Panamá ante el reto diplomático, comercial y logístico de adquirir las vacunas contra el COVID-19
Si hay algo que esperan los países del mundo es la llegada de las vacunas contra el COVID-19, tanto para salvar vidas como para reactivar las economías. Conseguirlas y distribuirlas entre la población, es el reto. ¿Cómo se ha movido Panamá en esa dirección? Conozca la situación en contexto.
Ciudad de Panamá/La aprobación de las primeras vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2 llegó como una luz al final del túnel, tras nueve meses de pandemia. La comunidad internacional ha puesto los ojos en la aplicación de las primeras dosis para la población en Europa, en este mes de diciembre, mientras que en Latinoamérica −incluido Panamá− los países esperan que lleguen pronto sus pedidos.
Actualmente, hay 51 vacunas candidatas en evaluación clínica y 163 en evaluación preclínica que se están desarrollando, de acuerdo con la última actualización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al 2 de diciembre. De ellas, 13 se encuentran en ensayos clínicos a gran escala (fase 3).
Mientras llegan las aprobaciones finales de las nuevas vacunas, las farmacéuticas han recibido millones de pedidos de dosis. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha asegurado que se trabaja en mecanismos que garanticen que los países con menos posibilidades de comprar las vacunas cuenten con las dosis de manera equitativa, aunque aún hay expectativas de que esto se cumpla así.
En este escenario, Panamá tiene el reto de adquirir las vacunas requeridas para su población (4.2 millones de habitantes) tomando en cuenta varios aspectos para lograrlo, entre ellos: el comercial, el logístico y el de la diplomacia, sostiene Edwin Cabrera, analista político.
Por ahora, el gobierno del presidente Laurentino “Nito” Cortizo ha asegurado que ya autorizó la adquisición de 4 millones de vacunas contra el SARS-COV2 a Pfizer y que las primeras dosis llegarán en el primer trimestre de 2021. El Ministerio de Salud (Minsa) confirmó el pasado 5 de diciembre que, además, se ha negociado la adquisición de 2.5 millones de dosis con distintos desarrolladores de vacunas.
Cabe señalar que la mayoría de las vacunas que están en evaluación deben aplicarse dos veces (dos dosis) para lograr su efectividad, incluyendo la de Pfizer y BioNTech, que recientemente recibió la aprobación de Reino Unido para su aplicación en la población a partir de esta semana y que será la que llegará a Panamá el próximo año.
Algo que aún no se ha precisado como parte de los desarrolladores de las vacunas es cada qué tiempo deben volver a vacunarse las personas que ya recibieron las dosis completas, o cuál es el procedimiento a seguir con quienes ya padecieron la COVID-19, entre otros aspectos.
"Diplomacia de las vacunas"
El personal diplomático cobra especial relevancia en estos momentos. Para Cabrera se trata de gente clave porque “los embajadores de los tiempos modernos ya no están para ir a tomar café o para ir a cócteles. Hoy se requieren embajadores que sean muy proactivos, justamente estableciendo vínculos con las empresas importantes”.
Hay que recordar, continúa Cabrera, que los desarrolladores de las vacunas “son laboratorios o empresas privadas y lo que se impone es una muy buena estrategia del gobierno en cuanto a su relación con esas empresas”.
Embajador que no sea proactivo es un embajador que no nos sirve… Estamos hablando de un modelo de relación de un gobierno con una empresa. Por eso es clave tener en cuenta quién o quienes hacen esas relaciones", Edwin Cabrera, analista político
El anuncio de la llegada de las primeras dosis de Pfizer a Panamá ocurrió justo en momentos en que Alejandro Ferrer presentó su renuncia como ministro de Relaciones Exteriores, al igual que el vicecanciller Federico Alfaro. Ambos fueron reemplazados de inmediato por Erika Mouynes y Dayra Carrizo, respectivamente.
Mouynes, quien fungía como viceministra de Asuntos Multilaterales y Cooperación, anunció en noviembre pasado que Panamá cerró el último de tres acuerdos de manera bilateral relacionados con las vacunas contra la COVID-19 y que desde el mes de junio de este año el país “se lanzó a la búsqueda de establecer contactos y acuerdos” con el apoyo del servicio exterior.
En pocas palabras, este apenas es el comienzo de un proceso más complejo. Cabrera lo explica indicando que se trata de “una mezcla de una buena estrategia de relaciones internacionales y una mejor estrategia mercantil, si Panamá tiene el dinero para pagar”.
“Panamá puede estar a la altura de resolver eso, [pero] hay otros aspectos que se deben considerar… Lo que me está preocupando es si Panamá tiene la cadena de frío necesaria. Lo otro es distribuir la vacuna en todo el país”. “Estamos hablando de una vacunación casi masiva”, agregó el analista político.
La OMS ha advertido que deberá aprobarse más de una vacuna para responder a la demanda mundial, por lo que aún se siguen estudiando muchas posibles vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2.
¿Y otros proveedores?
