Pequeños productores interesados en conocer mecanismos de acceso a futuros agroparques

Pese a la situación que vive el país con la crisis sanitaria del COVID-19 el sector agropecuario se ha mantenido, sin embargo, todavía hace falta mucho para su dinamización. En este sentido, el Gobierno apuesta a que una de las formas para reactivar la economía sea atrayendo a empresas internacionales que desarrollen agroparques, al tiempo que los pequeños productores consideran que es vital conocer los mecanismos para beneficiarse en el futuro.

Un borrador para reglamentar la ley

El pasado 8 de febrero se aprobó en la Asamblea Nacional la Ley No. 196 sobre el Régimen Especial para el Establecimiento de Empresas Operadoras y Desarrolladoras de Agroparques.

Tras la sanción de la ley por parte del presidente Laurentino Cortizo, el ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama instaló el 15 de febrero una comisión técnica que trabaja para tener listo a finales de marzo un borrador para la reglamentación de esta ley.

A esta comisión le corresponde elaborar la reglamentación que intenta, según el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), “dinamizar el agro, reducir los gastos de producción y maximizar la creación de valor de la producción, mediante inversiones en tecnología para que se incremente la productividad, eficiencia y competitividad del sector alimentario del país”.

En el artículo 2 de la citada ley, se define un agroparque como: “espacios físicos donde se agrupan diferentes actividades agroalimentarias o afines, con el fin de minimizar costos de producción y maximizar la creación de valor de la producción nacional, mediante inversiones en tecnología, incrementando la productividad y la competitividad del sector agroalimentario panameño. Los agroparques pueden contener varias cadenas productivas de valor”.

En su momento, el ministro Valderrama indicó que esta ley es de gran importancia, porque, “tiene el propósito de promover las inversiones en el sector agropecuario, hacer que los pequeños y medianos productores junto con las empresas que manejan los parques puedan conectarse con la eficiencia, productividad y nuevas tecnologías, a fin de transformar el producto, dándole valor agregado, para satisfacer la demanda del mercado interno y las agroexportaciones”.

En tanto, el borrador de la reglamentación ayudaría, según el MIDA, a que este proceso sea sencillo, sin obstáculos burocráticos para atraer inversiones, principalmente en este momento crucial, en que el país enfrenta una situación difícil por la crisis económica generada por la pandemia.

Con la instalación de agroparques aspiran a generar empleos, inversiones y catapultar el sector agropecuario en cuanto a tecnología y comercialización.

El Estado proyecta que a 10 años se puedan establecer unas 20 mil hectáreas de producción con una inversión directa de 700 millones de dólares, generando anualmente una economía de mil millones en áreas rurales del país.

Además, estiman la generación de 100 mil empleos permanentes a razón de cinco empleos por hectárea.

Los agroparques se instalarían en la región occidental del país, región central, Panamá Oeste y Panamá Este.

Mecanismos de acceso para pequeños productores

En la Asociación de Productores de Panamá (Aprodepa) se encuentran instruyéndose sobre la ley, para conocer cómo podrían ingresar a estos agronegocios, por ser una modalidad nueva, que requiere saber sobre las ventajas que obtendrían los productores, especialmente los pequeños, los de agricultura familiar, según informaron tras consultas realizadas por TVN-2.com.

Considera esta asociación que se movilizaría materia prima, exportaría en grandes cantidades, evacuaría producción y mejoraría los precios hacia el productor.

Para la Aprodepa, como se presenta la ley se ve bien, sin embargo, es "necesario conocer el mecanismo y la logística para que los pequeños productores puedan accesar".

“La parte jurídica, lo primero”

Lorenzo Jiménez, productor de Tierras Altas, dijo a TVN-2.com que Panamá tiene un potencial muy fuerte, solo que hay que explotarlo.

En tanto, sostuvo que hay productos como tomate y zanahorias que por las formas como crecen, algunos clientes no los quieren solo por estética y se podría aprovechar esos rubros ofreciéndolos de otra manera, como por ejemplo enlatados, dado que muchas veces se pierden esos alimentos.

Jiménez explicó que esto es un efecto multiplicador, porque la agroindustria siempre requiere de mano de obra. “El beneficio sería para una cadena completa, no solamente para el productor”.

Sin embargo, recalcó que no deja de ser importante que “lo primero es la parte jurídica, la que nos proteja… Leyes que nos aseguren a nosotros dónde vamos a vender nuestros productos”.