Panamá: productividad, deuda y perspectiva

Ciudad de Panamá / Foto/Archivo

Ciudad de Panamá, Panamá/Dos temas en la columna de esta semana: la reciente emisión de deuda por parte del Gobierno Nacional y una reciente nota titular sobre Panamá publicada en Reuters, una de las principales agencias de noticias del mundo.

Productividad

Para dar contexto a la deuda nacional, favorece tener en consideración qué la paga: la productividad nacional.

Según cifras oficiales, el producto interno bruto (PIB) anual de Panamá es de $75 mil millones, aunque tal cifra podría estar sobreestimada debido al cambio del año base de cómputo del PIB.

Billetes de dólares / Pixabay.

¿Qué impulsa el PIB de Panamá?

Según las cifras trimestrales más recientes, el participante más grande es el sector comercial (20%), acompañado por el transporte y la logística (14%) que ocupa un volumen similar. El siguiente renglón de magnitud está compuesto, en orden, por la construcción (9%), la intermediación financiera (7%) y la minería (7%). La agricultura, las bienes raíces y las utilidades también son participantes relevantes de la productividad.

Una persona se dedica a la construcción, uno de los pilares de la economía / Cortesía de @MiAmbientePma

Cerca de esa escala está la manufactura, cuya dimensión ha recibido un espaldarazo por el reciente acuerdo entre Estados Unidos y Panamá de integrar, junto a otros ocho países, una red paralela de producción de semiconductores o procesadores. Esta vena de desarrollo tecnológico podría incluso apoyar a largo plazo a evitar que Panamá caiga en una trampa de bajo crecimiento, una preocupación recientemente elevada por el Banco Mundial sobre la región latinoamericana en general.

Importante en cuanto a tal acuerdo será el tema de capacitación, crucial en este sector. Por ejemplo, la gigante de chips Taiwan Semiconductor anunció que tendrá que postergar por un año la apertura de una nueva fábrica en Estados Unidos, en el estado de Arizona, por la falta de mano de obra calificada.

Deuda

Visto el débito, revisemos el crédito.

Cerrando junio, el saldo de la deuda pública era casi $46 mil millones —60% del PIB.

De estos, casi $40 mil millones corresponden a deuda al extranjero y el restante, es deuda pública local.

Entre el cierre de mayo y el de junio, la deuda pública creció por $350 millones. Y Panamá recibió desembolsos de varios organismos multilaterales. Por ejemplo, $28 millones para proyectos de agua y salud por el Banco Interamericano de Desarrollo y otros $7 millones para proyectos similares en el centro del país, por el Banco de Desarrollo de América Latina.

Del lado del pago, $71 millones se fueron a tales organismos multilaterales, mientras que $85 millones a bancos comerciales, tanto locales como extranjeros. Y otros $75 millones fueron a pagar el vencimiento de Letras del Tesoro. Eso es hasta junio.

El pasado martes el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) obtuvo en bonos del Tesoro $700 millones al 6.3% por 10 años hasta el 2023. Lo interesante es que fueron emitidos en la Bolsa Latinoamericana de Valores (Latinex) que es parte del mercado local. Tal año ya cuenta con un vencimiento extranjero programado por mil millones de dólares. Y el MEF mantiene la capacidad de emitir $900 millones más bajo la misma autorización del Gobierno Nacional.

Los bonos emitidos el martes pasado también se podían comprar en el extranjero, a través de EuroClear, una empresa de servicios financieros que se especializa en las transacciones y la custodia de valores. De hecho, la mayor parte de la compra fue en el extranjero, con un 40% quedándose en manos de inversionistas locales.

Una venta de bonos reciente a esta escala fue en marzo pasado, cuando el MEF obtuvo del extranjero mil millones de dólares a 6.8% por 31 años y $800 millones a 6.4% por 12 años.

Según el MEF, el Tesoro necesita financiamiento por alrededor de $4 mil millones para 2023, de los cuales una mitad irá a inversiones del Gobierno Nacional y la otra, al pago de la deuda ya existente.

En materia internacional, en una nota relacionada, el pasado viernes inició en Panamá la reunión de representantes del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica, organización con 18 países miembros, reunidos aquí para la discusión de la prevención del blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo.

Perspectiva

Ayer la agencia de noticias Reuters publicó una nota en su sección de las Américas donde relata la “infernal” situación que viven las personas migrantes que hoy día cruzan principalmente por el norte del Darién. Y remarca la disparidad con la que se trata a estas personas, perfilando a aventureros que visitan el sur del Darién durante sus viajes turísticos.

La mención es notable considerando que Reuters está dentro de la cima de la lista de los sitios web más visitados del mundo.

La nota describe, entre otros, el encuentro chocante entre personas migrantes y turistas en el Darién, con un grupo que escapaba tortura en Venezuela topándose con una expedición de creadores de contenido. Tal realidad amerita un profundo e importante análisis.

En esta columna, nos limitamos a notar las frases utilizadas en relación a Panamá, las cuales aportan a definir, en parte, la percepción del país a nivel internacional.

Primero se habla de la jungla panameña, tildada como “uno de los lugares más salvajes del planeta” y destacándose sus “ríos caudalosos”. El tapón de Darién es calificado de “notorio”, “peligroso” y “traicionero”, habitado por “guerrillas y bandidos” y el sitio de “una catástrofe humanitaria”. La región entera está considerada “sin ley”.

Migrantes atravesando la selva de Darién / AFP

En una descripción particularmente fuerte del viaje de una madre migrante, dice “el Darién es el infierno”. Y Reuters obtuvo una cita del líder de Doctores Sin Fronteras diciendo “el Darién es una zona de crisis humanitaria, no un lugar para vacacionar”.

La nota de Reuters también dice que Panamá está “bajo presión de los Estados Unidos” e implica que ha sido tal presión lo que ha empujado a Panamá a atender la situación migratoria.

A pesar de menciones positivas del poder de la jungla, la presencia de orquídeas y aves raras y el deleite que incluso experimentó una persona migrante rodeada por la belleza natural, la nota deja a Panamá en términos preocupantes, incluso con Reuters sugiriendo que hasta que el país no atienda la crisis migratoria de forma definitiva, no podrá lograr su plan maestro de turismo sostenible.

Regresando a las cifras iniciales, el renglón de hoteles y restaurantes, el más asociado a la industria turística, se dirigía a ocupar casi un 3% del PIB hace cinco años. Para 2021, la magnitud era de 1% del PIB, aunque desde entonces se ha visto una leve recuperación hasta el 1.4%.

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