El peso de la minería en la balanza comercial de Panamá, ¿A qué nos estamos enfrentando?

Ciudad de Panamá, Panamá/Uno de los componentes económicos que más se ha visto en riesgo en los últimos meses ha sido el comercio internacional del país. En el ojo de la tormenta está la situación tensa entre el Gobierno Nacional y Minera Panamá, que llevó a la declaración del cese de operaciones en la mina de cobre en Donoso, aunque esta suspensión aún no se ha dado, mientras la empresa busca remedios legales.

Pero, ¿cómo se encuentra la situación del comercio internacional del país y qué ramificaciones podría tener el cese de operaciones de la mina?

El brazo de la balanza

Según datos de las Naciones Unidas, Panamá ha estado exportando durante la última década, en términos de valor en precios nominales, un promedio de $24,000 millones anuales, siendo el año de menor comercio al extranjero el 2020, el primero en él que la pandemia del COVID-19 empezó a asentarse sobre el mundo. Ese año, las exportaciones fueron por $18 mil millones, una caída estrepitosa de un tercio del valor en comparación al año anterior, cuando las mismas marcaron $27 mil millones, con proyecciones de aumentar incluso más.

Hoy en día, el país registra exportaciones por encima del promedio de la última década, con 2021 cerrando con $25 mil millones en comercio al extranjero, pero mucho de ese valor está atado a la continuidad de la operación de la mina —o su reemplazo— la cual ha pasado a representar una porción sustancial de las ventas internacionales del país.

¿Y las compras?

El promedio anual por la última década del valor de las importaciones al país ha sido de $25 mil millones.

Esa diferencia promedio de mil millones de dólares entre las compras y las ventas había estado causando un valor negativo en la balanza comercial, déficit que se cerró en 2020, producto de la severa caída del comercio internacional de Panamá.

Ese año, las importaciones cerraron en $17 mil millones, una caída de 36% en comparación al año anterior, cuando las desviaciones durante la última década nunca habían sido por más del 11%.

El platillo y la plomada

Pero, ¿qué bienes precisamente compra y vende Panamá?

Primero, las compras. En cuanto a bienes, la principal importación de Panamá, en términos de valor, es el combustible y los productos derivados del petróleo, por $2,200 millones, los cuales representan 17% de nuestra compra total al extranjero, según las Naciones Unidas.

A esto, le sigue la maquinaria y los dispositivos mecánicos, por $1,200 millones, y los carros y otros vehículos, por mil millones. Luego los aparatos electrónicos, por $900 millones, y los productos farmacéuticos, por $800 millones, entre otros, hasta sumar $13,000 millones en compras de bienes anuales.

Ahora, las ventas. La principal exportación de Panamá son los minerales metálicos, por alrededor de $3,000 millones, representando un contundente 77% de las exportaciones de bienes. Este rubro, que corresponde casi en su totalidad a la mina de cobre en Donoso, equivale, según la casa calificadora Fitch, a un 4% del producto interno bruto del país.

El siguiente rubro, las frutas y las nueces, registra ventas por $195 millones, un 5.2% del total.

El vuelco de la balanza

Es por tal peso de la mina sobre la economía que la situación con Minera Panamá podría descarrilar aún más, no solo la balanza comercial del país, sino también su solvencia financiera y programación presupuestaria.

Con los ingresos proyectados de la mina aún bajo negociación, y sin un reemplazo previsto, el país deberá recurrir todavía más a la deuda internacional para financiar su déficit durante el próximo año, la cual cada vez se obtiene a intereses más altos.

Y todo esto dentro de un panorama opacado por el peso que generará sostener el sistema de beneficio definido del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja de Seguro Social, el cual comenzará a exigir miles de millones de dólares anuales al Tesoro Nacional en el mediano plazo.

Precisamente la desavenencia central en el debate entre el Gobierno Nacional y Minera Panamá es el monto que debe pagar la mina al país, con la empresa intentando incluir deducciones y restas en su contrato para no tener que pagar efectivamente un mínimo de $375 millones que exige la administración de Laurentino Cortizo, monto por debajo de los más de $400 millones que requiere el Estado mensualmente para pagar su planilla.

Por su lado, Fitch emitió un comunicado el pasado 18 de enero considerando que lo más probable es que la mina y el gobierno lleguen a un acuerdo, ya que es importante no solo para la economía del país, sino también para el estado de resultados de First Quantum Minerals, empresa dueña de Minera Panamá, con la mina representando 50% de sus beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones.

No obstante, la casa calificadora espera que el proceso de negociación dure alrededor de seis meses, con la mina operando a una capacidad reducida durante ese tiempo.