Hasta ahora, el Gobierno ha confirmado sus negociaciones con cuatro empresas. La viceministra de Salud, Ivette Berrío, adelantó que ya “hemos firmado con los desarrolladores de vacunas cantidades que nos proyectan vacunar a alrededor del 80% de la población panameña”.
El Minsa confirmó el pasado 5 de diciembre que Panamá proyecta un proceso de vacunación general de la población por etapas, a partir de 2021, considerando la llegada de las dosis solicitadas a Pfizer (4 millones) y a otros tres desarrolladores más (2.5 millones de dosis).
Se trata de AstraZeneca y la Universidad de Oxford (Reino Unido), Johnson & Johnson (Estados Unidos) y CureVac (Alemania), esta última hace parte de la iniciativa Covax, que busca garantizar un acceso global equitativo a las vacunas para el COVID-19. Panamá participa en el ensayo clínico (ensayos para probar la eficacia) que lleva a cabo esta biofarmacéutica.
Desde el 30 de septiembre pasado, Panamá lleva a cabo el ensayo clínico de fase 2 de la vacuna contra la COVID-19 de CureVac con 250 voluntarios. Aún no se han presentado los resultados de estos estudios en el país canalero.
Todavía no hay fechas de confirmación de la llegada de las dosis de estos tres desarrolladores, quienes no han recibido las aprobaciones requeridas para distribuir las vacunas a la población en general.
Así las cosas, ¿Panamá debe mirar también hacia otros desarrolladores? Cabrera opina que sí. Incluso menciona los adelantos de China, Rusia y Taiwán.
En Panamá no tenemos por qué mirar hacia un solo lado. Debemos ver todas las posibilidades... Hay que ver cómo es la política exterior panameña, cuáles son sus objetivos y sus intereses", Edwin Cabrera
¿Rusia, China o Taiwán?
Sobre Taiwán, Cabrera dice que “no entiendo por qué la administración Cortizo no ha establecido una relación con Taiwán, por ejemplo, plantear un modelo de relación comercial”.
Y es que la respuesta de Taipei a la pandemia del coronavirus ha sido una de las “más eficaces del mundo”, reportó CNN el 30 de octubre pasado. Después de sufrir el brote mortal del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en 2003, Taiwán trabajó para fortalecer su capacidad de hacer frente a una pandemia, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, reseñó el medio estadounidense.
“Entonces, cuando escuchamos que había algunos casos secretos de neumonía en China donde los pacientes eran tratados de forma aislada, supimos que era algo similar”, dijo, y actuaron en consecuencia. De hecho, Medigen Vaccine Biologics Corp. de Taiwán y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos desarrollan conjuntamente una posible vacuna contra la COVID-19, publicó la agencia turca de noticias Anadolu.
“Es la tercera vacuna potencial de este tipo que se produce en la nación insular. Adimmune Corp. y United Biomedical Inc. también están trabajando en posibles vacunas COVID-19”, según la agencia turca.
Rusia, por su parte, empezó el pasado 5 de diciembre el proceso de vacunación general de la población en Moscú, aplicando la vacuna Sputnik V (lleva el nombre del primer satélite espacial soviético, en 1957). Sus desarrolladores, el Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), afirman que ya han recibido más de 1.2 mil millones de solicitudes de dosis de esta vacuna de más de 50 países.
Mientras que la República Popular China prevé tener listas 600 millones de unidades de sus vacunas antes de fin de mes, reportó el diario El País (España). Según este medio, en la carrera por conseguir una vacuna efectiva y segura contra el coronavirus en el menor tiempo posible, China ya cuenta con cuatro en la tercera y última fase de pruebas.
“Dos de ellas han sido desarrolladas por la farmacéutica estatal CNBG. La tercera, por la firma Sinovac; la última es de Cansino Biologics”, se indica en la nota.
Lo que llama la atención de este reporte es que las pruebas de la fase 3 de estas vacunas se han llevado a cabo en 16 países de América Latina, Oriente Medio y el sureste asiático porque en China ya no hay suficientes casos de infección de la COVID-19.
Precisamente, sobre este punto, el principal comandante militar para Centroamérica y Sudamérica, el almirante Craig S. Faller, le dijo a The New York Times que es probable que China, que ya compite para tener influencia en este hemisferio a través de una red multimillonaria de inversiones y acuerdos de infraestructura, supere a Estados Unidos en su propio juego con la diplomacia de las vacunas.
En el artículo, reproducido en español por Infobae, el pasado 7 de diciembre, Faller reconoció que China está asegurándose de hacer “acuerdos para tratar de desplegar y emplear la vacuna” en todo el mundo con el fin de detener el coronavirus, mientras que Estados Unidos, a través del programa gubernamental Operación Máxima Velocidad, está “encargándose de Estados Unidos primero”.
Los desarrolladores chinos han estado haciendo pruebas en la región latinoamericana: Sinovac Biotech, en Brasil; y CanSino Biologics, en México.
El almirante Craig S. Faller mencionó que le resulta de particular preocupación los acuerdos portuarios de China en torno al Canal de Panamá, “un importante cuello de botella mundial” en caso de “un conflicto global importante”.
