El manejo del gobierno a la peor crisis social en tiempos de democracia, ¿Qué opinan los expertos?
La falta de respuestas oportunas, el clientelismo, corrupción, privilegios y prebendas, más el desempleo, el hambre, la falta de medicamentos y alimentos caros hicieron estallar la peor crisis política y social en democracia.
Este lunes 18 de julio, Panamá completa 15 días desde que iniciaron las manifestaciones en contra del alza de los combustibles, la canasta básica y los medicamentos, haciendo estallar la peor crisis política y social de las últimas décadas y que inclusos muchos comparan a la vivida en la época de la dictadura, claro está que con algunas diferencias muy marcadas.
Pero tras dos semanas de protestas, el gobierno no ha podido establecer acuerdos claros y concretos con las organizaciones, y lejos de eso se han dado situaciones que generan confusión, como la firma del acuerdo con un grupo de dirigentes indígenas en San Félix.
Para sorpresa de la exdiputada Ana Matilde Gómez, el partido gobernante está mostrando “una torpeza política tremenda”, debido a que realmente no se puede tener mini mesas, macro mesas o mesas aisladas, porque este es un conflicto a nivel nacional que por primera vez en la historia tiene brotes a todo lo largo y ancho del país, nos estamos haciendo daño entre todos, porque quienes realmente tienen que dar respuestas están dando muestra de incapacidad.
La exdiputada calificó de “terrible” el manejo que se está dando por parte del Gobierno, dado que, se han estado dando muchas fallas, con respuestas tardías, considerando que, siendo un partido con tanta gente con experiencia en gobernar, no hubiera esperado que se llegara a una crisis de gobernabilidad.
“La falta de la confianza ha sido tan profunda que uno dice cómo con tanta experiencia pudieron dejar llegar esto hasta aquí”, manifestó.
A juicio de Gómez, no se ha entendido que la actual crisis es una acumulación de una serie de desaciertos, clientelismo, corrupción, manipulación de contrataciones, privilegios y prebendas que vienen ocurriendo desde hace varios quinquenios, pero se ha exacerbado producto de la pandemia y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que disparó la inflación, el desempleo, el hambre, el costo de los medicamentos y alimentos.
“Son demasiadas cosas en un mismo momento, con una desfachatez de una serie de servidores públicos que no les ha importado estar en celebraciones”, dijo la exdiputada.
Señalando la arrogancia de la rectora de la Universidad Autónoma de Chiriquí que en medio del brote social festejó por todo lo alto su cumpleaños y cuestionándose qué celebraban los diputados de la Asamblea Nacional el 1 de julio.
Manifestó que la gente esperaba un gobierno solidario, con empatía, que comprendiera que lo que la gente está viviendo no es fácil y como no se ven acciones concretas, la paciencia de la gente se desbordó.
Sobre las medidas de contención de gasto anunciadas por el Gobierno, Gómez piensa que “son muy pocas para lo tarde que llegan”, debido a que el descontento es tan grande que las medidas debieron ser mucho más contundentes y medibles; que realmente demostraran que se comprende lo que se está viviendo.
Falta de voluntad política
Durante la semana pasada, en reiteras ocasiones, escuchamos a algunos diputados justificar las acciones de la Asamblea, buscando y señalando en otras partes los responsables de la situación, sin reconocer su nivel de responsabilidad.
Ante esto, la también exprocuradora de la Nación señaló que es en este Órgano donde se hacen las leyes, y de la misma manera como se aprobó una norma que da subsidios disfrazados de incentivos a un grupo de la industria de turismo de lujo del país, también pueden hacer leyes que acaben con el oligopolio de los medicamentos, por lo que aseguró que “no hay voluntad política”.
“Yo sí creo que hay mucho en lo que la Asamblea podría participar para contribuir a mejores condiciones sociales”, aseveró.
Para ella la desconexión e indiferencia de la clase política ha dado al traste, lo que ha dado paso a nuevos liderazgos espontáneos y orgánicos, porque la gente se hartó “no somos tan tontos como creen, tendremos algo de tontos, pero tanto no, no puede ser posible que en medio de lo que ocurre y que nos estamos endeudando, cómo es posible que estamos adquiriendo deuda para pagar planilla.
“Esto en verdad puede ir para peor, y es lo que más duele y pareciera no comprender que esto puede empeorar más”
Recomienda que se sienten a todos los líderes que realmente están en las calles y hacer una sola gestión, ya que, no entiende cómo es ese diálogo dividido, indicando que la crisis es más profunda de lo que quieren ver.
“La crisis es política, no es de este gobierno, es una crisis del modelo político”, expresó.
Para Gómez, esta crisis podría convertirse en la luz al final del túnel porque se podrían generar soluciones a los temas que hay que atender de inmediato como el alza del combustible, precio de los medicamentos y canasta básica, para entonces abordar los temas inminentes como la Caja de Seguro Social, corrupción y demás.
Caso Odebrecht y sistema Judicial
En medio de toda la crisis social, política y económica que golpea al país, este lunes se lleva la audiencia en el caso Odebrecht, uno de los más emblemáticos en materia de corrupción, en los que tendrán que darle la cara a la justicia los expresidentes Ricardo Martinelli y Juan Carlos Varela, por lo que, además, la atención estará centrada en el sistema judicial panameño.
Ana Matilde Gómez resaltó que el sistema judicial no debe pasar agachado en todo este conflicto, ya que, si después de tanta dilación, recursos y respuestas desacertadas en otros procesos, de no haber respuesta cónsona con la realidad en este caso, esto se podría poner peor.
Ponderó el hecho de que las audiencias sean públicas, debido a que es necesario que sean transparentes y que la gente conozca quienes son los actores han estado lavándose la cara durante todos estos años.
Resaltó que sería una vergüenza que se presenten excusas de parte de los implicados para no asistir.
Destacó que después de las condenas en otros países, incluso de expresidentes, y después de la condena y confesión de los propios hijos de los hijos del exmandatario Martinelli Linares en Estados Unidos, el hecho de que en Panamá no sea así sería una vergüenza que podría encender la última chispa para que el país caiga en una crisis mucho más profunda.