Panamá necesita importar 600 mil quintales de arroz
Arroz en Panamá
Ciudad de Panamá, Panamá/Hasta este 15 de agosto hay arroz disponible para los consumidores, mientras que lo que resta del mes será cubierto con la importación de 600 mil quintales del grano en cáscara que debe entrar al país a más tardar el miércoles 10, señaló Alberto Martinelli, presidente de la Asociación Nacional de Molineros (Analmo).
El grano importado, que fue adquirido en Estados Unidos a un precio de 23.20 dólares el quintal, al 3% de arancel preferencial, cubrirá el consumo hasta que en septiembre entre el grueso de la cosecha nacional, que actualmente está en proceso, pero que fue afectada por los recientes disturbios en el país.
Se estima que diariamente el 90% de los panameños come arroz, lo que contribuye a un consumo per cápita de unos 70 kilogramos (154.32 libras) al año, y un gasto anual superior a los 190 dólares.
Como dato curioso se tiene que en 2016, cuando el consumo mundial del grano era de 54.3 kilogramos per cápita, el de Panamá se ubicaba en 64.7 kilogramos, de acuerdo con estadísticas de la Analmo.
El grano a importar debía entrar al país el 1 de agosto, pero la empresa que se adjudicó la importación, TRC Trading Corporation, alegó en su momento que el congestionamiento de barcos en el puerto de carga no le permitiría traer el arroz en el tiempo estipulado, según informó una escueta nota del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
“Ellos tienen el compromiso de poner el barco con 600 mil quintales de arroz a más tardar el día 10 de agosto en puerto panameño”, afirmó por su parte el presidente de los molineros, Alberto Martinelli.
“Tenemos arroz nacional viejo en poca cantidad. Solo hasta el 15 agosto. Con la importación se soluciona. Habrá suficiente arroz”, reiteró.
Mientras esto ocurre, los silos de los molinos permanecen vacíos, a la espera de la producción nacional, cuya cosecha hoy día está a medio arrancar.
Martinelli explicó que la importación se reparte porcentualmente entre los molinos, según la participación de mercado, “y debe alcanzar para cerrar el mes de agosto. Luego se procederá a pilar el arroz de cosecha nacional, ya con un mes de reposo en los silos, para que no se pegue al cocinarse, por ser un arroz nuevo”.
Para el presidente de la comisión de la Cadena Agroalimentaria, Alexander Araúz, el proceso de licitación “fue una oferta abierta y muy democrática”, pues "existe una obligación y un deber con el país de no dejarlo sin arroz, para que no exista el caos y que la oferta de arroz esté en las estanterías de todos los supermercados y tiendas”.
La extensión de la llegada del grano, del 1 al 10 de agosto, se dio en una reunión virtual extraordinaria del Comité de Cadena Agroalimentaria de arroz, que presidió Carlo Rognoni, viceministro de Desarrollo Agropecuario.
Las autoridades agropecuarias habían informado que para el ciclo agrícola 2022-2023 se proyectaba una siembra del grano en más de 90 mil hectáreas, de las que 79 mil 600 hectáreas serían en secano y 10 mil 400 en hectáreas de bajo riesgo.
Esta afirmación “estaba lejos de la realidad”, dijo en su momento el presidente de la Nueva Asociación de Productores de Arroz provincia de Chiriquí, Gabriel Araúz, para quien la realidad indica que quizás se estará sembrando un máximo de unas 80 mil hectáreas.
Los arroceros vienen confrontando serios problemas con la compra de fertilizantes, los cuales escasean y han aumentado de precio, en algunos casos en más del 75%.
El Banco Mundial sostiene que regionalmente la persistencia de los altos precios de los fertilizantes puede extenderse a una variedad más amplia de cultivos, incluido el arroz.
El índice de precios de los fertilizantes del organismo internacional aumentó casi un 15% respecto a principios de año y los precios se han triplicado con creces en comparación con hace dos años. Agrega que los elevados costos de los insumos, las interrupciones en el suministro y las restricciones comerciales están impulsando el reciente aumento.
“Los precios del gas natural comenzaron a subir el otoño pasado, cuando las tensiones entre Rusia y Ucrania se intensificaron y provocaron recortes generalizados en la producción de amoníaco, un elemento importante de los fertilizantes nitrogenados. Del mismo modo, el aumento del precio del carbón en China, la principal materia prima para la producción de amoníaco en ese país, obligó a las fábricas de fertilizantes a reducir la producción”, indica una nota de la citada entidad.
Insiste en que hay que actuar ahora para que los fertilizantes sean más accesibles y asequibles, para así evitar la prolongación de la crisis alimentaria.