La música como herramienta para un mejor rendimiento en los atletas
Deportes
Hoy día es muy habitual la imagen de un corredor que vemos en la calle con auriculares escuchando música mientras entrena, y muchos deportistas de élite afirman sentirse mejor preparados para afrontar una competición, si previamente se han estimulado con su música favorita.
En el Reino Unido, la doctora Alexandra Lamont, de la Universidad de Keele, ha logrado averiguar por qué es mejor correr escuchando música, en especial música que nos gusta. Se ha llegado a la conclusión de que la música aumenta la concentración a la vez que reduce la sensación de esfuerzo durante el entrenamiento y en el momento de la competición.
Existen diferentes géneros musicales para distintas disciplinas deportivas.
Para el fútbol, baloncesto, atletismo por ejemplo, lo ideal sería escuchar un género musical más rítmico y lleno de energía, en cambio un golfista o un atleta de tiro, no podría escuchar estos géneros (Salvo algunas excepciones).
Un ejemplo que quedó patente en los juegos Olímpicos de Invierno de 1998 en Nagano, Japón donde el equipo británico de Bobsleigh aplicó esta teoría con la canción de Whitney Houston: One Moment in Time para calmarse y dar precisión a sus movimientos. Los británicos consiguieron la medalla olímpica que no ganaba desde 1964.
Desde la óptica psicológica
Muchos psicólogos deportivos recomiendan escuchar música como parte de la preparación mental del deportista a la competición.
Relacionar música y deporte ha despertado interés desde hace muchos años; sin embargo, hoy por hoy, los hallazgos son todavía contradictorios.
Parece haberse demostrado la utilidad de la música como ayuda al aprendizaje y al perfeccionamiento de habilidades motoras y, en el ámbito hospitalario, a la reducción de la ansiedad y el estrés ante varias enfermedades y diversas pruebas diagnósticas de carácter invasivo.
En lo que sí parecen estar de acuerdo todos los estudios es en la ausencia de un efecto ergogénico de la música per se. Varios trabajos abogan por la importancia del ritmo de la música para aumentar el rendimiento deportivo, dado que parece existir una predisposición innata en el hombre a sincronizar movimientos, con lo que, ayudados por un ritmo musical alto (> 100 bpm), los actos motores serían más eficientes y, en consecuencia, podría mejorarse el rendimiento físico.
Prácticamente la totalidad de los estudios coinciden en la capacidad de la música para disuadir estímulos externos y focalizar la atención del sujeto en la tarea física que está ejecutando, a la vez que minimiza la sensación de fatiga que acompaña al ejercicio.
También se relata la importancia de que la música suscite una vivencia extra musical y una asociación deportiva por parte del individuo y no necesariamente debiera tratarse de una música "conocida" por el deportista.
Hoy por hoy, cuánto de ergogénico posee la música realmente no parece tener aún respuesta, pese a que parecen haber evidencias suficientes para contemplarla como un arma psicológica.
Los atletas de élite y sus gustos musicales antes de cada evento
Debemos empezar aquí con el gran Usain Bolt, quien confesó que el DJ Steve Porter, le compuso una mezcla exclusiva, reconoció públicamente que esa composición es la que escuchaba antes de cada carrera, pues se titula “Faster Than Lightning”.
Rafael Nadal, la gran estrella del tenis mundial, ha reconocido públicamente, que la música hace parte de su ritual, en su libro 'Rafa, mi historia', revela que luego de darse una ducha fría, escucha música mientras le pone los grips a las empuñaduras de las seis raquetas con las que sale a la cancha.
Cristiano Ronaldo se declara fan de Oasis y enamorado de su tema “Champagne Supernova”, así como de la música electrónica del DJ y productor alemán Paul van Dyk. Aunque hace años también confesó que entre sus gustos musicales estaban Sade, Phil Collins, George Michael y Elton John, dicen que en su repertorio actual también figura el grupo francés de pop flamenco Gipsy Kings o la música puertorriqueña de Ricky Martin y Luis Fonsi.
LeBron James ha afirmado conocer toda la música de su amigo Jay-Z, aunque también se motiva para saltar a la cancha escuchando a otros artistas como Drake, Pharrel Williams, The Black Keys, Coldplay, Robin Thicke, Eminem o Kanye West.
El boxeador Saúl “Canelo” Álvarez, también se motiva con música, entre los que destacan el ballenato, las rancheras y la música romántica. Pero recientemente su gusto por la música de J. Balvin está en su punto, donde en su más reciente pelea ante el turco Avni Yildirim, el cantante colombiano abrió el show.
Hace tiempo que Lionel Messi cambió sus gustos musicales... Dejó de escuchar cumbia, su ritmo favorito cuando era más chico, y en su playlist empezaron a aparecer más temas de reggae y rock. Últimamente, Leo también incorporó el rap y el freestyle de Wos.
Y tú ¿Con qué música te inspiras al hacer deporte?