Las escandalosas cifras provocadas por los malos hábitos alimenticios en Panamá
Salud en Panamá
Las personas con sobrepeso y obesidad están en riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión, la diabetes tipo 2, las enfermedades isquémicas del corazón, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer como el de próstata, ovarios, mama, colon e hígado, por mencionar algunos, destacó un informe de la Caja de Seguro Social.
Alexander Pineda, vocero de los pacientes con insuficiencia renal, advirtió que la obesidad es una epidemia silenciosa y eje de muchas enfermedades no transmisibles.
Ciudad de Panamá/El sobrepeso y la obesidad, en conjunto, son un problema de salud pública que creció en las últimas cinco décadas como consecuencia de malos hábitos de alimentación y estilos de vida no saludables a los cuales no escapa Panamá. A estas dos condiciones, consideradas una pandemia, se le atribuye la muerte de 4 millones de personas alrededor del mundo.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dieron cuenta que la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas.
“Un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasas y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización”.
Este problema cobra relevancia este 7 de abril cuando se celebra la fundación de la Organización Mundial de la Salud, pero también el día en que se estableció el Día Mundial de la Salud para crear conciencia sobre las enfermedades graves que afectan al mundo y promover una vida sana en la población.
La situación de Panamá en cifras
Un informe de la Caja de Seguro Social (CSS) del 2019 reveló que el 62% de los adultos de Panamá presentan problemas de sobrepeso y un poco más del 25% tiene índices de masa corporal que los colocan en la obesidad.
En números reales se trata de unos 2 millones de panameños que están en sobrepeso y obesidad y, al igual que en otras latitudes, los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo son la causa directa de estos padecimientos.
Todas estas personas están en riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión, la diabetes tipo 2, las enfermedades isquémicas del corazón, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer como el de próstata, ovarios, mama, colon e hígado, por mencionar algunos.
El Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República reveló que de las 19 mil 720 muertes que se registraron en 2018, unas mil 792 se dieron como consecuencia de enfermedades cardiovasculares, mil 797 perecieron a causa de las enfermedades isquémicas del corazón, 3 mil 138 fallecieron por tumores malignos, mil 365 por diabetes mellitus, mientras que por otras enfermedades del corazón y la hipertensión perdieron la vida 2 mil 116 personas más.
El presidente de la Asociación Nacional de Pacientes con Insuficiencia Renal Crónica, Alexander Pineda, explicó que la obesidad en Panamá tiene un aumento significativo por el exceso de alimentación alta en grasas y grasas saturadas.
Pineda indicó que instituciones como la CSS y el Ministerio de Salud tienen programas para incentivar estilos de vida saludable, pero no son suficientes si se toma en cuenta que se enfrentan a una industria poderosa en recursos para promover sus productos.
El dirigente de los pacientes renales informó que la obesidad es una “epidemia silenciosa” y el eje de otras enfermedades crónicas no transmisibles. “Los diabéticos en su mayoría tienen sobrepeso que en muchos casos termina en obesidad mórbida. Se necesita hacer muchos más programas y leyes que estén dirigidas a educar a la sociedad en los estragos que estas dos condiciones ocasiona en el estado de salud de las personas”.
Por su lado, el gerente médico de Novo Nordisk CLAT, Eric Pasco, en una nota a TVN-2.com expresó que la mayoría de las personas no aumentan su peso de manera súbita, sino que tienen una ganancia gradual, pero lamentablemente el sobrepeso no genera en “nuestra cultura tanta preocupación”, por lo que las personas simplemente no le dan la debida atención y esta podría llegarse a convertir en obesidad.
Agregó que existen diversos factores que pueden propiciar un aumento en la grasa corporal, al punto en que ya no sea considerado sobrepeso sino obesidad como es el caso de la historia familiar, es decir, si uno o ambos padres tienen alguna de estas dos condiciones, existe una alta posibilidad de la existencia de un gen que predisponga a los hijos a desarrollar la enfermedad.
También dijo que entre más avanzada sea la edad de las personas su metabolismo se vuelve más lento y en consecuencia si no se toman las medidas necesarias existirá un aumento de peso, pero el efecto de la edad y la herencia genética se puede disminuir si la persona mantiene hábitos alimenticios saludables y un nivel de actividad física adecuada
Una de las recomendaciones que hace el médico para las personas que viven con sobrepeso u obesidad es crear conciencia de que esta condición es un problema de salud, no un tema estético y que para tratarlo se requiere de una atención integral.
La actividad física juega un papel muy importante durante el tratamiento, especialmente en la fase de mantenimiento del peso. El ejercicio produce un gasto calórico, contrarrestar el declive metabólico que se da por la dieta, minimiza la pérdida de masa magra y mejora la ansiedad. Además, se debe basar en actividades aeróbicas, de intensidad moderada y progresiva.
“Es necesario resaltar la importancia de un abordaje integral del sobrepeso y la obesidad y que sea supervisada por uno o varios profesionales de la salud, pues sólo ellos cuentan con las herramientas necesarias para asegurar un proceso seguro y efectivo”, resaltó.