Nueva subida de intereses: ¿Por qué y cómo nos afecta?
Economía
Tres de los bancos centrales más importantes del mundo acaban de concluir una nueva ronda de aumentos a sus tasas de interés, algunos señalando que ésta podría ser la última de las subidas en un tiempo. ¿A qué obedece la decisión? Y ¿Qué efecto tendrá sobre Panamá? Veamos.
Quizás se pregunten: ¿Por qué tanta cobertura sobre las tasas de interés de los bancos centrales? Poco se había mencionado de las mismas en años anteriores y, después de todo, Panamá no tiene banca central.
La respuesta tiene que ver con el dinamismo que han estado experimentando estos valores en meses recientes.
En el caso estadounidense, la tasa de interés del sistema de la Reserva Federal estuvo cerca de cero por más de dos años, luego de un alza relativamente modesta entre 2016 y 2020 de 0.25% a 2.5%. La caída a cero tuvo lugar de cara a la pandemia del covid-19, en un intento de empujar dinero a la economía y estimular la demanda agregada, y así se mantuvo.
Hasta que llegó la inflación. En Estados Unidos, la subida de precios se salió de control hacia el cierre de 2021. En ese momento, la inflación mensual de ese país relativa al mismo mes del año anterior era del 7%. Y la inflación mensual relativa al mes previo era mayor al 1%. Disparos similares de la tasa de inflación comenzaron a ocurrir también en el resto del mundo, incluyendo Europa y el Reino Unido.
El porqué detrás de tal crecida en la inflación probablemente será el tema de una gran cantidad de estudios económicos a futuro, pero por lo que se puede entender hoy día, dos grandes factores contribuyeron al auge.
Primero, la invasión de Rusia a Ucrania, la cual causó un desajuste global en el precio de granos y combustibles, generando mayor inestabilidad para las delicadas líneas de suministro que apenas se estaban comenzando a recomponer posterior a la pandemia.
Y segundo, la histórica expansión de la cantidad de dinero por varios de los principales bancos centrales del mundo. Para seguir con la referencia de la Reserva Federal, la cantidad de billetes de dólares en circulación pasó de 3 millones de millones a 20 millones de millones en tan solo un año.
Tanto una contracción en la oferta, como aquella causada por la invasión rusa de Ucrania, tanto una expansión en la cantidad de moneda, como la impresión de dólares por la Reserva Federal estadounidense, pueden causar una rápida subida de precios, pero queda aún estudiar en detalle el episodio para entenderlo.
Decisiones constantes
Todos los bancos centrales del mundo se reúnen de forma regular para determinar su política monetaria. En el caso de la Reserva Federal, su Comité Federal de Mercado Abierto (CFMA), que determina su interés, se reúne ocho veces al año. Igual el Banco de Inglaterra.
Y fue el CFMA el que inició la reciente ronda de alzas en las tasas de interés, con su reunión del pasado martes, 2 de mayo. En las minutas, el comité indicó estar “fuertemente comprometido a bajar la inflación al 2%”. Hoy día, la inflación está en ese país en alrededor del 5%.
Tal tasa de 2% de inflación a mediano plazo fue concebida en el siglo pasado por analistas de la Reserva Federal, entre otros, quienes consideraron que era un nivel óptimo de inflación para estimular el gasto —después de todo, por qué gastar mañana si el dólar vale más hoy— y así impulsar el comercio y, por ende, el empleo.
La idea es que si el sistema de la Reserva Federal sube sus tasas, logrará frenar la circulación de dólares y disminuir su cantidad emitida, bajando la presión sobre los precios. Aunque no podrán reducir los costos, el propósito sería evitar que se eleven de tal forma que empobrecerían a la población de forma veloz.
¿Cómo se elevan las tasas de interés?
Pues, al menos en Estados Unidos, es mediante el voto del CFMA. Y en su última reunión la semana pasada, los integrantes de tal comité decidieron de forma unánime elevar la tasa de interés de ese sistema a un rango entre el 5% y el 5.25%, posición en la que no ha estado desde mayo de 2006.
Para referencia, la tasa de interés sobre el dólar ha pasado de por debajo de 0.25% a 5.25% en el espacio de año y tres meses, mientras que, el alza anterior, como hemos mencionado, llegó hasta la mitad del interés actual y en dos años.
