María Cervantes: El calvario de una grave lesión por la que nadie quiere hacerse responsable

En septiembre de 2021 en el arranque del Torneo Clausura de la Liga Femenina de Fútbol, la entonces jugadora de 20 años del Club Deportivo Universitario, sufrió una lesión de menisco en su rodilla izquierda. Por increíble que parezca, Cervantes tenía apenas algunas semanas de haberse recuperado de la misma lesión en la rodilla derecha, cuando los fantasmas del pasado se convirtieron en un terrible déjà vu.

María Cervantes estaba llamada a ser una de las futuras estrellas de la selección femenina de fútbol de Panamá. Su proceso en categorías menores dejaron claro su talento y disciplina, pero una grave lesión de rodilla y la incapacidad de su club para hacerse cargo de la operación, dinamitaron su progresión y sus sueños de ser futbolista se fueron por la borda. Hoy, seis meses después, Cervantes se encuentra en un callejón sin salida, lesionada, sin respaldo del seguro, ni de su club y al borde de perder la movilidad de su pierna izquierda.

En una entrevista exclusiva con tvn-2.com, la jugadora describió lo que para ella ha sido una película de terror:

"Cuando el médico me atendió me dijo que era muy probable que tuviera una fisura en el menisco y que necesitaría operarme. Sin embargo, me dejó tranquila el hecho de que la recuperación no iba ser tan prolongada como la lesión que había sufrido en la rodilla derecha. Quizás en cuatro o seis semanas estaría nuevamente entrenando. Pero el tiempo pasó y Universitario nunca se hizo responsable de la parte económica que debía pagar para que me operaran".

Así inicia el relato de la portera que hasta hace menos de dos años formaba parte de los procesos de categoría menores de la Selección Nacional de Fútbol Femenino y con una proyección importante hacia la categoría mayor.

No obstante, el calvario de Cervantes comienza en mayo de 2021 cuando sufre su primera lesión de menisco. En esa ocasión vestía la camiseta del Club Atlético Chiriquí y se enfrentaba a 'las leonas' del Plaza Amador en un partido exigente, como ella misma lo describe.

"Casi al final del partido hubo una jugada donde al saltar para quedarme con el balón, caí mal y enseguida sentí que algo se había roto dentro de la rodilla. En ese momento y con el calor del juego no sentí tanto dolor, pero era evidente que me había lesionado".

Tras el encuentro, Cervantes fue atendida por el equipo médico del club que rápidamente la llevó a un centro médico para realizarle una resonancia magnética y determinar el alcance de la lesión. Los resultados arrojaron que la portera se había roto los meniscos de la rodilla derecha, por lo que tendría que ser operada e iniciar un proceso de recuperación de aproximadamente tres meses.

Atlético Chiriquí como club responsable de la jugadora en ese momento, hizo las gestiones necesarias y junto a la aseguradora iniciaron el proceso para cumplir con el pago de la operación. La jugadora entró al quirófano y tras unas horas, salió con los ligamentos de su menisco reparados y listos para iniciar su recuperación.

Fichaje por Universitario y el inicio del calvario

Durante los meses siguientes, la portera fue llamada por el cuerpo técnico del Club Deportivo Universitario para que formara parte de sus filas. Allá, conocedores de su lesión previa, le ofrecen terminar su recuperación con ellos, hacer la pretemporada e iniciar el torneo Clausura de la Liga Femenina de Fútbol, LFF. 

María cuenta que el proceso de recuperación con Universitario fue más rápido de lo que esperaba y para el 30 de septiembre de 2021 en el arranque del torneo, estaba lista para debutar con su nuevo club. Para sorpresa de la portera, su directora técnica la alineó en el once titular del primer partido en el que se enfrentaban a Veraguas.

Después de cuatro largos meses de mucha disciplina y convicción, Cervantes regresaba al terreno de juego para hacer lo que tanto amaba. Pero el destino le jugó en contra y lo que debía ser una historia con un final feliz terminó convirtiéndose en una terrible pesadilla.

“Corría el minuto 80 y recuerdo que íbamos ganando 2-1. Entonces ocurre una jugada en la que voy a cortar un centro y cuando salto para quedarme con el balón, no piso bien y la rodilla izquierda se me dobla. Al instante siento un dolor horrible y veo que tengo la rodilla trabada. En ese momento yo sabía que se me habían vuelto a romper los meniscos, estaba angustiada, no podía creer que me estuviera pasando exactamente lo mismo que hacía cuatro meses”.

Finalizado el encuentro, María es llevada a un centro médico de la provincia de Coclé donde el médico que la atiende le realiza un ultrasonido en la rodilla y le comunica que tiene el menisco comprometido. La jugadora es trasladada a la ciudad capital donde le hacen una resonancia magnética que deja al descubierto una fisura en los meniscos de la rodilla izquierda.

