Estudio del BID: Universidades panameñas ‘dedican poco tiempo a fomentar la investigación’
Educación en Panamá
La educación primaria, pre media y media no es la única que tiene grandes deficiencias en Panamá. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dio a conocer los enormes retos y oportunidades de mejora que tiene la educación superior en el país.
En un informe de más de 100 páginas que lleva por título: “Diagnóstico de la Educación Superior en Panamá”, se reveló que el desarrollo que deben aportar las universidades panameñas se ve limitado por “tradición, estructuras legales, burocracia, falta de presupuesto, falta de innovación y falta de integración”.
“Las estructuras que definen el sistema de educación panameño actual ya no responden a las necesidades del entorno (…) Panamá carece de estadísticas y evidencias adecuadas para analizar bien los resultados del sistema actual y monitorear posibles reformas”, asevera el informe en su resumen ejecutivo.
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Otro de los desafíos que debe atender la educación superior y el Estado panameño está relacionado con la investigación científica desde las universidades y el sector productivo.
“Las universidades invierten poco presupuesto y dedican poco tiempo a fomentar la investigación. Sus investigadores producen pocas patentes y se aplican con un menor esfuerzo a la resolución de los problemas actuales. La colaboración con ellas es complicada por la burocracia que frena e impide iniciativas para el desarrollo de actividades de investigación”, destaca el estudio del organismo internacional.
Panamá es un país que poco invierte en investigación. La nación centroamericana apenas invierte el 0.16% de su producto interno bruto para Investigación y Desarrollo (I+D), según datos del 2017. Durante los años posteriores y a pesar de la importancia que ha tenido la ciencia en medio del combate a la pandemia por la COVID-19, la situación no ha cambiado.
La administración del presidente Laurentino Cortizo en su plan estratégico de gobierno ha planteado entre sus promesas una inversión en materia de ciencia, innovación y tecnología que llegue al 1% del PIB en el 2024. ¿Será una promesa que cumplirá?
“En Panamá hay poca inversión por parte del sector productivo, algo que debe cambiar. El gobierno aporta a la investigación a través de varios centros autónomos, pero con un presupuesto insuficiente y falta de política nacional”, reza el estudio que también pone su mirada en la falta de personal especializado, dedicado y bien remunerado que se dedique a investigar.
En este sentido afirman que “una limitante es la falta de gente preparada para la investigación, ya que se trata de una cifra insuficiente de académicos con doctorado y pocos con dedicación completa. Cuando se cuenta con la formación adecuada, faltan infraestructuras, salarios y tiempos disponibles para sostener actividades de investigación serias”.
En Panamá las universidades realizan investigaciones con fondos propios o con dineros distribuidos por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt). La Universidad de Panamá (UP), la más grande del país es la que menos publicaciones científicas ha hecho. “Tomando en cuenta el tamaño de la UP, comparado con el de otras universidades, se esperarían mejores resultados”, destaca el informe del BID preparado por la consultora de este organismo Liz Reisberg.
Un informe del Senacyt del año 2017 reveló que la Universidad Santa María La Antigua (USMA) y la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI) son las que más publicaciones científicas tuvieron ese año.
El Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (Indicasat), creado en el 2022 para promover la ciencia en el país, es donde mayores avances, aportes y estudios se tienen desde la investigación científica.
También se menciona en el informe al Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y a Georgia Tech, como otros dos brazos de investigación en el país, donde los gobernantes entre los años 2013 y 2014 aportaron cero presupuestos a los programas de investigación científica y desarrollo.
Al problema del I+D se suman la falta de información, datos y transparencia que permita tomar correctivos y mejores decisiones.
“La falta de datos sobre tantos aspectos de la educación superior en Panamá es desconcertante. El propósito de este diagnóstico no ha sido efectuar una revisión de otros niveles del sistema, por lo tanto, no se puede comentar si es un problema más generalizado, pero parece que en todo el sistema faltan evidencias y datos suficientes para una toma de decisiones mejor informada”, asegura la publicación.
En conclusión, los expertos aseguran que Panamá requiere dejar muchas ideas que no funcionan y califican de “anticuadas” y “abrir espacios para nuevas ideas”.
“El sistema educativo tiene que comenzar a alejarse de las estructuras de legado. Con los rápidos cambios que se producen en el mundo, mejorar lo que funcionaba en el pasado no dará los resultados necesarios para el futuro. Se necesitan nuevos modelos para preparar a los individuos para que puedan integrarse en un mercado laboral, un entorno que cambia con cada vez más velocidad”, concluye el estudio que se dio a conocer en el 2021.