El mundo observa el comportamiento de las tasas de interés, ¿Qué le espera a Panamá?
Economía mundial
Ciudad de Panamá, Panamá/Esta semana resultará crucial para determinar si los bancos centrales a nivel global continuarán con sus políticas de restricción monetaria para frenar la inflación o si, después de constantes alzas, detendrán la subida de sus tasas de interés para darle un respiro a la economía mundial. ¿Qué se espera y cómo ha sido hasta ahora el efecto en Panamá? Veamos.
Contexto
Tres de los principales bancos centrales del mundo —aquellos de Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido— han estado empujando un régimen constante de subidas al costo de su dinero, bregando por un propósito único: evitar que la inflación a nivel global sobrepase los dobles dígitos de forma prolongada, minando la capacidad de compra de los consumidores de sus países, en efecto, volviéndolos más pobres.
El sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, por ejemplo, ha aumentado su tasa de interés alrededor de una decena de veces en el último año, pasando en ese periodo de intereses casi cercanos al 0% hasta por encima del 4.75%, una escalada vertiginosa. Para referencia, durante el último ciclo de aumento de tasas del sistema de la Reserva Federal, entre noviembre de 2015 hasta justo antes de la pandemia, la tasa pasó de 0.12% hasta 2.4% en tres años.
Y el impacto de la más reciente subida de intereses no se hizo esperar. En el último año, el volumen de billetes de dólares estadounidenses en circulación cayó por encima de los 20 mil millones de dólares hasta rondar los 19 mil millones de dólares. La magnitud es notable cuando se considera que justo antes de la pandemia, tal volumen no superaba los 4 mil millones de millones, ya de por sí el valor histórico más alto hasta entonces.
Tal creciente fricción sobre la velocidad del dinero causada por el aumento escalonado pero rápido de las tasas —casi como un freno de automóvil— parece estar mermando su circulación. Esto ha limitado así la tasa de inflación en Estados Unidos que, luego de casi una década de estar por debajo del 2.5%, se había disparado hasta el 7% anual. A esa tasa, en cinco años, los precios aumentan alrededor de 30%.
No obstante, los repuntes más altos de inflación ocurrieron del otro lado del Atlántico: en el Reino Unido y la Unión Europea la inflación anual rondó el 10% al cierre de 2022, quedando aún camino para sus bancos centrales, ya que la tasa se mantiene, en ambos casos, en alrededor del 8%. Y vale la pena recordar que en el caso de la Unión Europea, esta tasa es tan solo el promedio, con países como Estonia y Polonia experimentando una tasa de inflación de alrededor del 18%. A esa tasa, en dos años los precios han subido más del 30%.
Reuniones clave
Por todo lo anterior, resulta improbable que durante la ronda de reuniones de gobernanza de estos tres bancos centrales, que inicia este próximo martes con la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (CFMA) del sistema de la Reserva Federal, exista la posibilidad de una reducción de tasas. Lo que sí está en discusión es si habrá más aumentos o no. Y la expectativa, por ahora, es que sí vendrá un alza, perspectiva compartida esta semana tanto por el Financial Times del Reino Unido hasta por los mercados de apuestas sobre decisiones de la Reserva Federal.
¿De cuánto sería el alza? Nadie sabe, claro. Los aumentos hasta ahora han sido generalmente por el orden de los 25 puntos base —o 0.25 puntos porcentuales— aunque existe la posibilidad de que el CFMA quiera llegar hasta un interés mínimo del 5.5% más temprano que tarde y así evitar desgastar el freno por presionarlo demasiado tiempo. Después de todo, como explicó Ben Broadbent, el encargado de política monetaria del Banco de Inglaterra, en su reunión de febrero pasado: “a veces se debe actuar de forma enérgica para poder cumplir con la meta pronosticada”.
Este último banco podría estar considerando una medida similar, con su reunión análoga de comité de mercado abierto citada para el próximo jueves, 11 de mayo. El Banco de Inglaterra ha tenido que enfrentar muchos vaivenes turbulentos en el último año, incluyendo la desastrosa decisión del gobierno conservador de Liz Truss de anunciar que estaría endeudándose masivamente a la par que ofrecería importantes beneficios fiscales. Esta medida ilógica asustó al capital internacional y requirió garantías de compra del Banco por el equivalente a $70 mil millones en bonos del Reino Unido para evitar que la libra cayera a paridad con el dólar, justo en momentos en que lo que se buscaba era retirar sterling de la economía.
De hecho, quizás es al Banco de Inglaterra al que hay que apelar por más información sobre la situación actual de las tasas, ya que su gobernador, Andrew Bailey, ha estado más dispuesto que aquel de Estados Unidos, Jeremy Powell, de revelar información sobre la situación actual, ya que parte de la mística del sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos es mantener a los mercados adivinando cuál será su siguiente movida.
