¿Tiene Panamá suficientes enfermeras para atender todas las necesidades de salud pública?
Salud en Panamá
La crisis sanitaria por la COVID-19 obligó a reforzar el personal de enfermería, pero aun así no llena las expectativas de lo que necesita el país, sobre todo por la disparidad que existe entre las que trabajan en las áreas urbanas, rurales y comarcales, advirtió su dirigente.
El problema no es local sino internacional, destacó el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Situación de la Enfermería en el Mundo 2020. Invertir en Educación, Empleo y Liderazgo”.
Ciudad de Panamá/La pandemia provocada por el virus SARS- CoV-2 obligó a las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) y de la Caja de Seguro Social (CSS) a nombrar personal para reforzar el sistema sanitario y aunque la mayor parte se concentró en la contratación de personal de enfermería todavía están lejos de cumplir estándares como el de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que sugiere una cifra de 23 enfermeras por cada 10,000 habitantes “para asegurar la adecuada prestación de los servicios de salud”.
La presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP), Ana Reyes, informó que de manera general se podría decir que en el país hay de 8 a 10 enfermeras por cada 10,000 mil habitantes, pero esto no es un dato real porque existe una disparidad entre el área urbana, rural y comarcal.
Como una forma de ejemplarizar esta desigualdad, Reyes explicó que existen instalaciones de la CSS en el área urbana con una dotación ideal de enfermeras, así como instalaciones en las áreas rurales y comarcales donde no hay ninguna.
Una estadística conocida como Médicos (as) y Enfermeras (os) en las Instalaciones de Salud en la República, según área, ciudades de Panamá y Colón, provincia y Comarcas Indígenas del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) detalló que para el pasado 2018, la cifra más reciente, habían 6,256 enfermeras, de las cuales 5, 175 estaban en el área urbana y 1,081 en el rural, lo que incluía las comarcas.
Nosotros estamos muy por debajo en nuestras estadísticas y además es sectorizado porque tenemos una disparidad. En la zona urbana es donde se concentra la mayoría de las enfermeras. El 85 al 90% de este recurso humano está en el área urbana y las cabeceras de algunas provincias”, indicó Reyes.
Sobre la publicación del INEC expresó que la asociación maneja las cifras de inscripción al gremio, las cuales son unas 7,000 que incluyen a las jubiladas que se mantienen activas, jubiladas que se retiraron del sistema, pero siguen pagando sus cuotas, que son las menos ,y el resto. “Es muy poco, es muy poco”, sentenció.
“En la región comarcal de San Félix, por ejemplo, en la que puede haber unos 200 mil habitantes no llegamos ni siquiera a 50 enfermeras. Y es solamente la región de San Félix ¡qué te digo de la región de Darién, Coclé, Colón, …!”, reflexionó Reyes.
Añadió que todo esto sucede por la falta de planificación que existe dentro del sistema de salud, lo cual no les permite saber qué cantidad de personal necesitan, para qué y por qué lo necesitan y el presupuesto que deben destinar para nombrarlo.
Nuevas enfermeras, pero no las suficientes
Un informe de la Dirección de Provisión de Salud, que cita datos de Recursos Humanos del Minsa, indicó que hasta el pasado mes de noviembre contrataron 978 enfermeras básicas y 932 técnicos en enfermería, pero las cifras que maneja la ANEP, las cuales les proporcionaron las autoridades, habla de 1, 336 nombradas desde el pasado mes de febrero de 2020, un mes antes de que se presentara el primer caso de COVID-19 en el país.
La cifra en cuestión está publicada en la Gaceta Oficial y como parte de un acuerdo que suscribió la ANEP el pasado 30 de abril con las autoridades del MINSA y la CSS para que todo el personal de enfermería que se nombró por la contingencia pase de manera gradual a la planilla de permanentes de ambas instituciones.
En las reuniones la cifra que ellos dieron eran 1,336 enfermeras que habían sido contratadas desde el mes de febrero de 2020 para la atención por la COVID-19; incluidas un grupo que iban a ser contratadas por el Ministerio de Salud, pero laborarán en la Caja de Seguro Social porque esta institución dijo que ya se le había acabado el presupuesto porque ya ellos habían contratado”, señaló Reyes.
Agregó que la ANEP exigió que ninguna de estas enfermeras salga del sistema porque se necesitan, dado que aún con ellas todavía no se alcanza una cifra que se acerque a la ideal de las que requiere el país, sobre todo porque ahora “la situación empeoró” dado que las necesidades por la pandemia se triplicaron.
