Mujeres trabajadoras, las más golpeadas por la pandemia
La tasa de desocupación de las mujeres llegó al 12% en 2020, porcentaje que se eleva al 22,2% si se asume la misma tasa de participación laboral de las mujeres de 2019.
Ciudad de Panamá/Las estadísticas y reportes regionales dan cuenta de que, en América Latina y el Caribe, las más golpeadas en materia económica por la pandemia del COVID-19, en el último año, han sido las mujeres. Esto se evidencia tanto en la desocupación como en las dificultades laborales que atraviesan ellas.
Así lo advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su Informe Especial COVID-19 N⁰9: La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad.
Según la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcenas, “las mujeres de la región son parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia. Un 73,2% de las personas empleadas en el sector de la salud son mujeres, quienes han tenido que enfrentar una serie de condiciones de trabajo extremas, como extensas jornadas laborales, que se suman al mayor riesgo al que se expone el personal de la salud de contagiarse del virus”.
A ello hay que sumar –continúa Bárcenas– que esto ocurre en un contexto regional en el que persiste la discriminación salarial, “pues los ingresos laborales de las mujeres que trabajan en el ámbito de la salud son un 23,7% inferiores a los de los hombres del mismo sector”.
Hay que recordar que el trabajo doméstico remunerado, realizado en su mayoría por mujeres, también resultó altamente afectado por la pandemia. Según Bárcenas, este trabajo que se caracteriza por la imposibilidad de ser realizado de forma remota, ha sido uno de los sectores más golpeados por la crisis.
En 2019, previo a la pandemia, alrededor de 13 millones de personas se dedicaban al trabajo doméstico remunerado (de los cuales el 91,5% eran mujeres). De acuerdo a la Cepal, en total, este sector empleaba a un 11,1% de las mujeres ocupadas en la región. Está claro que en 2020 los niveles de ocupación en el trabajo doméstico remunerado cayeron de forma significativa.
“América Latina y el Caribe debe invertir en la economía del cuidado y reconocerla como un sector dinamizador de la recuperación, con efectos multiplicadores en el bienestar, la redistribución de tiempo e ingresos, la participación laboral, el crecimiento y la recaudación tributaria”, sostiene Bárcenas.
Aquí encontrarán un resumen de los datos más destacados del informe “La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad”: