El plan de un grupo de científicos para que los panameños conozcan al inmenso 'Megalodón'
El Megalodón fue un enorme tiburón prehistórico que habitó los mares del istmo de Panamá.
A través de sus programas públicos el Instituto Smithsonian ofrece exhibiciones y actividades educativas que fortalecen el conocimiento, al contar la historia de los hallazgos que hacen sus científicos y que revelan la otra cara del mundo natural del Istmo panameño.
Es así como el año pasado se enfrentaron al reto de llevar más allá las propuestas educativas en marcha combinando ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas (STEAM) y junto con profesionales de estas áreas y organizaciones especializadas, desarrollar productos específicos para apoyar el aprendizaje —en medio de la crisis sanitaria— de las ciencias en nuestro país.
Smithsonian y el conocimiento de la ciencia en Panamá
Para promover la curiosidad en la niñez y la juventud han desarrollado los programas Q?, que buscan despertar la curiosidad de descubrir, potenciando el conocimiento científico, la indagación, el pensamiento crítico, los juegos y los sentidos. En Panamá se han creado tres programas: Q?curioso, Q?Digital y Q?Bus.
El Smithsonian cuenta en nuestro país con cuatro centros que brindan programas educativos a más de 100,000 visitantes cada año, de los cuales 30,000 son estudiantes de escuelas públicas y privadas: Isla Barro Colorado, el Centro Natural Punta Culebra, la Estación de Investigaciones de Bocas del Toro, y el Laboratorio Marino de Punta Galeta.
Como estos centros se encuentran cerrados por la pandemia, fue necesario que STRI redirigiera sus prioridades hacia el desarrollo de más recursos digitales en sus programas públicos.
“Q?Digital va dirigido a niños y niñas desde los 7 años, jóvenes, padres y educadores. El objetivo es brindarles los recursos para apoyar su aprendizaje, enseñanza o simplemente para pasarla bien con sus familiares en casa jugando y aprendiendo a la vez”, afirmó Andreina Ríos, Coordinadora de estos programas.
Se trata de una plataforma de aprendizaje virtual que fusiona contenido y herramientas de programas educativos como Q?curioso y Q?Bus, destinada a llevar una experiencia interactiva y divertida para los jóvenes a través actividades digitales dirigida a niños, padres y educadores.
Conociendo al Megalodón
“Este proyecto nace de una necesidad de seguir llegando a nuestra audiencia en tiempos de pandemia. Con nuestros centros cerrados, nuestros programas públicos en pausa y una gran demanda por recursos digitales educativos, STRI combinó elementos de los programas Q? existentes y unió fuerzas con programadores digitales para crear juegos como Q?Megalodón”, contó Ruiz.
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Para Megalodón trabajaron de la mano con Inventario, un estudio panameño de innovación, que crea recursos digitales como videojuegos y softwares, mezclando la tecnología con la creatividad de diseñadores como Leo Lammie, su director.
También se contó con fondos del Youth Access Grant y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Megalodón, el más reciente lanzamiento, es un juego interativo, con una colorida interfaz, en el que niños, niñas y adultos pueden conocer mejor las especies que habitan los mares panameños. Sobre todo el Megalodón, este tiburón prehistórico que fue un protagonista en la vida marina del istmo, hasta su extinción hace millones de años.
Aunque si entramos en la página https://stri.si.edu/es/educacion-y-divulgacion/qdigital encontraremos siete actividades educativas digitales, tres videos y cuatro juegos. Además de Megalodón, se puede jugar Imperio de arrieras, Safari de sonido, Aplana la curva, Murciélagos y ranas, Crandall, el cangrejo curioso y El relato de una concha Zapatilla.
Por el momento, se puede jugar solo en una computadora, pero próximamente estarán también accesible en celulares y tabletas.
Para Andreina Ruíz, hacer Megalodón en medio de la pandemia enfrentó al equipo con una serie de retos entre los que destacó principalmente el de “comunicar la ciencia de una manera muy diferente a la acostumbrada ¿Cómo podemos conectar un tema científico a un videojuego respetando la esencia de la investigación y a la vez manteniéndolo divertido e interactivo para nuestra audiencia?”.
También la retroalimentación tuvo que ser interpretada diferente. “Fue difícil lanzar estos recursos a través de actividades en vivo sin poder ver las caras de nuestro público y ver sus reacciones al juego – ¡especialmente al ver al gran Megalodón!”, agregó.
Superar dificultades como la creación de un nuevo programa a distancia, trascribir o sintetizar la ciencia para uso digital, y con la rica biodiversidad en Panamá ¿cómo escoger las especies a incluir en los diferentes juegos que contienen organismos del neotrópico panameño?
En toda esta parte, Félix Rodríguez, paleontólogo y Asistente de coordinación científica del Smithsonian y que estuvo a cargo de asesorar en la parte del Megalodón, fue un apoyo fundamental. Lo describe como un personaje prehistórico, “fue un tiburón que habitó en nuestros mares hace muchos millones de años y tenemos evidencia científica con la paleontología de varios sitios importantes en Panamá como en la formación Gatún en el área de Colón donde se han dado muchos hallazgos de dientes de tiburón”.
“Considero importante al Megalodón porque fue un habitante de nuestros mares que ya no existe, es parte de nuestra fauna extinta, de nuestra identidad por lo que es necesario que los niños, niñas y adultos comprendan que estaba aquí y en algún momento de la historia desapareció y por qué”, agregó el paleontólogo.
Promover la curiosidad en la niñez
Q?rioso es un espacio inspirado en Q?rius del Museo Smithsonian de Historia Natural en la ciudad de Washington DC. Tiene como principal propósito, ser un "laboratorio de aprendizaje" que inspire a niños, niñas y adultos a sentir curiosidad por la ciencia y donde la experiencia museográfica se encuentra con el método científico.
Se trata de una iniciativa original, ya que combina el aprendizaje científico utilizando exhibiciones, además es la primera en su tipo en Panamá, en que se ofrece una puerta de entrada interactiva a la ciencia a través de experiencias de aprendizaje de alto contacto e indagación, dirigidas principalmente a estudiantes.
Parte de la experiencia incluye a los educadores y científicos expertos, que facilitan orientación, responden preguntas y transmiten su pasión a través de sus propias experiencias y conocimientos.
En vista de los cierre temporales de los centros como Punta Culebra, el programa capitaliza la tecnología científica para extender el alcance de la educación de STRI a las casas, al tiempo que satisface las necesidades de personas que buscan explorar la ciencia a través de la experiencia digital.
En la actualidad, el STRI se encuentra realizando una serie de webinars http://stri.si.edu/ponteqrioso para calentar motores hacia lo que van a ser los nuevos programas del centro de Punta Culebra para el que están trabajando en una exhibición de colecciones en la que sus científicos están trabajando y para la que se ha seleccionado una serie de artefactos con los que los espectadores van a poder interactuar ya sea de forma directa o a través de instrumentos como microscopios y otras tecnologías científicas.
Este laboratorio de aprendizaje se encuentra en este momento en una fase de traslado al espacio digital.
“Como estamos cerrados, en la página web vamos a mostrar las colecciones, incluso en formato 3D, de manera que tanto niños, niñas y adultos podrán visitar la exhibición de sus casas, imprimir los materiales e interactuar en este espacio de exploración para empezar a dar a conocer la nueva exhibición”, afirmó Ruíz.