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Mes de los Océanos: ¿Qué hace Panamá para proteger los tesoros azules?

Mes de los océanos

🌊 Cada año, en septiembre se celebra el Mes de los Océanos.

🌊 Estudios advierten que para 2040 se estaría triplicando la cantidad de plásticos que llegan a los océanos con una cifra anual de 23 y 37 millones de toneladas.

🌊Se ha registrado un aumento en los casos de floraciones de algas nocivas en los últimos años.

🌊Panamá es el primer país de América Latina y el Caribe en sumarse a Mares Limpios.

En septiembre, se conmemora el Mes de los Océanos. / Pixabay

Ciudad de Panamá, Panamá/Una fuente de vida para innumerables ecosistemas y especies alrededor del mundo, además de regular el clima global, son los océanos que en la actualidad cubren más del 70% de la superficie de la tierra.

Sin embargo, con el paso del tiempo, esta amplia extensión de agua se enfrenta de forma constante a múltiples retos que amenazan y alteran la vida de las especies que albergan estos sistemas marinos. Uno de estos factores es el cambio climático y la contaminación ocasionada principalmente por la mala disposición de la basura.

Cada año, durante todo el mes de septiembre, se celebra el Mes de los Océanos con el objetivo de despertar la conciencia global sobre la vital importancia de estos ecosistemas marinos y los desafíos cruciales que enfrentan en la actualidad. 

Los océanos son una fuente de vida para innumerables ecosistemas y especies alrededor del mundo. / Pixabay

Acumulación de plástico

En años recientes, un informe realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), denominado “De la contaminación a la solución: una evaluación global de la basura marina y la contaminación por plásticos”, destacó que el plástico representa cerca del 85% de los residuos que termina en los océanos.

Dicho estudio también advierte que para el año 2040 se estaría triplicando la cantidad de este material que llega a los océanos con una cifra anual de 23 y 37 millones de toneladas, representando al menos 50 kilogramos de plástico por metro de costa en todo el mundo.

Mario Urriola, biólogo y miembro de la Fundación Biodiversidad Tropical Panamá, dijo de forma exclusiva para TVN-2.com, que este tipo de contaminación tiene un gran impacto en la vida de diversas especies marinas.

“En Panamá, muchas de las especies de tortuga marina que tenemos se alimentan de medusas. Objetos como las bolsas plásticas y carrizos son muy parecidos a las medusas. En ocasiones, nosotros normalmente no tenemos idea de que los animales lo confunden y causan un daño. Existen especies como las ballenas que son filtradoras de plancton y estos son pequeños organismos como camarones. Los plásticos en pequeño estado se pueden asemejar a estos organismos”, señaló Urriola. 

En el informe de la Pnuma, también se constata que producto del plástico todas las especies marinas, aves, tortugas y mamíferos, se enfrentan a riesgos de intoxicación, trastornos del comportamiento, inanición y asfixia. Producto de estos desechos, los corales, los manglares y los pastos marinos se están sofocando y les impide recibir oxígeno y luz.

Expertos advierten que para el año 2040 se estaría triplicando la cantidad plástico que llega a los océanos. / Pixabay

Sustancias peligrosas y algas nocivas

De acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en ingles), sustancias peligrosas como los metales pesados tóxicos, los compuestos orgánicos persistentes como plaguicidas y productos químicos industriales, los hidrocarburos y las sustancias radiactivas procedentes de diversas actividades humanas terminan pasando al medio marino a través de las aguas superficiales y subterráneas.

Aseguran que la contaminación prolongada podría afectar los ecosistemas marinos y costeros colocando en peligro los medios de vida de comunidades enteras.

“Diferentes especies de ballenas, delfines y tortugas marinas están sufriendo por los problemas del cambio climático como calentamiento en las aguas, además de la actividad humana”, indicó el biólogo Urriola.

La IAEA también señala que se ha registrado un aumento en los casos de floraciones de algas nocivas en los últimos años. Estas floraciones, que se están volviendo cada vez más frecuentes, tienen el potencial de generar toxinas peligrosas que pueden desencadenar graves enfermedades de origen alimentario.

Entre las afecciones más temidas se encuentran la intoxicación paralizante por mariscos y la intoxicación por ciguatera en pescados, ambas de las cuales pueden tener consecuencias letales para aquellos que las contraen. Este incremento en la presencia de algas nocivas representa una seria preocupación para la seguridad alimentaria y la salud pública a nivel mundial.

Se han registrado casos en donde especies, como las ballenas, confunden los plásticos por microorganismos y los terminan ingiriendo. / Pixabay

Extracción de peces

La extracción insostenible de peces es otra de las afectaciones producidas por el ser humano que agota poblaciones y destruye ecosistemas marinos frágiles. Algunas de estas son la pesca industrial y de arrastre, mismas que aseguran múltiples grupos ambientales, pueden llegar a ser nocivas.

En el caso de la pesca de arrastre, es una práctica común que implica el uso de grandes redes arrastradas por barcos para capturar peces y otros organismos marinos en el fondo del océano. Pese a que esta es una técnica eficiente en términos de captura, sus consecuencias para la biodiversidad marina son diversas.