Al respecto, indicó que en estos momentos tienen a los pacientes crónicos, los cuales no recibieron una atención adecuada el pasado 2020 por todo el tema de la pandemia a lo que se suman los programas que llevaba el personal de enfermería que permanecieron "prácticamente" cerrados, las secuelas que deja la COVID-19, las cirugías atrasadas, las nuevas consultas que se prolongan más que antes, por mencionar solo algunos de los problemas de salud que requieren, junto a otros profesionales, la intervención del personal de enfermería.
Reyes señaló que antes de la pandemia se requerían unas 700 enfermeras para aproximarse a la cifra ideal, pero luego de casi dos años con esta enfermedad en el país, aún con el nombramiento de las 1,336 enfermeras, el número de las que faltarían actualmente rondan las 1,000 de las cuales algunas están graduadas y otras en formación.
“En la formación del personal de enfermería no hay problema. Para nosotros la dificultad es nombrarlas. En el interior yo todavía tengo un listado de enfermeras que no han sido nombradas. Las 1,336 son recién graduadas, casi recién salida de las universidades, promoción completa. Algunas, quizás, hasta con dos años de graduadas”, dijo Reyes.
Añadió que el personal de enfermería que ingresa al sistema no es el suficiente porque las autoridades están concentradas en los hospitales y descuidan la red de atención primaria que es la principal, porque es la que debe evitar que las personas lleguen a los hospitales afectados por males crónicos y enfermedades no transmisibles, a través de programas como la de promoción de la salud.
Añadió que llevan años diciendo que qué la red de atención primaria debe ser la punta de lanza de un sistema sanitario.
Un reflejo de la expresión de Reyes es el cuadro del INEC: Enfermeras (os) en las instalaciones de Salud en la República, por Dependencia y Jornada de Trabajo, según el nivel de atención, clase de instalación con y sin especialidad el cual reveló que de las 6, 256 enfermeras que trabajan en instalaciones de salud pública 1,014 están destinadas al primer nivel de atención en los que se incluyen los puestos de salud, subcentro de salud, centro de promoción de la salud, clínica o consultorio privado, centro de salud básico, centro de atención, promoción y prevención de salud, unidad local de atención primaria de salud, policlínica básica, centro de salud con especialidades, centro de salud con camas; mientras que 3,305 están en el segundo nivel de atención que incluye las policlínicas especializadas y hospitales regionales y 1, 937 en el tercer nivel de atención, es decir, Hospital de Referencia General y Especializado.
Un déficit que traspasa fronteras
La ausencia de suficientes enfermeras en el sistema de salud no es un problema local, sino mundial que cada país enfrenta de diferentes maneras. Así lo destacó el documento “Situación de la enfermería en el mundo 2020: invertir en educación, empleo y liderazgo”, publicado el año pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual reveló que “sigue existiendo un déficit mundial de 5,9 millones de profesionales de la enfermería, la mayoría en países de África, Asia Sudoriental y la Región del Mediterráneo Oriental de la OMS, así como en algunos países de América Latina”.
En el informe, el cual recoge los datos proporcionados por los propios países participantes, señaló que “las acciones necesarias para disminuir el déficit de estos profesionales son aumentar la inversión nacional para evitar una situación de escasez mundial, incrementar el número de graduados en enfermería, mejorar las opciones de empleo y retener a los profesionales en el sistema de salud”.
Para Reyes, el informe de la condición de enfermería a nivel mundial se quedó corto porque muchos de los datos se generaron antes de pandemia, en el año 2019 y además los que los proporcionaron, por lo menos en Panamá, no fueron los del gremio de enfermería y tampoco las direcciones de enfermería, es decir, la información la dieron personas que realmente no la manejaban.
Sin embargo, reconoce un dato que recoge el informe sobre tres países que concentran hasta el 70% de los 19.3 millones del personal de enfermería que cita que son Estados Unidos, Canadá y Brasil, los cuáles si mantienen los estándares de 23 enfermeras por cada 10,000 mil habitantes que indica la OMS, mientras que en Panamá reiteró están entre 8 y 10, pero hay regiones donde no existe ninguna.
Según el documento, en todo el mundo el personal de enfermería suma 27,9 millones de personas, de las que 19,3 millones son enfermeros y enfermeras profesionales, lo que confirma que son el grupo ocupacional más numeroso del sector de la salud, ya que representa aproximadamente el 59% de las profesiones sanitarias.