Hermanos
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Panamá lidera la lista países de América Latina con mejores perspectivas de crecimiento económico para 2022, según previsiones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), pero pese a este alentador escenario económico y fiscal, el panorama laboral permanece incierto. Y es que, toda la generación de empleo en los últimos dos años ha estado en el sector público.
Para el consultor en asuntos laborales, René Quevedo, el sector privado, que perdió a 364 mil trabajadores asalariados en el 2020, recuperó parte del terreno perdido, pero la economía no está generando nuevos empleos formales no gubernamentales.
Lo dicho por Quevedo se sustenta en el reciente Informe Laboral del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, que reportó una tasa de desempleo del 11.3%, cuyo cálculo no incluye a los 478 mil personas que reciben el Vale Digital porque perdieron o no encuentran empleo, por lo que se estima que la proporción de panameños que no encuentra trabajo pudiera estar alrededor de un 30%.
Adicionalmente, la generación de nuevos empleos formales marcha lentamente. Entre enero y octubre 2021, Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) tramitó 183,519 nuevos contratos laborales (76% de ellos temporales), 44% por debajo de los 326,802 tramitados en el mismo período del 2019, año en el que la economía generó 52,040 empleos, todos informales.
La tendencia hacia la recuperación debe continuar en el 2022. Sin embargo, hay desafíos muy importantes, siendo la generación de empleos sin duda el más crítico. La extensión del Vale Digital hasta junio 2022 es prueba de que la economía no está generando nuevos empleos y la crisis laboral continúa.
Existe un alto grado de incertidumbre en el clima de inversiones privadas en el país, y sin inversión privada, no habrá generación de empleos formales.
Un segundo reto es la difícil situación de las finanzas de la Caja del Seguro Social y su programa de Invalidez, Vejez y Muerte, y sus implicaciones para las ya precarias finanzas estatales, así como el posible impacto sobre el mantenimiento del Grado de Inversión de la deuda panameña.
En tercer lugar, la permanencia de Panamá en las listas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y de la Unión Europea (UE) es otro factor que agrega incertidumbre, ya que afecta nuestra capacidad para atraer Inversión Extranjera Directa (IED), que cayó 86.4% en 2020 y un 12.6% en el primer semestre de este año, al tiempo que otros países de la Región comienzan a atraerla.
De hecho, Costa Rica es el país que, proporcional a su economía, está atrayendo más IED en el mundo.
El Gobierno viene realizando importantes esfuerzos para atraer IED, como lo son la Ley SEM del 2007 y la Ley EMMA del 2020. El Régimen SEM tiene hoy 175 licencias, que han generado más de 7,800 empleos y $1,300 millones en inversiones, en 14 años.
En este contexto, la negociación del nuevo contrato entre el Estado panameño y Minera Panamá, la mayor inversión extranjera en la historia ($6,700 millones), 39 mil empleos directos, indirectos e inducidos, así como compras por $583 millones anuales a otros sectores de la economía, marcará “un antes y un después” de la IED en el país.
La pronta y exitosa culminación de ese proceso mandaría un claro mensaje a la comunidad inversionista internacional sobre Panamá como un país de diálogo, reglas claras, seguridad jurídica y proinversión extranjera, aseguró Quevedo.
Por otra parte, en un plano más general el economista Samuel Moreno, considera que la actividad económica va a seguir avanzando a un ritmo alentador con proyecciones por encima del 7%, lo que ubica a Panamá como una de las economías de crecimiento prepandemia.
Conforme a Moreno, los sectores que van a seguir dándole empuje a la economía local son las importaciones de bienes y servicios, el tema de concentrado de cobre y otros rubros como las sandías, melones, banano, café y la producción minera.
De igual manera, el Canal de Panamá y las operaciones portuarias a nivel de la economía interna darán un impulso grande.
Además, los proyectos de inversión pública van a generar sinergias. Por otra parte, algunos sectores del Turismo que están un poco deprimidos como, hoteles y restaurantes, se equilibren dinamizándose y puedan aportar mayormente a los agregados nacionales
Pese a la inquietud alrededor de Ómicron, el 2022 debe ser un año de recuperación. Las tendencias favorables en el ámbito económico y fiscal se traducirán en generación de nuevos empleos en la medida que pueda generarse confianza en el clima para las inversiones privadas en el país, con énfasis particular en la IED.