado unos 17, lo que no significa que no haya más.

Variedades y costos

“Siempre ha existido pitahaya en Panamá, la mejorada sí vino de Taiwán, pero ella es originaria de Centroamérica y en parte de Norteamérica y Suramérica también hay de otras variedades”, explicó.

Confesó que en Panamá hay dos variedades, la de cáscara roja con pulpa roja y la de cáscara roja con pulpa blanca.

La pitahaya es una fruta que ningún país la tiene como producción masiva, por eso escasea en los mercados, además de que se ha considerado una planta muy nutricional y medicinal, por lo que tiene precios altos.

Agrega Núñez que, esa es la razón por la que muchas personas en toda Centroamérica y otras partes del mundo quieren ingresar en el cultivo, por los precios internacionales que tiene.

De acuerdo con datos del MIDA, el precio del kilo de pitahaya amarilla fluctúa entre 8 dólares y 12.50 dólares y la roja promedia entre 6 dólares.

Una pitahaya de mediano tamaño puede pesar 200 gramos. En Hong Kong se venden por unidad a 7.90 euros (9.61 dólares) y de 8 (9.74 dólares) a 10 euros (12.17 dólares) por fruta en Europa.

La cosecha de un plantón podría tomar entre 18 y 20 meses.

Todos los productores que nosotros estamos manejando, la mayoría de ellos tienen como objetivo la exportación”, dijo Núñez.

Proyecciones del MIDA estiman que en 2024 se podría tener una oferta exportable de alrededor de 990,000 kilogramos, lo que representaría un precio de venta estimado de B/. 7, 286,400, que se traduce en un total de 47 contendores de 21,000 kilogramos, o 255,244 cajas.

Regular la fruta es clave

Xavier Moscoso, productor, cultiva pitahaya en su finca en Las Lajas de Chame desde el año 2020.

Contó a TVN-2.com que, además de ser una “súper fruta” con muchas cualidades que aporta al ser humano en temas de salud, también tiene un gran valor en el mercado.

Considera que la planta es “bastante noble” y su comportamiento ha sido bueno durante casi un año y medio desde que empezó su cultivo, a pesar de ser un cactus que requiere de manejo, tiene enfermedades como cualquier otra planta, pero siempre bajo cualquier circunstancia sigue creciendo.

Coincide en que por ser una fruta exótica y el alto costo que tiene a nivel mundial en los mercados despierta el interés de los productores.

El norte de cualquier productor panameño con un cultivo comercial es obviamente exportar la fruta y aquí necesitamos mucho de los mismos productores y del Ministerio de Desarrollo Agropecuario para alivianar esa logística que comprende exportar”, Xavier Moscoso, productor.

Entre los que se dedican a su cultivo están tratando de conformar una asociación con miras a tener un diálogo de más peso con las autoridades, para propiciar la regulación de la fruta.

“Hay un esfuerzo que se debe hacer para que se regule como fruta exótica, una labor que estamos empujando para que esto se dé, por allí es que estamos buscando sentarnos en una mesa de negociación con el ministro para que regule la fruta, y eso así mismo abre muchas puertas y un trecho para futuras generaciones de productores”, puntualizó.