¿Qué está pasando con la producción láctea en Panamá?
Producción agropecuaria
Ciudad de Panamá, Panamá/Las pequeñas y medianas empresas que compran leche nacional están preocupadas porque la producción del lácteo es cada vez menor y se teme que no logre satisfacer la demanda, toda vez que aseguran que el mercado está en franco crecimiento y hay capacidad instalada para procesar más leche.
Solo entre 2019 a 2021 las pequeñas y medianas empresas, queserías en su mayoría, compraron a los productores locales 10.8 millones de litros de leche, un crecimiento relativo de 32.2%, cifra que representa un promedio anual de 16.1%, uno de los más altos registrados en el sector lechero local.
“La preocupación surge desde el momento en que no encuentran respuestas a las solicitudes de mayores volúmenes”, afirma la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan).
Esto, agrega, se mide claramente al comparar las estadísticas de entrega de leche del primer semestre de 2022 con las del 2021, que muestran que mes a mes han sido menores, en unos 4 millones de litros, que representan una caída en la producción de -6%.
Desde enero a junio de 2017 a igual periodo de 2021 la producción y recepción de leche grado C a nivel industrial experimento un retroceso de 62%, de acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Ganaderos.
“De julio a la fecha la producción de leche ha bajado a niveles nunca antes vistos”, afirmó Nilo Murillo, presidente de la Asociación de Productores de Quesos y Lácteos de Panamá (Aproquelpa).
Murillo sostuvo que el desabastecimiento de este producto es cada día más notable, y no es nada más por el crecimiento del mercado, sino “porque no crecemos en producción”, pese a los incentivos que se ofrecen.
O la gente no se está animando a meterse en la actividad, o tenemos un pie de producción deficiente, reflexionó.
En diferentes ocasiones la asociación que preside ha manifestado que se necesita un aumento del 30% de la producción actual de leche, frente a los 35 millones de litros que anualmente se producen.
Dijo que al sector le preocupa grandemente la próxima temporada seca, sobre todo en áreas lecheras como la provincia de Los Santos, donde la falta de agua y de pastos se hace evidente.
El tema agroindustrial para Murillo debe ser entendido como de sostenimiento social, donde la responsabilidad es de todos y no solamente de los gobiernos.
Destacó que los bancos estatales y privados tienen su cuota de responsabilidad, ya que “no entienden nada sobre este tema. Ellos están es por un tema de los intereses” y en muchas ocasiones no se cumple con un plan que beneficie a las personas para que puedan crecer a menores costos de inversión de los intereses bancarios.
Aclaró que la banca apoya, pero recalcó que “no estamos mirando realmente el horizonte como deberías hacerlo”.
Neris Deago, de la Asociación de Productores de Leche de Provincias Centrales, dijo en su oportunidad que en los últimos años muchos productores han abandonado la producción de leche grado C, migrando hacia la producción de grado B y A, buscando mejores créditos.
Hoy día, por litro de leche grado C el productor recibe de 40 a 54 centavos, sin incluir un incentivo, mientras que por la grado B se le paga 54 centavos por litro y por la grado A recibe de 54 a 71 centavos, según incentivos por calidad y volumen, siempre de acuerdo a la Anagan.
Utilizada para la fabricación de quesos, la leche grado C ha sido una de las más afectadas, tanto en su precio de compra al productor como por las inclemencias del clima, toda vez que depende en gran parte del pasto.
De acuerdo con la Secretaría de la Cadena Agroalimentaria de la Leche, en el país el sector lechero está compuesto por seis empresas catalogadas como grandes, mil 648 proveedores y 52 pequeñas y medianas empresas, con un estimado de 700 proveedores.
En 2021 la cantidad de vacas destinadas a la producción lechera fue de 167 mil, un incremento de 4 mil 200 respecto al 2019, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censo.
Respecto a la importación de leche, la Anagan indica que al comparar las cifras del 2020 con las del 2021 y el primer semestre de 2022 se tiene una disminución de 36 mil 261 toneladas métricas a 28 mil 926 toneladas métricas, lo que arroja una baja de 17.1% en el periodo 2020 y 2021, tendencia que se mantiene para este año.
En cuanto al valor CIF se tiene que disminuyó menos que la cantidad importada, pues hubo un incremento sustancial de precios al pasar de 3 mil 563 dólares la tonelada métrica en el 2020 a 4 mil 222 dólares en el 2021 y a 5 mil 219 dólares la tonelada métrica al primer semestre de este 2022.
Se destaca que desde septiembre del 2020 Panamá paralizó las importaciones de leche fluida y lactosueros procedentes de Costa Rica, conflicto comercial que a la fecha se mantiene.
Al referirse a los precios de los productos lácteos al consumidor, los ganaderos reconocen que estos han aumentado, “como consecuencia del incremento de la mayoría de los costos de producción y distribución”.
Para mejorar la genética ganadera en cuanto a la producción de carne y leche el gobierno de Laurentino Cortizo Cohen continúa entregando semovientes a pequeños ganaderos de varias provincias, aunque una fuente del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, con conocimiento del programa, informó que a este “no se le da seguimiento”, por lo que se duda que cumpla su cometido.