Unidad canina expande sus especialidades y también aprende a detectar el gusano barrenador
Desde 2018 a la fecha, la Unidad Canina Agropecuaria ha logrado interceptar alrededor de 10 toneladas de productos de ingreso prohibido al país.
Ciudad de Panamá/En el Aeropuerto Internacional de Tocumen, un equipo especial patrulla incansablemente las terminales de pasajeros 1 y 2. El objetivo de este equipo es evitar el ingreso de alimentos o masas vegetales a través de equipajes de pasajeros, ya que está prohibido, bajo las leyes panameñas.
Se trata de los perros de la Unidad Canina Agropecuaria (UCA) de la Dirección Ejecutiva de Cuarentena Agropecuaria (DECA) del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), quienes, junto a sus manejadores, desempeñan un papel vital para la seguridad agropecuaria del país.
TVN-2.com pudo conocer de cerca el entrenamiento que se les brinda a estos perros para que cumplan con sus misiones cada día.
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Detección de gusano barrenador
Además de este importante rol dentro de los aeropuertos, el MIDA busca expandir las especialidades de los caninos y desde hace poco ya cuentan con una unidad entrenada para una misión especial: la detección del gusano barrenador.
Erly, una hembra de origen mexicano, forma parte del equipo de los cinco primeros canes entrenados detectar el olor del gusano barrenador, aunque aún no están ejerciendo esta función, ya aprobaron un primer curso que la certifica como un can entrenado para detectar este olor.
A través de un proceso de entrenamiento minucioso, ha sido capacitada para detectar el olor específico de la plaga que amenaza la ganadería de la región.
De acuerdo con la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación del Gusano Barrenador (Copeg), desde 2022 a la fecha, se han visto afectadas con el gusano barrenador 27,330 especies, siendo los bovinos (22,546) y los caninos (1,888) los más afectados, respectivamente. También en los cerdos se registraron 1,057 casos. Razón por la cual el MIDA
Se preguntarán, ¿Cómo lo logró? Su olfato, capaz de identificar hasta las partículas más diminutas, es entrenado utilizando gasas impregnadas con sangre de las heridas del ganado afectado. Con repetidas sesiones de entrenamiento, Erly ha aprendido a reconocer el aroma del gusano barrenador de manera precisa, así lo explicó la ingeniera Mitzila Bedoya, instructora de la UCA y manejadora de Erly.
Este proceso de entrenamiento es riguroso. Requiere realizar al menos 100 repeticiones para asegurar que el perro no falle en su detección. Si en la última repetición el perro comete un error, el proceso se reinicia desde cero, garantizando que su capacidad olfativa esté siempre afinada. La fase final del entrenamiento incluye la simulación de un entorno real con ganado, lo que permite a Erly familiarizarse con los diferentes escenarios en los que podría detectar la presencia del gusano barrenador.
“Aparte de las muestras en ambientes controlados, tenemos que ir a donde está el corral, el ganado, para que el perro vaya olfateando todo ese entorno, y poco a poco se va involucrando la parte práctica controlada, como la parte práctica en campo”, explicó Bedoya. Esta preparación hace que Erly sea la única perra del MIDA con esta especialidad, y un recurso valioso para la protección del sector agropecuario del país.
Se espera que más perros sean entrenados y de esta forma se logre contribuir a la detección de la plaga en los diversos puestos de controles a nivel nacional.
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La rutina en los aeropuertos
Además de la especialidad de Erly, otros perros de la UCA como Nieve realizan búsquedas sistemáticas e independientes en las terminales de carga del aeropuerto. Sus labores son no intrusivas y fiscalizan mercancías y equipajes que ingresan al país.
Algunos de estos perros están entrenados en la búsqueda sistemática, un método de rastreo altamente organizado y guiado, en el que el perro sigue un patrón específico, generalmente indicado por su manejador, para cubrir un área determinada de manera exhaustiva.
Y, por otro lado, la búsqueda independiente, un tipo de rastreo en el que el perro tiene la libertad de moverse sin una guía específica del manejador para detectar un olor particular.
Cada una de estas formas de búsqueda tiene un enfoque particular, y se ajusta a las habilidades del perro y a las necesidades de la operación.
Con un olfato igualmente refinado, estos perros son entrenados para identificar productos que, de acuerdo con las leyes aduaneras, no pueden ingresar al país.
Durante una demostración exclusiva para TVN-2.com, Erly y Nieve se enfrentaron al desafío de detectar elementos ocultos en una docena de maletas, demostrando su capacidad para identificar amenazas potenciales. Con una simple señal, ya sea sentándose frente a una maleta sospechosa o colocando sus patas sobre ella, los perros indican a sus manejadores la presencia de un posible riesgo.