Advierten de una ‘especulación financiera’
Mientras continúa el desarrollo de las nuevas vacunas para combatir el coronavirus SARS-CoV-2, los casos de la COVID-19 siguen aumentando. De allí que sea clave que tras completarse las fases clínicas (fase 3), los desarrolladores soliciten formalmente la aprobación de su vacuna y, seguidamente, comience la fase 4, que −según la OPS− son los estudios que ocurren después de la aprobación de una vacuna en uno o varios países para evaluar cómo funciona en el “mundo real”.
De esa manera, se sabrá su efectividad y se conocerán posibles eventos adversos, indica la OPS en su documento Fases de desarrollo de una vacuna.
Más allá de las aprobaciones y validaciones científicas, también hay otros aspectos que no se pueden perder de vista. Desde el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) advierten que “aunque la financiación pública está siendo indispensable para la carrera por las vacunas, la participación del capital privado está jugando un papel importante en los proyectos de investigación y en los organismos multilaterales”.
Finalmente, lo anterior lleva a pensar que, de fondo, hay varios riesgos: “la privatización de la agenda de la salud pública a escala mundial, un área de negocios muy suculenta bajo el capitalismo; la patrimonialización de la vacuna y la especulación financiera. Sólo el anuncio de una vacuna por parte de Pfizer hizo subir sus acciones en bolsa”, recordó Arantxa Tirado, especialista en Relaciones Internacionales e Integración Europea, en su análisis La disputa geopolítica por la vacuna y su impacto en América Latina y el Caribe del Celag.
'Decisión necesaria'
Mientras continúa el debate internacional sobre las posibles disputas geopolíticas, lo cierto es que el proceso de distribución de la vacuna contra la COVID-19 será complicado y caro para la región latinoamericana, señaló el subdirector de la OPS, el doctor Jarbas Barbosa, en una nota de prensa de las Naciones Unidas.
Sabemos que entregar una vacuna será desafiante y costoso. De hecho, las últimas proyecciones del Mecanismo Covax para América Latina y el Caribe estiman que vacunar al 20% de la población costará más de $2000 millones”, Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS
Sin embargo, aunque las cifras que se barajan son “altas”, invertir en vacunas es una decisión “inteligente y necesaria”, aseguró. Ahora bien, Barbosa aclaró este 9 de diciembre en conferencia de prensa desde la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, que “las primeras vacunas no interrumpirán la transmisión de la COVID-19 en América Latina; mantener las medidas de contención, sí”.
Panamá y el mecanismo Covax
Sobre el Mecanismo Covax, Barbosa ha explicado que “los países de las Américas que se autofinancien y que participen... tendrán la opción de comprar la vacuna a través del Fondo Rotatorio de la OPS, lo que acelerará el acceso: han estado utilizando este mecanismo durante años y han adaptado sus leyes y reglamentos”.
La OPS indicó que el Covax ha establecido la base sobre la cual participarán las economías autofinanciadas, como es el caso de Panamá. “Dentro de estas bases se establecen compromisos de orden estratégico, técnico y financiero”.
Panamá ha establecido el “arreglo de compra comprometida” con el cual se indica el número de dosis que se desea comprar mediante el Mecanismo Covax.
- ¿En qué consiste el arreglo de compra comprometida? La OPS lo explica así: Este modelo parte de que el país indique el “total de dosis” que desea comprar, que será un número absoluto, tomando en cuenta el porcentaje de la población que se desea cubrir partiendo de la base de un régimen de dos dosis. Los países “pueden comprometerse a comprar dosis para cubrir entre 10% y 50% de su población a través del Mecanismo, con lo que el país contraerá un compromiso financiero vinculante por el monto comprometido”.
¿Qué es el “monto comprometido”? Según la OPS, será el promedio ponderado del costo calculado integral por dosis multiplicado por el total de dosis definidas por el país. A cambio de ello, el Mecanismo Covax se esforzará por obtener el número de dosis elegido en nombre del país participante a la mayor brevedad posible, sujeto a disponibilidad.
¿Cuánto deben aportar los países participantes bajo este modelo? De acuerdo a lo establecido por el organismo regional, los países participantes del arreglo de compras comprometidas deberán efectuar un pago inicial de $1.60 por cada dosis ($3.20 en total de acuerdo con un régimen de dos dosis por persona) del total de dosis definidas por el país y dar una garantía financiera de $8.95 por cada dosis ($17.90 en total de acuerdo con un régimen de dos dosis por persona).
¿A qué se comprometen los países participantes? Si bien los participantes en el Covax pueden cubrir entre el 10% y el 50% de la población de su país, se comprometen a que a pesar de solicitar dosis para más del 20% de la población, las mismas se recibirán luego de que todos los demás países autofinanciados hayan recibido las dosis en una cantidad suficiente para alcanzar una cobertura del 20% o alcancen la cantidad elegida (si es inferior al 20%).
- ¿Cómo podrán comprar las vacunas? La OPS aclara que los países participantes podrán comprar las vacunas aprobadas, ya sea con sus propios procesos o aprovechando los mecanismos existentes como el Covax.
En este enlace, conozca más sobre la distribución global de vacunas contra la COVID-19.