Pandemia habría 'agravado' el tabaquismo entre fumadores

El tabaquismo, lo que hace es dar una condición que crea por si misma, ansiedad por consumir la siguiente dosis de tabaco.

Las personas pueden solicitar atención en la Policlínica de San Francisco. / Cortesía Pixabay.

El confinamiento por COVID-19, y los meses de encierro debido a las medidas restrictivas en la movilidad, impuestas por las autoridades sanitarias, lo que hizo fue agravar la condición mental de ansiedad, estrés, depresión y situaciones de conflictos de los fumadores.

De acuerdo con la psicóloga clínica Soraya López, en aquellos fumadores que siempre lo han hecho por habito, en la realidad actual y en el momento en el que nos encontramos “segurísimo” que han agravado la condición.

Explica que el tabaquismo es una condición de salud permanente y muchos fumadores lo hacen porque piensan que eso les ayuda a mejorar su estado de salud mental y “por supuesto” que no es cierto, bajo ningún punto de vista, el tabaquismo representa una especie de medicamento, ni es tampoco un tratamiento o sustancia que mejore a la persona por estrés, recalcó la psicóloga López.

El tabaquismo, lo que hace es dar una condición que crea por si misma, ansiedad por consumir la siguiente dosis de tabaco, agrega.

Múltiles tipos de cáncer están asoiados con el tabaquismo. / Cortesía Pixabay.

La persona que fuma piensa que es inocuo lo que está haciendo y aunque en algún momento ha leído que eso le hace daño, la realidad es que no es algo inocuo porque se trata de una sustancia que crea un cambio en el cerebro para lograr que una persona vuelva a consumir esa sustancia”, sentencia la experta, quien es la jefa de la Clínica de Cesación de Tabaquismo de la policlínica Dr. Carlos N. Brin de San Francisco.

Al modificar la estructura cerebral de una persona sana, como un joven que nunca haya fumado, lo que se crea es una nueva necesidad dañina.

Según la psicóloga, es por ello que la persona vuelve a fumar creyendo que le ayuda, pero lo que único que está haciendo es satisfacer la necesidad de droga [nicotina] y los demás 4 mil compuestos que le agregan al cigarrillo.

Efectos de la pandemia

La psicóloga López dijo que, lamentablemente, la pandemia significó una separación de las personas a las consultas, debido a la prioridad que las instancias de salud le dieron a la pandemia.

Sin embargo, a través del trabajo que desarrollaron de manera virtual en las plataformas habilitadas por las autoridades, brindaron algunas asistencias y en una semana que tiene de haber reactivado la clínica ya dos personas han solicitado atención.

La especialista dijo que las personas que fuman creerán que durante la pandemia el consumo de tabaco les haya ayudado, pero no es así.

Dijo a TVN-2.com que la necesidad que tendrán por querer parar de fumar ahora es mayor que nunca porque haber aumentado el consumo de tabaco provoca más propensión a enfermedades, estrés, incluso trastornos del sueño, ya que el cigarrillo no es un calmante, sino un estimulante.

Hay personas fumadoras que no creen que el consumo de cigarrillo les causa problemas de sueño, pero no dormir o no hacer las cosas normales como respirar aire puro, lo que provoca es que la mente se ponga en alerta o en estado de nerviosismo e hiperactividad”, manifestó López.

Considera que la pandemia ha empeorado la condición del tabaquismo en Panamá, tanto de primera, como de segunda mano.

Para López, Panamá está ante una situación que amerita que todas las instalaciones pongan el esfuerzo para no solo detectar, sino para que la gente tome conciencia sobre la importancia que amerita dejar de fumar y que de ninguna manera es saludable.

Fumar no quita la depresión, no relaja, no desestresa”. Soraya López – psicóloga.

Quienes llegan a buscar ayuda a las clínicas de tabaquismo no son los jóvenes que están empezando a fumar, sino los más adultos que ya están padeciendo las consecuencias.

Algunas de las enfermedades asociadas al tabaquismo:

En la Policlínica de San Francisco se recibían por consulta semana entre 5 o 7 pacientes, interesados en recibir ayuda, antes de la pandemia. En edades de 45 hasta los 70 años.

Detalló que al menos siete personas dejaban el consumo de tabaco por año, a través de la ayuda de la clínica de cesación.

Para recibir atención, las personas pueden acudir a la Policlínica de San Francisco para que se le dé el acceso a la atención en la clínica.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mata en el mundo a más de ocho millones de personas cada año. Más de siete millones de esas muertes se deben al consumo directo del tabaco y aproximadamente 1,2 millones al humo ajeno al que están expuestos los no fumadores.

Señalan que un grupo de expertos en salud pública reunido por la OMS el 29 de abril de 2020 estableció que los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar síntomas graves en caso de padecer COVID-19, en comparación con los no fumadores.

A los 20 minutos de dejar de fumar se reducen la tensión arterial y la frecuencia cardíaca elevadas. A las 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo vuelve a la normalidad. A las 2-12 semanas, mejoran la circulación y la función pulmonar. A los 1-9 meses se reducen la tos y la disnea.

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