Y el dólar es, después de todo, la moneda de referencia global, por lo que la política de la Reserva Federal estadounidense influencia poderosamente el actuar de otros bancos centrales. Esto, a pesar de que durante los debates económicos posteriores a la Segunda Guerra Mundial se había considerado de forma seria la posibilidad de una moneda internacional vinculada a una canasta de valores para servir como moneda de reserva planetaria.
Por esta influencia, no sorprende que el Banco Central Europeo (BCE) tomó la decisión el jueves inmediatamente después de la reunión del CFMA de subir su propia tasa hasta alrededor del 3.5%.
Aunque la cifra es menor que la tasa de interés sobre el dólar, debemos recordar que hasta hace poco, la tasa efectiva sobre el euro era un valor negativo. Esto, debido a la política agresiva del BCE de estimular la demanda europea en su búsqueda elusiva de integrar económicamente más de una veintena de países miembros.
En Europa, la inflación mensual en relación al mismo mes del año anterior está en alrededor de 7%, mientras que la inflación mensual en relación al mes previo está por 0.7%.
Finalmente, el ciclo de alzas se cerró con la reunión del Banco de Inglaterra el martes siguiente, el pasado 9 de mayo. Allí, el Comité de Política Monetaria de ese banco decidió subir su tasa de interés hasta el 4.5% —un alza de 25 puntos base desde el 4.25%. El Reino Unido es, de estos tres países, donde la inflación está mordiendo más duro, con la tasa de inflación mensual, relativa al mismo mes del año anterior, cerca del 10%.
Los tres bancos tienen la expectativa de que si mantienen estos niveles en el corto plazo, podrán ver reducciones considerables en la tasa de inflación a partir del próximo año, camino de regreso al 2% unos años después. Cabe notar que por un tiempo flotó la teoría de que se debería aceptar una tasa estándar de inflación superior al 2% para evitar precipitar el mundo a una recesión global, pero estos tres bancos han indicado que mantendrán el curso y que la meta es el regreso al 2%.
Explica el Banco de Inglaterra: “Subir las tasas de interés es la mejor forma que tenemos para combatir la inflación. Significa que las personas enfrentarán costos más altos para pedir dinero prestado. Y algunos negocios enfrentarán tasas más altas de préstamos. Sabemos que esto hará las cosas más difíciles para muchos, más aún después de los aumentos en energía y comida. Pero necesitamos actuar para reducir la inflación. Una inflación baja y estable es vital para que el dinero mantenga su valor y las personas puedan planificar para el futuro con confianza”.
¿Es éste el fin de las alzas por ahora?
Sigue el Banco de Inglaterra: “El futuro es incierto, así que no podemos decir que pasará con la tasa de interés a futuro. Eso dependerá de lo que suceda en la economía y lo que pensemos que va a pasar con la tasa de inflación durante los próximos años” agregando que “si parece que la inflación alta será persistente, entonces puede que necesitemos incrementar los intereses aún más”.
Impacto local
¿Qué tiene que ver todo esto con Panamá?
A parte de usar el dólar estadounidense —por lo que su costo de emisión nos pega directo en el bolsillo— estudios tanto de la Superintendencia de Bancos de Panamá como de la base de datos públicos El Tabulario han mostrado cómo varias de las tasas de interés en Panamá siguen a las de Estados Unidos, con una diferencia temporal, en algunos casos, de seis meses.
Es decir, seis meses después de un alza en Estados Unidos, es probable esperar una en Panamá.
Esto quiero decir que, en el caso de que hoy día estemos en el techo de las alzas al interés a nivel internacional, aún podemos esperar al menos seis meses de aumento en varias de las tasas locales de interés, lo cual podría impactar el proceso de reestructuración económica posterior a la pandemia del covid-19. Queda la posibilidad de que los bancos locales puedan aceptar una reducción en sus niveles de liquidez para evitar que el alza de intereses severamente limite la capacidad de iniciativa empresarial de la población.
Como vimos en una nota anterior, ya varias de las tasas de interés del país han comenzado su movimiento hacia arriba. Entre ellas, la tasa de referencia interbancaria se duplicó, el interés sobre las tarjetas de crédito cruzó la barrera del 20%, los préstamos a la construcción subieron más de 50 puntos base para sobrepasar el techo de 7%, techo que se mantenía desde 2012.
La pregunta queda abierta: cómo enfrentará la nación el mayor costo de financiamiento no obstante los severos retos que tiene en su estructura financiera, en la productividad del recurso humano y en la generación de empleos formales?