Panamá: Solo el 12% de los hijos nacen de padres casados
Familias en Panamá
Ciudad de Panamá, Panamá/Siendo la iglesia una de las instituciones con mayor influencia política en el país y teniendo al matrimonio como forma de organización social imperante en todo el mundo, resulta sorprendente el número de hijos que nacen fuera del matrimonio en Panamá.
Datos del Instituto de Estadística y Censo (INEC) dan cuenta de que en 2020 solo el 12.2% de todos los nacimientos vivos registrados ese año (69,945) fueron de padres con vínculo matrimonial: la gran mayoría de los niños y niñas que nacieron ese año no tenían padres casados.
Si bien un análisis macro de esta situación implicaría considerar otras variables, este dato resultaría trascendental para reorientar políticas públicas, el marco legal familiar e incluso harían más urgente la introducción de políticas integrales de cuidados y protección al menor en un contexto mucho más amplio que el de la tradicional familia heteroparental.
La socióloga Juana Camargo explicó que aunque la cifra ha bajado considerablemente en los últimos años para llegar al 12% que hoy reporta el INEC, ésta ha sido una tendencia histórica en Panamá. “Hay que tener en cuenta que son las uniones de hecho lo que va a predominar”, situando el contexto económico de la mayoría de los panameños, que no están viviendo según preceptos del modelo de familia patriarcal que defienden las iglesias, implementados por hombres blancos con riqueza, explica.
“El matrimonio es un contrato, una relación mediada por términos económicos…y eso no funciona para la gente que no tiene recursos”, agregó Camargo.
Si bien la ley garantiza los mismos derechos para todos los niños y niñas independientemente del estado civil de sus progenitores, las políticas públicas de atención integral no son cónsonas con la realidad de todos los niños del país, de acuerdo a la socióloga.
Otro detonante es la edad de las madres que dan a luz: más del 30% de los nacimientos se dieron en mujeres menores de 24 años en 2020, algo que de por sí coloca a esas familias en una vulnerabilidad adicional.
Por otro lado la tasa de nupciabilidad –la tasa de matrimonios por cada mil habitantes- que reporta el INEC desde 1952 ha sido variable en relación a la de divorciabilidad, que se ha acrecentado en el tiempo.
Por ejemplo en la década del 50 se registraban entre 2000 y 3000 matrimonios por año, a excepción de 1959, cuando se casaron 14,824 parejas producto de matrimonios religiosos colectivos. En la década del 70 se registraban entre 7000 y 8000 matrimonios por año. En los últimos 10 años se han dado entre 13000 y 14000 casamientos por año, cifra que se dispara en las épocas en que el gobierno o las distintas iglesias han impulsado matrimonios colectivos, como en 2011, por ejemplo, que desde el Ministerio de la Presidencia se impulsó el proyecto “Familias legalmente unidas”.
La pandemia afectó el número de matrimonios: de 10,858 registrados en 2019 bajaron a 6,153 en 2020.
En cambio, en los últimos 10 años se divorcian unas 4,500 parejas por año.