A 50 años de 'El Padrino', la película que nadie quería dirigir
Cine mundial
Hace 50 años "El Padrino" rompió todos los récords de taquilla, se llevó el Óscar a la mejor película e introdujo a millones de personas a un mundo de mafiosos, asesinatos y cannoli.
Este jueves, cinéfilos de todo el mundo se preparan para disfrutar de la versión que celebra los 50 años del estreno de El Padrino, la cinta con la que Francis Ford Coppola redefinió el género de las películas de gánsteres, a través de la saga de la familia Corleone.
Por primera vez El Padrino llega a las salas de cine con resolución de imagen 4K. Para esta restauración, supervisada por el propio Coppola, el equipo de American Zoetrope examinó más de 300 bobinas de películas recopiladas por todo el mundo. Dedicaron más de 4 mil horas para reparar las manchas, roturas y otras anomalías de los negativos y otras mil a la restauración de los colores.
Varios directores rechazan el proyecto
Parece increíble ahora pensar que Coppola consideraba que la película no tendría éxito y que sería un fracaso absoluto hasta ese 24 de marzo de 1972 en el Loew’s State Theatre de Nueva York. Varias veces declaró que el rodaje había sido una de las peores experiencias de su vida.
No contemplaba que el filme se convertiría prácticamente desde su estreno, tuvo éxito de crítica y taquilla, en una de las películas más emblemáticas de Hollywood y para algunos amantes del séptimo arte es la mejor cinta del cine estadounidense.
Basada en una novela del mismo nombre de Mario Puzo que vendió más de nueve millones de ejemplares, lo que motivó a Paramount a adquirir sus derechos.
Sin embargo, fue rechazada por grandes cineastas de la época como Elia Kazan, Costra-Gavras, Arthur Penn y Richard Brooks. Incluso el mismo Coppola en un primer momento no aceptó el proyecto al considerarlo una historia más sobre la mafia.
"Estaba muy decepcionado cuando comencé a leer (...) era básicamente algo que Mario Puzo había escrito para sus chicos", dijo Coppola durante la proyección de la película por su 50 aniversario en el Museo de la Academia en Los Ángeles el pasado lunes. "Cuando me ofrecieron la oportunidad de hacerlo, principalmente porque todo el mundo la había rechazado, yo también la rechacé".
Afortunadamente su joven socio llamado George Lucas le insistió en que tomara el trabajo, ya que su incipiente y contracultural estudio cinematográfico American Zoetrope estaba muy endeudado.
"Francis, ¡necesitamos el dinero! Nos van a cerrar, tienes que tomar este trabajo", dijo Coppola que le escuchó decir al que sería el futuro realizador de la legendaria "Guerra de las Galaxias".
"El Padrino", lanzada el 24 de marzo de 1972 en una inusual gran cantidad de cines era ya en septiembre la película más taquillera de todos los tiempos, superando a "Lo que el viento se llevó".
De acuerdo con el libro de Peter Biskind "Easy Riders, Raging Bulls", Coppola le ganó una apuesta a Paramount de que le comprarían una limusina si la película recaudaba 50 millones de dólares. "El Padrino" recaudó 130 millones de dólares.
Coppola se convirtió en el primer director superestrella, con el peso financiero necesario para respaldar sus credenciales artísticas.
"Fue el comienzo de una nueva era para los directores", escribió Biskind.
La historia de una familia
Por otra parte, como decía Puzo, “la novela es acerca de una familia y no sobre el crimen”.
El Padrino no es una historia típica de gánsteres malvados, sino explora temas como la familia, las herencias entre padres e hijos, las luchas de poder y las fronteras grises entre el bien y el mal.
No es coincidencia que el filme inicia y termina con celebraciones familiares muy tradicionales: una boda y un bautizo.
Nos identificamos con personajes moralmente reprobables. De acuerdo con el crítico británico David Thomson en su libro Have you seen?, “Michael Corleone es el héroe. Es el chico destinado a ser salvado de la vida de la familia, pero quien la rescata de la crisis”.
Esta es una de las grandes rupturas del cine del Nuevo Hollywood, movimiento dentro del que se sitúa el filme de Coppola y que abrió las puertas a la aparición de la tradición del antihéroe en la gran pantalla.
Coppola, aunque lideraba el movimiento del Nuevo Hollywood de directores jóvenes y contestatarios, no tenía ningún éxito a su nombre y fue invitado en parte debido a su herencia italiana.
"Si generaba muchas protestas de italoestadounidenses ofendidos que consideraran que se estaba desprestigiando a los italianos, yo hubiera quedado en la mira", dijo Coppola.