Una de ellas es que sus redes pueden destruir ciertos hábitats como lechos de algas y bosques de esponjas, que son críticos para muchas especies marinas. Su pérdida puede ocasionar una disminución de poblaciones de peces y otros organismos marinos, afectando a la seguridad alimentaria y la biodiversidad. Este tipo de pesca también conlleva a menudo la captura incidental de animales no deseadas o que no son su objetivo principal, dentro de las que se encuentran delfines, tortugas marinas, aves marinas y otras especies en peligro de extinción, que sufren lesiones o mueren como resultado de esta práctica.

En marzo de 2021, la revista Nature publicó un estudio elaborado por un grupo de 26 científicos internacionales denominado “Proteger el océano global para la biodiversidad, la alimentación y el clima (Protecting the global ocean for biodiversity, food and climate, en inglés)”. En el estudio se dio con el hallazgo de que las flotas que implementan las redes de arrastre como arte de pesca son responsables de remover, en promedio, una gigatonelada de carbono del suelo marino al año.

En Panamá, recientemente quedó sin efecto una resolución que fue publicada en Gaceta Oficial, donde se autorizaba a 21 embarcaciones realizar viajes exploratorios para la captura de peces de escama en todas las aguas jurisdiccionales del país, mismas que emplearían el arte de pesca de arrastre.

Sobre este tema, Tania Arosemena, gerente de Incidencia Política de la Fundación MarViva, dijo que el hecho de que quedara sin efecto estas resoluciones que fueron cuestionadas por organizaciones ambientales, pesqueras y turísticas; muestra la importancia de involucrar de forma oportuna a todos los sectores al momento de tomar decisiones vinculadas al manejo y aprovechamiento de los recursos pesqueros de un país. 

La extracción masiva de peces ha provocado la perdida de poblaciones y destrucción ecosistemas marinos frágiles. / Pixabay

Acción global

Organismos como Pnuma desarrollan programas como “Mares limpios (Clean Seas, turn the ride on plastic, en inglés)” que buscan trabajar en conjunto con diversos actores sociales para favorecer el cambio y transformar los hábitos, prácticas, normas y políticas alrededor del mundo, con el objetivo de reducir de forma sustancial la basura marina y sus efectos negativos.

En la actualidad, cerca de 63 países se han unido a esta campaña, siendo la más grande e influyente a nivel mundial, que está basada en acabar con la contaminación marina por plásticos. Hasta el momento, los compromisos suscritos por los países cubren más del 60% de la línea de costa del mundo e inclusive, países sin litoral también se han unido. Panamá forma parte de este programa siendo el primer país de América Latina y el Caribe en sumarse a Mares Limpios, desarrollando acciones como la prohibición de las bolsas de polietileno a principios de 2018.

La Fundación MarViva, misma que de forma activa desarrolla programas que promueven la protección y conservación de los océanos, cuenta con una plataforma que impulsa el acceso a datos geográficos sobre los océanos y costas de Costa Rica, Panamá y Colombia. Su nombre es “Geoportal MarViva” , una herramienta de acceso libre y gratuito para la descarga de datos geográficos en distintos formatos y mapas de interés, además de observar el domo térmico.

Gracias a su tecnología, las personas podrán obtener una experiencia interactiva que les permite conocer sobre los océanos, identificar áreas de importancia, visualizar capas temáticas o desarrollar estrategias de conservación. De acuerdo con representantes de la fundación, el acceso a la información es clave para la planificación marina y la toma de decisiones en beneficio de los océanos.

Para apoyar la conservación y el uso sostenible del Pacífico Tropical Oriental, MarViva también ejecuta proyectos y promueve procesos por medio de programas de incidencia política, desarrollo comunitario, investigación y sensibilización en cinco áreas en particular. A su vez, promueve agendas a nivel nacional y regional que aporten a estos objetivos.

El Domo, ubicado al oeste de Centroamérica, es una región crucial para la biodiversidad marina en el Pacífico Este Tropical. Su extensión puede oscilar entre 300 y 1,000 kilómetros de ancho, y su núcleo típicamente se encuentra cerca de las coordenadas 9° Norte y 90° Oeste. Es importante destacar que tanto su tamaño como su posición experimentan variaciones cada año y durante su ciclo característico. Para conocer más de esta herramienta, las personas pueden visitar el sitio web www.geoportal.marviva.net

Es importante destacar la necesidad de ejecutar medidas urgentes para proteger estos ecosistemas vitales y abordar los desafíos del cambio climático, así como contaminación y acciones humanas.

Uno de estos cambios es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, siendo fundamental reducirlas para mitigar el cambio climático y su impacto en los océanos. Esto implica la transición hacia fuentes de energía más limpias y la adopción de prácticas sostenibles en todos los sectores. De igual forma, se debe fomentar la adopción de métodos que protejan las áreas marinas para conservar su biodiversidad, promover la educación y concienciación también son herramientas necesarias para inspirar cambios en la sociedad y en las políticas.

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