En una reciente reunión del Fondo Monetario Internacional, Bailey participó de una entrevista en la que argumentó que el trabajo de los bancos centrales es altamente dinámico, con resultados que se ven entre el corto y el mediano plazo y que por lo tanto, ni siquiera los mismos banqueros centrales saben de antemano cuál será su decisión antes de ver los datos durante la reunión. Bailey reiteró que el Banco de Inglaterra tiene la meta de reducir la tasa de inflación hasta el 2%, negando una idea que ha circulado en publicaciones financieras en ambos lados del Atlántico de que se debería aceptar un nuevo nivel de inflación, entre el 3% y el 5%, para así evitar empujar al mundo a una recesión global en la búsqueda de regresar al dos.
Un tema particular que atendió Bailey tiene que ver con la respuesta que ofrecen los bancos centrales a los pequeños y medianos bancos que tengan que liquidarse producto del alza de las tasas de interés, como fue el caso de Silicon Valley Bank en Estados Unidos. Aquí Bailey indicó que el Banco de Inglaterra está trabajando arduamente en implementar la legislación actual de liquidación, la cual es buena, pero requiere aplicación, quedando pendiente la tarea de comenzar a regular a los cuasi-bancos o nuevas instituciones financieras digitales o irregulares.
Quién no tendría la situación tan clara sería Powell, con el mismo sistema de la Reserva Federal emitiendo un reporte donde indicó que la institución “no actuó con suficiente fuerza y urgencia” en el descalabro financiero de Silicon Valley Bank y con otro banco, First Republic, tambaleando de similar forma. Se espera que una decisión al respecto pueda ser tomada en la reunión de este martes.
Por el lado del Banco Central Europeo, su reunión será este jueves, 4 de mayo, con Reuters reportando que se estaría anunciado un aumento de 25 puntos base, un alza moderada considerando que en las últimas seis sesiones, la tasa de interés ha aumentado por 50 puntos base en cada una, hasta rondar el 3%. Aunque tal tasa parezca baja en comparación a Estados Unidos, se debe recordar que previo a julio del año pasado, la tasa europea era negativa para evitar que los bancos depositaran sus euros, lo cual estancaría la economía.
¿Qué ha ocurrido en Panamá?
En un artículo previo se comentó que “en cuanto a Panamá, aún no hemos visto el efecto total de las alzas al interés sobre la economía nacional”. La frase aún aplica. Según estudios, por un lado, de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), y por el otro, de la base pública de datos El Tabulario, “las tasas de interés locales siguen a las de Estados Unidos, más o menos, con seis meses de diferencia”. No obstante, ya para diciembre del año pasado, se comenzó a sentir un ligero aumento, “con la tasa de referencia de la SBP de las tarjetas de crédito aumentando dos puntos base, de 20.15% a 20.17%, luego de estar en 20% toda la primera mitad del año pasado, y la tasa de referencia de préstamos de construcción subiendo cuatro puntos base desde 6.68% a 6.72%”.
Vale la pena indicar que el proceso podría tomar más tiempo de lo calculado, con Luis Navarro, director de INDESA, comentando en una conferencia reciente que el aumento de las tasas de interés, según sus cálculos, se estaría demorando.
Por su lado, la SBP anunció que las tasas de interés de los préstamos comerciales ya estarían subiendo, con el superintendente mismo, Amauri Castillo, recalcando la solidez del sector bancario, de cara a un panorama de aumento de tasas, gracias a la alta liquidez de los bancos panameños. No obstante, queda la pregunta de si una reducción ligera en la liquidez de tales bancos a favor de préstamos a pequeñas y medianas empresas no haría mucho por ayudar al país a salir de la merma de crecimiento económico en la que se encuentra.
¿Y las tasas mismas? En aumento.
Del lado del crédito, la tasa de referencia interbancaria a un mes subió en abril a 4.6%, luego de estar todo el último año en alrededor del 2%.
El interés promedio cobrado sobre una tarjeta de crédito subió de por debajo del 20% durante el año pasado hasta el 20.3% en marzo de este año.
Los préstamos a la construcción ahora estarían costando por encima del 7%, umbral no cruzado desde antes del 2012, con el promedio del año pasado en 6.5%.
Y el interés para los préstamos ganaderos también marcó el 7%, luego de toda una década de oscilar dentro del 6%.
Del lado del débito, la tasa de depósito a plazo fijo de un año subió a 3.6% luego de estar cerca del 2.7% durante el año pasado.
Y la tasa simple de una cuenta de ahorros se mantiene, como siempre, por debajo del 1%. Algunas cosas nunca cambian.