De mil humores con el escritor colombiano Daniel Samper Pizano

Día Internacional del Libro

Escritor colombiano Daniel Samper.
Escritor colombiano Daniel Samper. / Cortesía Penguin Random House

Bogotá, Colombia/En el Día Internacional del Libro conversamos con el escritor colombiano Daniel Samper Pizano, quien no solo es uno de los periodistas investigativos más implacables que hay en esta convulsa América Latina, sino que además es uno de los grandes maestros de nuestra región al momento de fusionar la finura del humor con la profundidad de la literatura.

Esa tradición de unir las risas con las letras, eso de decir verdades con una amplia sonrisa, viene de hace rato. Aparece en la comedia griega representada por Aristófanes, pasando por las sátiras de autores romanos como Plauto.

En idioma castellano es indispensable mencionar en esa línea creativa a Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra (quien murió un día hoy como en 1616), el teatro de Lope de Vega, las obras festivas de Francisco de Quevedo y las novelas de Pedro Antonio de Alarcón, Leopoldo Alas “Clarín”, Benito Pérez Galdós, Camilo José Cela y un etcétera tan largo que esta columna no tendría fin.

Volvamos al bogotano que escribe para el periódico El Tiempo desde hace 50 años e integra a Los Danieles, un núcleo que ha revolucionado el periodismo digital en el continente americano. En esta ocasión hablemos del Daniel que cuando ingresó a la Academia Colombiana de la Lengua en 2016 su discurso se tituló “Francisco de Quevedo Villegas, ¿poeta o humorista?”.

El bogotano que escribe para el periódico El Tiempo desde hace 50 años e integra a Los Danieles, un núcleo que ha revolucionado el periodismo digital en el continente americano.
El bogotano que escribe para el periódico El Tiempo desde hace 50 años e integra a Los Danieles, un núcleo que ha revolucionado el periodismo digital en el continente americano. / Cortesía Penguin Random House

Se declara discípulo de Klim, seudónimo con el que firmaba sus artículos de opinión Lucas Caballero Calderón (1914-1981) en diarios como El Tiempo y El Espectador y en la revista Cromos. Ha colaborado con la crema y la nata del humorismo en proyectos culturales como Quino (seudónimo del argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón), Roberto el Negro Fontanarrosa (humorista gráfico y narrador argentino), los divertidos Les Luthiers de Argentina, la escritora y actriz colombiana Isabella Santo Domingo y el caricaturista colombiano Matador (alias de Julio César González).

Ha publicado cerca de 40 libros. Varias de esas obras pertenecen a la literatura con humor como Aspectos sicológicos del calzoncillo (1995); Risas en el infierno: una lectura divertida de la Biblia (1998); El sexo puesto: el más completo manual recreativo, educativo, reproductivo y anticonceptivo (1998); Del adulterio considerado como una de las bellas artes (2002); El discreto encanto del liguero y otros motivos para sonreír (2003); Viagra, chats y otras pendejadas del siglo XXI: 62 recetas para hacer reír (2006); El huevo es un traidor matador y otros artículos para cacarear de la risa (2012); Breve historia de este puto mundo: la tremenda biografía de la Tierra, contada con humor y perplejidad (2015).

Su más reciente contribución editorial es La noche que humillaron a mi padre y otros golpes de humor (Aguilar) con ilustraciones de Matador, donde cuenta que el 8 de junio de 1955, el famoso luchador Blue Demon, como resultado de una técnica de su adversario, se precipitó del ring rumbo al suelo y fue allí cuando “el vapuleado púgil rozó levemente la suela del zapato derecho de mi mamá y en ese instante -¡qué noche!- se le alborotó el machismo a mi taita”, escribió Daniel Samper Pizano, quien participó en el Hay Festival Cartagena 2023.

El payaso de la clase

¿Cuál fue el punto de partida de La noche que humillaron a mi padre?

Una anécdota que, con pocas diferencias y algunos adornos del autor, es la que describe el relato cuyo título toma el libro.

 ¿En el colegio y en tu casa, de niño, eras una persona graciosa?

Mi única gracia era ser gracioso. Por eso me consideraban el payaso del curso (a mucho honor). Fui un buen deportista y, en algunas materias (idiomas, humanidades, castellano), un buen alumno. Pero me superaron las matemáticas y las ciencias: ¡nada menos!

¿Cuánto ayuda el periodista investigativo al escritor de humor y viceversa?

Fiel a mi pasado, siempre procuro mantener relaciones amables y, si es posible, hacer reír a las personas. Son condiciones que te ayudan a acercarte a las fuentes, pero no sirven para adentrarse en el mundo denso y gris de los papeles y archivos, que es donde con frecuencia salta la liebre. En cambio, el humor es un arma poderosa para esgrimir cuando se desatan las tormentas tras publicarse la investigación. Y, ojo, también puedo ser un hijueputa.

¿Cuándo es difícil y cuándo es fácil crear un buen chiste?

Hacer chistes por obligación parece ser antinatural y absurdo, pero miles de personas viven de ello en el cine, la radio, la televisión, el teatro... Y algunas de sus obras son excelentes.

‘Disfruto haciendo reír’

¿En qué medida es para ti una presión (o no) que la gente piense que siempre debes tener un chiste que contar?

Soy bastante complaciente en esta materia. Disfruto haciendo reír y disfruto aún más si otros participan en el propósito.

¿Qué te pone de excelente humor?

Cuando ganan el Independiente Santa Fe (club de fútbol de Bogotá) o el Barça (Fútbol Club Barcelona).

¿Qué te pone de mal humor?

Cuando pierden o empatan el Independiente Santa Fe o el Barcelona.

Daniel Samper durante Hay Festival Cartagena
Daniel Samper durante Hay Festival Cartagena / Cortesía Hay Festival Cartagena

Terreno resbaladizo

¿El humor es un secreto dominado?

Es difícil augurar éxitos o fracasos en estos terrenos resbaladizos, pero no solo en el caso mío sino en el de muchos autores, actores o directores. La historia cultural del mundo está llena de libros que iban a ser bestsellers y vendieron muy poco, de grandes fracasos cinematográficos y de comedias que cerraron a los tres días del estreno.

En materia de humor: un escritor, un programa de televisión y un director de películas.

Ufff... muchos, que van desde Rabelais y Quevedo hasta Les Luthiers y Millor Fernandes. Pero recomiendo los cuentos del Negro Fontanarrosa, los libros de Giovanni Guareschi, la telecomedia Frasier y las películas de Billy Wilder y Woody Allen.

¿Hay algún tema del que no se debería hacer un chiste?

La pertinencia o impertinencia de un chiste no depende del tema ni de quien lo cuente o lo sufra, sino del auditorio.

¿Qué define al humor latinoamericano?

El humor latinoamericano juega más con las palabras y al mismo tiempo dibuja mejor las imágenes.

 ¿Cuándo fue la última vez que te reíste de ti mismo?

Una noche cuando, en finca de clima cafetero, maté valientemente a zapatazos un alacrán que no pasaba de ser una mancha en el suelo.

Si redactaras tu propio obituario, ¿qué destacarías en ese escrito?

Que murió soñando con ser tatarabuelo.

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