Casi un tercio de las muertes en Panamá están relacionadas con enfermedades cardíacas, advierten especialistas
Día Mundial del Corazón
Datos del Minsa estiman que al menos 6,829 personas fallecieron en 2021 producto de una enfermedad cardiovascular, traduciéndose en cerca del 43% de las muertes registradas en dicho año.
Ciudad de Panamá, Panamá/Cada 29 de septiembre, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Corazón, una jornada destinada a sensibilizar sobre la prevención y el control de las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte a nivel global.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen cerca de 18 millones de personas debido a problemas cardíacos, lo que representa cerca del 32% de las muertes a nivel mundial.
Una fecha que destaca la importancia de la concienciación y la adopción de medidas preventivas a nivel personal y comunitario.
Las enfermedades del corazón: un problema global
Las enfermedades cardiovasculares abarcan una amplia gama de trastornos, como el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca, las arritmias y el accidente cerebrovascular.
Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, el sedentarismo, una dieta poco saludable y el consumo excesivo de alcohol.
El Dr. Jorge Rodríguez, médico familiar del Ministerio de Salud (Minsa), advierte que "muchas personas subestiman los síntomas de un problema cardíaco. Dolor en el pecho, fatiga extrema, palpitaciones, o incluso problemas cognitivos como pérdida de concentración o memoria, pueden ser signos de que algo no está bien".
Rodríguez también menciona que el estrés prolongado y la mala calidad del sueño son factores clave que no deben ser ignorados.
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La realidad en Panamá
En Panamá, las enfermedades cardíacas se mantienen como una de las principales causas de muerte. De acuerdo con un informe de Registros y Estadísticas Médicas (Reges) de la Caja de Seguro Social (CSS), en Panamá, durante 2018 se registraron 5.508 defunciones por padecimientos cardiovasculares, lo que representó el 29.1% del total de muertes en ese año.
En cuanto a las enfermedades del sistema circulatorio, la enfermedad isquémica del corazón (afección de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardíaco) fue responsable del 26.3% de las muertes anuales en el país. Por su parte, la enfermedad cerebrovascular (relacionada con los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro) causó el 29.1% de los fallecimientos.
La CSS señala que, para 2019, en los servicios de cardiología y cardiovascular, se atendieron a un total de 17.954 pacientes en consulta externa. Además, el número de muertes registradas por enfermedades cardíacas en los servicios de urgencias de la CSS fue de 100 pacientes.
Las mayores incidencias de fallecimientos se registraron en el Hospital Irma Lourdes Tzanetatos, con 20 defunciones; en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid, con 19; y en la Policlínica JJ Vallarino en Juan Díaz, con 10 muertes.
Por otra parte, datos del Minsa estiman que al menos 6,829 personas fallecieron en 2021 producto de una enfermedad cardiovascular, traduciéndose en cerca del 43% de las muertes registradas en dicho año.
"Es fundamental que los panameños comprendan que pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia en su salud", afirma el médico.
Añadió que: "acudir a controles médicos regulares, mantener un estilo de vida activo y evitar el consumo de tabaco y alcohol puede salvar vidas".
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Importancia de la prevención
Según la Organización Panamericana de la Salud, en 2019, a pesar de algunos avances en la última década, el 28% de las mujeres y el 43% de los hombres en América Latina y el Caribe desconocían que sufrían de hipertensión.
Una situación alarmante que también destacan es que millones de personas hipertensas no se encontraban recibiendo tratamiento y, entre los que sí lo recibían, solo el 35% de las mujeres y el 23% de los hombres tenían sus niveles de presión arterial controlados.
El Día Mundial del Corazón, organizado por la Federación Mundial del Corazón en colaboración con la OMS, tiene como objetivo primordial instar a las personas a tomar el control de su salud cardiovascular. Los expertos coinciden en que, en la mayoría de los casos, las enfermedades del corazón pueden prevenirse con cambios en el estilo de vida.
Mantener una dieta saludable, rica en frutas, verduras y proteínas magras, junto con la reducción del consumo de sal, azúcares y grasas saturadas, es fundamental para proteger el corazón. Además, la actividad física regular ayuda a mantener el peso corporal adecuado y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Rodríguez recomienda a las personas realizar "caminatas diarias de al menos 30 minutos y evitar el sedentarismo prolongado. Subir escaleras, realizar actividades al aire libre y limitar el tiempo frente a pantallas también son esenciales".
A su vez, señala que “el autocuidado no solo debe ser individual, sino que es importante que toda la familia participe, creando un entorno saludable para todos”.
El papel del estrés y la salud mental
Otro factor crucial que muchas veces pasa desapercibido es la relación entre la salud mental y el corazón. El estrés crónico, la ansiedad y la depresión son condiciones que pueden aumentar de forma considerable el riesgo cardiovascular.
En palabras del especialista, "las personas necesitan aprender a gestionar sus emociones y reconocer lo que está fuera de su control. Técnicas como la meditación o la práctica de ejercicios de relajación pueden reducir el impacto del estrés en el corazón".
La evidencia científica ha demostrado que el bienestar emocional, incluyendo el tener buenas relaciones interpersonales y una red de apoyo social, puede disminuir el riesgo de enfermedades. También se ha comprobado que el simple acto de reír y disfrutar de la vida puede ser un gran aliado para la salud cardiovascular.
La prevención es la mejor herramienta que se tiene para luchar contra las enfermedades del corazón, y el compromiso de cada individuo puede marcar la diferencia en la lucha contra este enemigo silencioso.