Panamá: Crisis de contenedores provocará que el año agropecuario 2022 - 2023 sea 'difícil'
Economía en Panamá
Ciudad de Panamá/En el mar la vida es menos sabrosa. El alza desmedida en las tarifas de los fletes marítimos desde el segundo semestre de 2020, debido a la falta de buques portacontenedores que transporten las mercancías, traerá un incremento a nivel mundial de 11% en el costo de los artículos electrónicos, ópticos y computadoras, al igual que un 10% en muebles, ropa y cueros, entre otros, asegura la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés).
La Unctad prevé que el efecto del incremento en los fletes marítimos será mayor en las economías de menor tamaño, que dependen en gran medida de las importaciones para satisfacer su consumo.
Un país netamente importador como Panamá, que tan solo de enero a diciembre 2019 - 2020 importó productos por un valor FOB de 7,367.5 millones de dólares y exportó mercaderías por apenas 1,725.5 millones de dólares, según las cifras oficiales, ya empieza a sentir en el sector agrícola los embates de la llamada “crisis de los contenedores”.
La tonelada de fertilizantes como la urea, por ejemplo, cuesta mil dólares en el puerto de Cristóbal, cuando hace apenas cuatro meses se cotizaba en 400 dólares en el mismo puerto, y a esto hay que sumarle el costo del transporte, manejo y flete terrestre, indicó Lucas Sánchez, de la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos Agropecuarios y Maquinarias (Andia).
Utilizada para aplicar nitrógeno al suelo, la urea se vende al productor en unos 48 dólares el quintal, cuando hace tan solo unos meses costaba 24 dólares, explicó un comerciante dedicado a la venta de fertilizantes, quien afirmó que la situación actual no permite un precio más bajo.
Por su parte, Sánchez fue enfático al aclarar que los miembros de la asociación que representa en ningún momento pretenden especular con los precios de los fertilizantes, pues se trata de un proceso normal en la comercialización de cualquier producto. A manera de ejemplo, añadió que si a un fabricante de calzados le suben el precio del cuero y de los tacones, el precio final igualmente aumentará.
“Lamentablemente esto está fuera del control de nosotros, porque como hemos dicho muchas veces el volumen de fertilizantes que compra Panamá es muy bajo”, manifestó.
La semana pasada el ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, se despojó de cualquier responsabilidad y le advirtió a la población que hay que prepararse para un aumento en el precio de los productos alimenticios.
Con anterioridad, Valderrama y su equipo ministerial conformaron una “comisión de alto nivel” para tratar de buscar algunas medidas tendientes a minimizar esta situación, pero hasta el momento se desconoce algún avance.
Wilford Lamastus, productor de café especial de las tierras altas de la provincia de Chiriquí, señaló que el problema con los fertilizantes se agrava, pues se vaticina que habrá escasez.
Los distribuidores de insumos agropecuarios y maquinarias reconocen esta realidad, por lo que estiman que el año agrícola 2022-2023 será “difícil”.
Explicaron que la escasez de insumos se debe a que grandes productores, como Rusia, China y Bielorrusia, han restringido sus exportaciones, lo que da pie a que muchos fabricantes no descartan cerrar por un tiempo sus exportaciones de fertilizantes.
Para la Unctad, los países de economías pequeñas también tendrán mayores dificultades para importar maquinarias de alta tecnología y materiales industriales necesarios para ascender en la cadena de valor y diversificarse.
Incluso, sostiene que en las principales economías la persistencia de unos fletes elevados del transporte en contenedores y los desajustes del transporte marítimo a corto y mediano plazo amenazan con socavar la recuperación.
El análisis del organismo de Naciones Unidas señala que en Estados Unidos y en la zona del euro una subida de los fletes del transporte en contenedores del 10% podría desembocar en una contracción acumulada de la producción industrial de aproximadamente un 1%.
Para 2023 se espera un impacto en los precios al consumo, que se traducirá en un incremento mundial de precios de 1.5%, si estos fletes se mantienen tan elevados como ahora, recalca.
Oferta y demanda náutica
El informe de la Unctad detalla que a lo largo del 2020 la entrega de buques disminuyó un 12%, debido en parte a la escasez de mano de obra inducida por los confinamientos impuestos por la pandemia, lo que trastocó la actividad del sector náutico. Los buques entregados fueron en su mayoría graneleros, seguido de petroleros y portacontenedores.
Para la Unctad, los países de economías pequeñas también tendrán mayores dificultades para importar maquinarias de alta tecnología y materiales industriales necesarios para ascender en la cadena de valor y diversificarse.
Durante el año pasado, el documento de Naciones Unidas consigna que los nuevos pedidos de buques mantuvieron la tendencia a la baja de los años anteriores y disminuyeron un 16%, aunque se hace la salvedad de que a principios del 2021 las empresas de transporte marítimo reaccionaron a las limitaciones de capacidad multiplicando los nuevos pedidos, que en el caso de los portacontenedores alcanzaron niveles nunca vistos en los últimos 20 años.
“Es de prever que los fletes se mantengan altos. La demanda es elevada y hay una creciente incertidumbre por lo que respecta a la oferta, en lo tocante a la eficiencia de los sistemas de transporte y las operaciones portuarias”, destaca la Unctad.
En el mar, al parecer no todo es felicidad.