'La paradoja del crecimiento económico': Consecuencias de la baja natalidad en Panamá

Los economistas consideran que el descenso en la natalidad no solo afecta la oferta laboral futura, sino que también tiene un impacto directo en la demanda interna, así como en sectores como la educación, las pensiones, la sostenibilidad fiscal y el mercado de la vivienda.

Ciudad de Panamá
Ciudad de Panamá / Foto/Pixabay

Ciudad de Panamá, Panamá/Una tendencia global cada vez más evidente es que las mujeres están teniendo menos hijos. Y, si los conciben, optan por formar familias pequeñas.

En los años 60, la tasa de fecundidad global era de 5,3 hijos por mujer, según el Banco Mundial. Hoy en día, esa cifra ha disminuido a 2,2 hijos por mujer.

embarazada
embarazada / Foto/Archivo

Con lo cual, como efecto de dicha tendencia, la reducción en la tasa de natalidad ha estado impactando a las economías desarrolladas durante las últimas décadas. No obstante, este fenómeno ya no se limita a los países de altos ingresos, sino que se está propagando rápidamente a numerosos países en desarrollo.

De acuerdo con el informe Crecimiento en ausencia de crecimiento: Los efectos de la menor natalidad en el crecimiento económico, elaborado por el economista Patricio Mosquera y publicado en el boletín económico del Centro Internacional para el Desarrollo Sostenible (CIDES), en la región latinoamericana, la disminución de la fecundidad ha comenzado a ganar visibilidad en el debate público solo en los últimos años.

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¿Cuál es el panorama de Panamá?

En el caso de Panamá, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo  (INEC), en 2023 se registraron 59,242 nacimientos vivos, lo que representa una disminución del 7,3% en relación con 2022. Esta es la quinta caída consecutiva y la cifra más baja desde 1993.

Hasta ahora los números no muestran una tendencia al aumento para el cierre de 2024. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo  (INEC) dan cuenta de que de enero a septiembre pasado, en el país se habían registrado 31,274 nacimientos vivos, donde el porcentaje más alto fue en la provincia de Panamá, 35.0%; mientras que el más bajo con 0.5%, la comarca Emberá.

En tanto, hasta ese mismo periodo se reportaron 4,070 defunciones fetales. El mayor porcentaje fue en la provincia de Panamá, 42.2%, y el menor en la comarca Emberá con 0.05%.

Los datos más recientes disponibles para el país muestran que la tasa global de fecundidad es de 1,9 hijos por mujer (INEC, 2024), cifra que se sitúa por debajo del nivel de reemplazo poblacional de 2,1 hijos.

Esta disminución en los niveles de natalidad, desde el punto de vista de Mosquera, sugiere que un decrecimiento demográfico podría haber comenzado. "Con este dato, el país se habría así anticipado casi tres décadas a lo proyectado por las estadísticas de varios organismos, los cuales estimaban dicho descenso para la década de 2050", cita el economista.

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Disminución de la natalidad desde el punto de vista económico

Conforme con Mosquera, el descenso en la natalidad no solo afecta la oferta laboral futura, sino que también tiene un impacto directo en la demanda interna, así como en sectores como la educación, las pensiones, la sostenibilidad fiscal y el mercado de la vivienda, entre muchos otros.

"La disminución de la población traerá tanto consecuencias positivas como negativas, y su impacto dependerá de nuestra capacidad para diseñar políticas efectivas que gestionen esta transición. Por esto, es necesario y urgente ir generando planes de contingencia y políticas públicas económicas y laborales que puedan incidir directamente sobre el crecimiento económico del país. Sin una respuesta política adecuada, la reducción de la fuerza laboral comprometerá la competitividad del país y las posibilidades de un crecimiento sostenible", acotó Mosquera.

Efectos en el crecimiento económico

En su informe, Mosquera detalla que la disminución del crecimiento demográfico afecta el crecimiento económico principalmente por la reducción de la fuerza laboral, que es un componente clave de la producción y el consumo. Esto eventualmente limita el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) potencial.

Esta contracción demográfica también tiene efectos adversos sobre la inversión, ya que las empresas tienden a adoptar una postura más cautelosa al considerar expansiones en mercados donde la base de consumidores está en declive.

Ciudad de Panamá
Ciudad de Panamá / Foto/Archivo

En el ámbito de las políticas de pensiones y cuidados para el envejecimiento de la población, la situación es igualmente compleja. Asimismo, un menor número de jóvenes puede afectar la adopción de nuevas tecnologías y tendencias, ralentizando aún más el dinamismo económico de largo plazo.

Por su parte, René Quevedo, consultor empresarial y analista económico, dijo que el impacto es una baja tasa de natalidad.

De manera simplista, la relación entre la tasa de natalidad y el crecimiento económico se puede ver desde el lado de oferta y demanda. La primera tiene que ver con el proceso de producción y consumo: mientras menos gente hay, menos se produce, pero por el otro, una disminución de la natalidad daría lugar a menos consumo.

Por otro lado, una baja tasa de natalidad implica un envejecimiento de la población en términos relativos. 

En parte, esto puede solucionarse, según Quevedo, aumentando la población a través de la inmigración, pero a la larga se tendrá un sistema económico del que depende proporcionalmente más gente inactiva.

Sin embargo, ahonda el analista, existe una paradoja, cuanto más acomodada y educada es una población o clase social, menos hijos tiene.  "Se produce una correlación inversa entre la riqueza y la fertilidad, tanto entre naciones como dentro de las naciones. Cuanto más altos sean el ingreso per cápita y el nivel de educación, más baja será la tasa de natalidad", manifestó.

Para el economista Felipe Argote, el problema de la supuesta baja de la natalidad en el país es otro de los mitos urbanos, pues desde su óptica, la disminución de los nacimientos locales se cubre con la inmigración, pues la realidad es que en el país hay una gran cantidad de migrantes que están trabajando.

Sin embargo, sugirió Argote, lo que se tiene que hacer es garantizar que paguen los impuestos y la seguridad social.

La población de Panamá no está decreciendo y la tasa de fecundidad es normal; lo que pasa es que hay mucha informalidad. — Felipe Argote - Economista
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