El futuro laboral de Panamá: hacia una clase media sostenible

Empleos en Panamá

Se calcula que la población laboral ocupada del país está por encima de 1,800,000 trabajadores.

Imagen ilustrativa de empleo. / Pixabay

Panamá/En entregas anteriores de esta columna, hemos empezado a analizar —utilizando como base los datos del Censo de 2023— la situación del mercado laboral de Panamá. Y en la entrega de hoy, entramos a repasar algunos conceptos sobre la productividad que pueden dar indicios para una mejoría de tal situación.

Datos

Lo primero que hemos indicado en entregas pasadas es que es altamente probable que el Censo de 2023 sub-registra a la población —por cientos de miles de personas— por lo que los números, allí presentados, deben ser cotejados con otros instrumentos de estudio, como la Encuesta de Mercado Laboral, para poder obtener una imagen útil de lo que está sucediendo en cuanto al trabajo en Panamá.

Se calcula que la población laboral ocupada del país está por encima de 1,800,000 trabajadores. Para propósitos de esta columna, utilizando los datos del Censo de 2023, dedujimos un salario mensual promedio calculado de $880 por persona, lo cual se traduce a salarios anuales totales pagados en el país por alrededor de $20,000 millones.

Notamos que $880 es el salario mensual promedio calculado, que resume todos los rubros económicos, pero la realidad salarial, como es de esperarse, varía en función del tipo de trabajo.

Aquellas personas dedicadas a administrar relaciones con el extranjero, ya sea por parte de empresas o del país, estarían ganando en promedio $2,500 al mes o $30,000 al año.

Trabajadores de las industrias creativas y operadores del comercio al por mayor y por menor están más cerca del promedio nacional, ganando alrededor de $850 mensuales o $10,000 al año.

Y los trabajadores del sector agrícola —que emplea a más de 200 mil personas— ganan un promedio mensual calculado de $250 o $3,000 anuales.

Ciudad de Panamá. / Foto/TVN-2.com

Costo

Una pregunta que nos hemos hecho en esta columna es: ¿cuánto cuesta financiar una vida de clase media en Panamá?

Para responder, calculamos los parámetros de este concepto en una entrega anterior y obtuvimos que el costo de una vida de clase media en Panamá es de $18,000 anuales para una pareja sin hijos y más de $20,000 anuales para una pareja con un hijo o más.

Tal costo —más de $1,500 mensuales— incluye elementos básicos como la letra de una hipoteca, la de un auto, el costo de alimentarse y transportarse, el costo de la salud, entre otros, y sirve como un buen punto de partida para pensar sobre los salarios en Panamá.

Ahora bien, postular que más de un millón de trabajadores panameños podrían ganar, dentro de los próximos años, más de $1,500 mensuales carece de sentido. La verdadera intención en cuanto a la mejoría de rendimiento y compensación en Panamá se vería empujando el salario promedio nacional de la población laboral de $880 al mes a —por dar un ejemplo— $1,000 al mes, una buena cifra redonda.

No obstante, considerando el tamaño pequeño de la población laboral panameña —Colombia, país vecino, tiene más de 23 millones de trabajadores ocupados— y todo el potencial de desempeño disponible en función a la capacitación futura de la mano de obra, no es descabellado pensar que, de darse las políticas públicas y acciones privadas correctas, los trabajadores panameños puedan ser algunos de los mejores remunerados del continente.

Productividad

En 1970, tanto oficiales como empresarios en Hong Kong estaban preocupados de que la cantidad de empleados en la industria de esmaltados —desde ollas y tazas hasta utensilios de cocina— estaba cayendo.

La industria de esmaltados era vista como parte de la configuración básica de la economía de Hong Kong para ese año, por lo que resultaba preocupante que esta industria estuviera perdiendo empleados a gran escala, a pesar de todo el desarrollo económico que la isla estaba experimentando en ese momento.

Por su lado, el administrador financiero de Hong Kong, John Cowperthwaite, tuvo otra lectura del asunto.

“Estoy impresionado por las preocupaciones existentes sobre la caída [de empleados] en la industria de esmaltados", dijo Cowperthwaite en la sesión del Consejo Legislativo de Hong Kong del viernes, 9 de octubre de 1970.

Analizan la crisis laboral y desempleo

“Esta caída no es una pérdida, sino una ganancia para la comunidad. Tal caída se debe, creo yo, a que estamos aprendiendo a usar nuestros recursos de empresa, capital y trabajo en otras direcciones más rentables. Eso es progreso. Y estaríamos en una situación muy triste si el esmaltado siguiera siendo nuestra cuarta industria más grande”.

El punto de Cowperthwaite, en parte, es que el crecimiento económico no es únicamente un tema de qué se hace, sino de la capacidad y disposición de la mano de obra de hacer y de adaptarse a las necesidades del mercado de consumo.

Desde los últimos cinco años, por ejemplo, se ha estado discutiendo la posibilidad de que Panamá se integre a la cadena logística global de producción de semiconductores como parte de los esfuerzos estadounidenses de near-shoring o re-localizar industrias estratégicas en países aliados para evitar la fuga de conocimientos.

Lo que no se ha destacado de forma específica es que tal integración vería a Panamá como un punto de empaquetado y distribución de tales semiconductores, no de producción. Y no es necesario revisar las tablas para acertar que los empleos relacionados a la fabricación de los semiconductores pagan más que aquellos relacionados únicamente al empaquetado.