Este trabajo es de gran interés nacional, ya que ayuda a decomisar de las maletas de los viajeros aquellos productos agrícolas, vegetales, animales u otros que, al ingresar a un país, pueden presentar un riesgo de introducir plagas, enfermedades o agentes patógenos que no están presentes en el territorio y que podrían afectar la flora, fauna y la seguridad agropecuaria.
Por ejemplo, de este equipo de demostración, Erly también fue entrenada para realizar búsquedas independientes.
En cada caso, al verificar las maletas, los manejadores encuentran que en efecto los equipajes contenían en su interior productos como carnes, guandúes o frutas. Sin embargo, en las tareas del aeropuerto, la detección es mucho más amplia, es por ello la importancia del entrenamiento constante.
Impacto de la UCA
Desde 2018 a la fecha, la Unidad Canina Agropecuaria ha logrado interceptar alrededor de 10 toneladas de productos de ingreso prohibido al país. Y en este 2024, en Tocumen, han logrado apoyar en el decomiso de 1,730.30 kilogramos en productos de origen animal y vegetal, entre enero a agosto de 2024; mientras que en Paso Canoas, para el mismo periodo, confiscaron 96.3 kilogramos.
Sin embargo, según Bedoya, instructora de la UCA, la verdadera hazaña no está solo en la cantidad, sino en la precisión: “son las pequeñas concentraciones como un limón, que puede traer alguna mosca del mediterráneo, una mosca de la fruta, que puede impactar económicamente al país, las cerezas de café. Es grande la cantidad, pero en lo que nos enfocamos son en cantidades pequeñas y un solo producto, porque el perro tiene que ser más efectivo para ese tipo de producto”.
Algunas de las plagas que podrían ingresar al país si se permite el ingreso de flores frescas o follajes, que vienen de Ecuador o Colombia son la Frankliniella occidentalis y la Cochinilla rosada. En el caso de granos, también existe el peligro del gorgojo Khapra, y también a través de las carnes o embutidos, con alerta fitosanitaria en República Dominicana, está la peste porcina africana y el caracol gigante africano, presente en las costas de Miami y Costa Rica.
De acuerdo con Bedoya, el MIDA busca que “a medida que van surgiendo las nuevas alertas, así mismo vamos entrenando a nuestro personal técnico, y también a nuestros perros”.
¿Cómo son seleccionados para formar parte de la UCA?
El proceso para seleccionar a los miembros de la UCA comienza desde una edad temprana. Se observa a la camada para identificar perros alfa, juguetones, comelones y atentos. Aquellos que cumplen con estas características pasan a una segunda evaluación entre los 7 y 9 meses de vida, explicó la veterinaria Neysi Puello, coordinadora de la UCA.
Solo los más aptos son elegidos para el entrenamiento, que dura aproximadamente tres meses y se extiende a lo largo de 15 horas diarias.
Durante este periodo, los perros aprenden a realizar ejercicios guiados mediante métodos de premio y juego, fortaleciendo el vínculo con sus manejadores. “El manejador debe ser una persona muy dedicada, amante de los animales, porque será su compañero durante largas jornadas de trabajo”, afirmó Puello.
Otra característica importante de este equipo es que un gran porcentaje es de razas “criollas” como se le conoce en Panamá a los perros mestizos, y otros son mezclas de razas que han sido donadas al MIDA, siendo Erly una de esas cuyo origen es mexicano.
Detalló Puello que, actualmente, en el área de Tocumen operan 15 binomios (perro-manejador), y también se cuenta con una unidad en Chiriquí, con dos perros y sus respectivos manejadores. A pesar de la seriedad de su labor, los perros también tienen su tiempo de esparcimiento. Por las mañanas y al finalizar su jornada, disfrutan de juegos con sus compañeros humanos, un merecido descanso para quienes dedican su vida a proteger las fronteras de Panamá.
Cada unidad es cuidada de forma integral para garantizar su máximo desempeño. Puello es la experta en evaluar clínicamente a los canes, y de implementar sus dietas conforme a sus requerimientos físicos, para que sigan estando en óptimas condiciones.
El compromiso del MIDA es claro: seguir fortaleciendo este equipo canino, integrando nuevos binomios y especialidades, para mantener la seguridad agropecuaria del país. Erly, con su olfato experto, y el resto de los perros de la UCA son un ejemplo de cómo el trabajo en equipo entre humanos y animales puede hacer la diferencia en la protección de la economía y la flora y fauna del país.