La batalla por el elenco
Aunque Paramount quería una adaptación barata y rápida, Coppola peleó por más presupuesto, insistiendo en que la película debía ser filmada en Nueva York, pero ambientada en los años 1940, y no como estaba en la actualidad.
"El presupuesto era de unos 2 millones, 2,5 millones de dólares. Y como yo quería hacerla en Nueva York ambientada en 1945, significaba que probablemente necesitaría al menos el doble de eso", comentó Coppola. "Algo que no les hacía gracia".
“El joven director-tenía 29 años-, discutía por la época en la que se ambientaría la película (los cuarenta, el marco temporal de la novela), quería rodar en Nueva York, quería más presupuesto... Y se salió con la suya. Su empecinada negativa a ceder a las exigencias de Paramount, junto con la larga temporada que el libro llevaba en las listas de best-sellers, convenció al estudio, y la película, concebida como un producto barato y rápido, acabó convertida en algo muy diferente", continúa Biskind.
No fue el único desafío que enfrentó el director. El productor Robert Evans, uno de los pesos pesados de Hollywood y quien había comprado los derechos de la película, peleó con Coppola sobre el elenco.
El único nombre grande del proyecto (Marlon Brando) no estaba en su mejor momento, y Al Pacino era un desconocido y no el "hombre alto y guapo" que Evans quería.
"Al es muy guapo, pero a su manera única", bromeó Coppola.
Y añadió: "Le gustaba a todas las mujeres. Al Pacino era muy atractivo. Me preguntaba por qué exactamente, pero era así".
"Sin embargo, cuando sugerí a Al Pacino para el papel, la gente en Paramount comenzó a preguntarse si habrían elegido a la persona errada".
El resultado fue el reconocimiento de la Academia. "El Padrino" ganó como mejor película en los Óscar, Brandon como mejor actor, y Al Pacino fue una de las tres estrellas de la producción entre los nominados a mejor actuación de reparto.
Hoy no podríamos imaginar a otro Vito Corleone, pero, en aquel momento, los jefes de Paramount juraron que no elegirían al controvertido actor por nada del mundo.
Se cuenta que solo hizo falta un vídeo de la transformación de Brando, con los kleenex en la boca y el pelo teñido, para convencer a los ejecutivos de que solo él tenía el magnetismo necesario para engrandecer el papel.
Una muestra que cómo su legado aún permanece, Coppola fue honrado esta semana con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, y el Museo de la Academia anunció que tendrá una galería exclusiva para esta película.
"'El Padrino' fue mucho más exitosa de que lo que cualquiera pensó que podría ser", reflexionó Coppola.
Nace el blockbuster moderno
De acuerdo con los expertos, 'El padrino' también se convirtió en un éxito gracias a su innovadora distribución, que algunos consideran el germen del blockbuster moderno.
Lo habitual antes de la película de Coppola, era estrenar en una o dos salas en Nueva York y Los Ángeles, e ir añadiendo más en las siguientes semanas. Así, la reputación de la película se iba consolidando poco a poco, y los éxitos se cocían a fuego lento.
Con 'El padrino' en 1972, Paramount estrenó a nivel nacional en su segunda semana, y se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos en su momento. Esta estrategia se acabaría perfeccionando con 'Tiburón' de Steven Spielberg en 1975, que introdujo el estreno directo nacional que conocemos hoy día.
La mejor película de todos los tiempos
La película de Francis Ford Coppola acabó en el primer puesto de una exhaustiva encuesta realizada por The Hollywood Reporter en 2014, en la que le preguntó a la misma industria que eligiese lo mejor de su historia.
En las mejores películas de la historia del cine según IMDb, según las votaciones de los usuarios, la película se coloca en segunda posición solo por detrás de 'Cadena perpetua' de Frank Darabont.
Es evidente que existe un consenso entre críticos, cineastas y cinéfilos para considerarla como una obra maestra del celuloide.
Para los expertos, el legado de 'El padrino' se mantiene intacto 50 años después.
En su última escena, que algunos consideran como uno de los mejores finales de la historia del cine, Kay Adams encarnada por Diane Keaton, observa cómo Michael Corleone se ha convertido definitivamente en su padre, en el heredero de un imperio mafioso y en aquello que siempre dijo que no quería ser.
Mientras se rodea de su nuevo séquito, la puerta del despacho se cierra en la cara de la mujer, quien con una mirada de horror contempla ese cambio tan inevitable como desgarrador.
Sin duda alguna una de las mejores escenas de la película y en la que destaca la actuación de Diane Keaton.