Si la cuestión es empujar la curva de salarios de Panamá de tal forma que más y más gente pueda optar por una vida de clase media —robustecer el centro económico, por así decirlo— hay varios métodos para lograrlo, pero todos requerirán de un importante esfuerzo nacional que deberá ser coordinado mediante políticas públicas de calidad.

Valor

El creador del concepto del producto interno bruto (PIB), Simon Kuznets, advirtió en el mismo documento donde postuló tal idea que la misma no debía ser utilizada como una medida de bienestar económico o de progreso material. No obstante, se ha vuelto común utilizar el PIB como un indicador de estas realidades.

Y bajo estos parámetros de medición, el bienestar económico y el progreso material en Panamá han avanzado notablemente. Para el año 2000, el producto interno bruto nacional medía menos de $20,000 millones. Hoy, mide más de cuatro veces eso.

Otros países, como Nicaragua, no han visto una explosión de productividad a ese nivel y aunque Costa Rica ha viajado a la par nuestra, las eficiencias de la economía panameña, además de su posición estratégica, continúan ofreciendo una ventaja notable.

Una definición técnica de la productividad tiene que ver con eficiencia —no desperdiciar los recursos, asignarlos bien, incluyendo el recurso más preciado, el tiempo— y nivel de producción. Pero no es a esto a lo que nos referimos cuando hablamos de productividad para el desarrollo.

La definición correcta se aproxima más a lo detallado por el filósofo moral escocés Adam Smith en su seminal obra La riqueza de las naciones, donde esboza que es la división del trabajo, la especialización, la búsqueda de la calidad y el comercio lo que permite a los países tener estilos de vida dignos y cómodos.

Muchas naciones se aprovechan hoy día de esta observación para generar ingresos, desde Panamá misma, hasta nuestra vecina Costa Rica con su enfoque en el turismo ecológico, hasta exponentes avanzados como la República de Taiwán y su dedicación fanática a la producción de semiconductores para el mundo, tanto como para generar ingresos como para mantener relevancia estratégica.

Tal productividad responde a las estructuras de valor de las sociedades y sus mercados y un análisis de las tendencias de tales estructuras resulta esencial para que una nación pueda incidir positivamente en su propio mercado laboral.

No es el interés de esta columna producir aún tal análisis, pero hay tendencias que ya se están volviendo más y más evidentes, entre ellas, como hemos comentado, la producción tecnológica de dispositivos altamente complejos, y además, la interacción de los sistemas de servicio con las capacidades de la inteligencia artificial, tema que, según algunos expertos laborales, debe preocupar en cuanto a la generación estable de empleo para humanos a lo largo del tiempo.

Y también se debe tomar en cuenta la mejoría de la infraestructura productiva del país, con la visión del tren Panamá a David acercándose cada vez más y más. Y como un pequeño apunte histórico, una gran parte de las empresas ferroviarias en la historia del mundo no han sido exitosas económicamente, pero muy poca gente disputa su utilidad en el desarrollo industrial de los países.

Ofertas laborales de la Cámara de Comercio. / Foto: Pexels.

Más y más

La mejoría de la capacidad del recurso humano de Panamá va en dos direcciones. Primero, cualquier proceso de capacitación que aumente la productividad de los empleados beneficia a las empresas en cuanto a su renta. Pero segundo, la mejora de capacidad también permite al conjunto de trabajadores crear nuevas industrias y responder de forma flexible y creativa a los cambios severos que se aproximan debido a la innovación tecnológica.

Existen entidades dedicadas a este proceso, como el Instituto Técnico Superior Especializado, pero la faena aún no ha comenzado en serio, con cientos de miles de empleados requiriendo capacitación para sencillamente mantenerse al ritmo de los tiempos y otros cientos de miles laborando en industrias que se verán más y más apretadas con el pasar del tiempo.

No es posible un esfuerzo estatal a este nivel, aunque experiencias de otros países demuestran que el establecimiento de políticas públicas sólidas, que ofrezcan los incentivos correctos, es clave. Sencillamente por la amplitud del reto, deberá ser el mismo sector empresarial el que aborde la capacitación a gran escala de la mano de obra.

Cómo otros países han hecho esto y cómo se podría ver en Panamá, será objeto de estudio de una entrega posterior. Por ahora, nos conformamos con apuntar a la brecha importante que existe entre capacidad actual y capacidad potencial en el país y que el remedio de tal brecha sería una fuente relevante de ingresos nacionales para enfrentar los importantes pagos de deuda que se avecinan en el futuro.

Coda

Panamá está viviendo una transformación importante, no solo por cambios domésticos —como el desarrollo de nueva infraestructura—, sino también por los retos globales —altos intereses, la desestabilización de la cadena de suministros, el desfase de las industrias humanas de servicio debido al surgimiento de la inteligencia artificial.

La respuesta del mercado laboral a esta transformación es vital para la supervivencia económica de Panamá en el siglo XXI y dependerá de las políticas públicas que pueda establecer el Gobierno Nacional y de los acuerdos a los que pueda llegar el capital con el trabajo en el país para mejorar la situación de ambos y fomentar la convivencia simbiótica.

Temas relacionados

Si te lo perdiste
Lo último