Otra vez la misma lesión, otra vez una operación, otra vez un proceso de recuperación.

Como Cervantes ya había pasado por la misma lesión con Chiriquí, pensó que esta vez las cosas serían exactamente igual.

La aseguradora se haría cargo de un porcentaje y el club pondría la otra parte para proceder con la operación. Todo parecía ir en el camino correcto. María incluso llegó a firmar la orden pre-operatoria. Solo faltaba que Universitario liberara el dinero restante para entrar al quirófano.

Entonces, pasó una semana, luego dos, después un mes, dos meses, tres meses y Universitario no le daba respuesta. En casa, el dolor era insoportable, la rodilla se le hinchaba con solo dar tres pasos seguidos, y cuando menos lo esperaba un sonido aterrador le indicaba que la rodilla se había trabado.

Desesperada y sin recibir respuesta, Cervantes recurre a la Asociación de Futbolistas de Panamá para exponer su caso. El equipo legal de AFUTPA bajo el mando de Miguel Olivares, Director de la Comisión de Fútbol Femenino, realiza ingentes esfuerzos para hacer cumplir al club con su responsabilidad.

En febrero de 2022, tras más de 5 meses de insistir y presionar, Universitario finalmente accedió a pagar la parte que le correspondía para la operación.

Pero como si se tratase de una mueca del destino, María se enteró que la póliza de seguro había vencido el 31 de enero de 2022 y para cuando el club decidió liberar el dinero, la póliza ya no estaba vigente, por lo que la asegurada ahora se negaba a hacerse cargo de la operación.

Aunado a esto, durante el 2022 el Club Deportivo Universitario cambió de aseguradora pasando de Sagicor a Ancón, haciendo todavía más complicado el caso de la jugadora, pues la nueva compañía tampoco quiere asumir el costo de una lesión que ocurrió mucho antes de firmar con el club y que estaba bajo el contrato con la aseguradora anterior.

¿Qué pasa con Universitario?

Al desmenuzar las interioridades del club salta a la vista la precaria situación financiera en la que se encuentra. Jugadores de la categoría profesional que llevan meses denunciando el incumplimiento del pago de sus salarios, un estadio recién inaugurado que ha pasado por varios retoques y un ultimátum de la Liga Panameña de Fútbol para que se haga cargo de sus responsabilidades, so pena de una sanción. Una caja de pandora en la que la lesión de María Cervantes es solo un 'problema más'.

Este medio intentó comunicarse con el señor Kenneth Carles, directivo de Club Universitario y ante una serie de preguntas relacionadas con el caso de Cervantes, se limitó a contestar vía WhatsApp:

"El club está haciendo todas las diligencias para que la jugadora sea operada, bajo la póliza que el club pagó, para cubrirla. No se me permite responder más preguntas al respecto".

¿Qué dice la Liga?

Mario Corro, Comisionado y Presidente de la Liga Panameña de fútbol, afirmó que la liga como ente responsable estuvo haciendo gestiones para lograr que se hiciera la excepción, pero no se logró.

"La liga hará la solicitud formal al club para que se haga cargo de todos los gastos de la nueva intervención de la jugadora", agregó Corro.

Sin embargo, el tiempo sigue pasando y María Cervantes está postrada en su casa, sin poder caminar, con dolor crónico, sin trabajo, ni estudios y lo que es peor, con el riesgo de perder la movilidad en la pierna izquierda para siempre y que su futuro como futbolista profesional se termine.

"Más allá del dolor físico que siento en la rodilla, esta situación es mucho más complicada mentalmente porque no pasa un día en el que no me desanime o deprima pensando si esto algún día se solucionará. Mi vida era el fútbol y ahora me la han quitado".

Una desgarradora historia que pone en evidencia la falta de estructura formal de los clubes en la categoría femenina y su incapacidad de proveer los recursos económicos para el desarrollo profesional de las jugadoras.

Cómo indica la póliza de seguro, cada jugadora tiene derecho a una cobertura de 10,000 dólares para hacer frente a lesiones o problemas de salud. Por eso, cuando María se lesionó la primera vez, el seguro cubrió en su totalidad los costos de su cirugía. Pero con la segunda lesión, Cervantes (sin saberlo) solo contaba con 2,000 dólares del restante de la cobertura total, por lo que Universitario debía abonar entre 2,400 y 2,600 dólares de su propio fondo para cubrir la totalidad de la cirugía de la rodilla izquierda.

Cervantes siempre quiso convertirse en jugadora profesional de fútbol. Su disciplina y constancia la llevaron a formar parte de la selección nacional desde muy chica. Pero solo bastó poner a prueba la estructura del fútbol femenino a través de una lesión de rodilla para entender la dura realidad de las mujeres y la utopía de un sueño que está muy lejos de cristalizarse.

María sigue esperando, mientras transita el calvario de una grave lesión por la que nadie quiere hacerse responsable.